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De regreso a la habitación, ninguno habla, se establece un silencio que casi duele. Divago en mi mente tratando de encontrar una explicación a sus golpes, pero nada se viene a mí. ¿Será por la dichosa novia? ¿Alguna consecuencia de tener mal pié? Sonrío ladeado al recordar los días en que Theodore era un desastre con sus pies y las más veces acababa en el suelo, algunas caídas ocasionadas por mí, claro, en el plan broma de hermanos. Abro la puerta para dejarle entrar, Sawyer nos ha seguido con su ya tan conocido sigilo, le deseo una linda noche o al menos lo que resta de ella, aunque lo más seguro es que hoy menos que nunca quiera alejarse de su ya acostumbrado lugar de guardia, ¿Cómo consigue mantenerse en pié y listo siempre? Algún súper poder tendrán.

—Puedes empezar a hablar, Theodore. —Digo una vez que he cerrado la habitación. Él toma asiento en la silla donde he tratado de remediar su cara, pero mi madre es demasiado fijada. Me mira pero no habla. —Te estoy esperando.

Me siento en el sillón que queda del lado de la ventana, dejo mis pantuflas en el suelo mientras me siento como indio con las piernas enrolladas y descanso mi espalda. ¿Qué tanto le cuesta decir siquiera una vocal?

—Dijiste que me explicarías cuando estuviésemos solos, ya lo estamos, créeme que no guardo gente en el vestidor. —Intento bromear para restarle hielo al asunto. — ¿A qué esperas?

—Estoy buscando las palabras adecuadas para que no suene tan mal lo que debo contarte. —Se resguarda sobre una excusa que sé, utiliza para distraerme y ganar tiempo.

—Si se te ha olvidado, te recuerdo que ya no tengo dos años, el momento de explicarme todo con flores, manzanas y colores ya quedó atrás. Puedes decirme lo que sea, ¿Qué sucedió? Tu cara, y los golpes que traes en el cuerpo, no creas que no noté tus gestos de dolor afuera, dímelo ya. No voy a salir huyendo de aquí, lo prometo. No me ocultes nada, siempre hemos confiado uno en el otro, no me falles ahora.

Se levanta incómodo y anda por la habitación, ¿Pretende marearme a caso? Una bola en el estómago se me forma cuando su azul mirada se transforma en una muy oscura, tras soltar el aire que desde algún momento había estado conteniendo finalmente dice:

—He tenido un accidente en el auto.

—Esa es la razón por la cual no han viajado como quedamos, no hubo ningún problema en casa Grey. Estuviste en el hospital, Theodore, ¿Fue grave? ¿Cómo pasó? —Tengo una angustia como si lo estuviese viviendo justo en el momento que ocurrió.

—Fue el día de la vídeo llamada en la que estuviste con Clare, por fin habíamos terminado unas traducciones que tardaron más de lo normal porque estuve ocupado con otros asuntos, ya iba regreso a casa, todo marchaba perfectamente. Iba sobre la marcha cuando perdí el control del auto, otro tipo salió de la nada y quise esquivarlo. —Llevo mi mano al pecho, puedo ver el audi descontrolado. —Finalmente me salí de la carretera, estaba muy aturdido por el golpe de la bolsa para choques que se abrió. Unas personas se acercaron al auto, no... Creo que recuerdo a alguien tomando mi brazo, entonces es justo el momento en que en mi cabeza todo se vuelve confuso. —Aprieta sus labios, hago un mohín para que continúe. —Sólo recuerdo sombras después del impacto, voces, pero no consigo aclarar nada de lo que decían. Desperté en el hospital, golpeado y herido. Estuve dos semanas... —Su voz se va haciendo débil, siento un nudo enorme y espantoso en la garganta. —Dos semanas en coma.

— ¡No puede ser! ¿Por qué no llamaron? Yo estaba disfrutando de todo esto, mientras tú, pudiste haber muerto Thed. —La sensación de poder haberle perdido me embarga, las lágrimas salen sin control. Me siento terrible.

—Pero no fue así. —Siento sus brazos rodeándome. —La razón por la cual no las llamaron, es que papá no querían que estuvieran en Seattle tras descubrir que  planearon el accidente, Phoebe. Ellos querían enviar un mensaje a papá y se lo hicieron llegar muy claro.

LA HIJA DE GREY (ONE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora