Acá estaba yo, casada con Min YoonGi, un multimillonario gracias a todas las empresas que le heredó su querido padre.
¿Su padre?
Su padre era una persona egoísta, narcisista y con muy mal genio. A pesar de todo eso, él me quería. Tuve oportunidad de conocerlo mucho tiempo antes de que muriera por un paro al corazón. Todo lo mantenía ajetreado, eso no fue de gran ayuda a una persona que vivía con fuertes problemas y con una muy mala alimentación. El colesterol, los triglicéridos y la presión alta hicieron que su corazón se detuviera y no volviera a pronunciar un "todo estará bien, mi fresita." Claramente no lo estaba, nada estuvo bien desde ese día en el que él dió su último suspiro.
No puedo explicar lo mucho que le lloré al señor Min en su partida, había sido como un padre para mi. Desde pequeña estuve en sus brazos; mi madre me había abandonado con su familia al estar sola y sin ningún recurso. No me vi con la necesidad de buscarla tiempo después, no quería saber de ella. El señor Min y su linda esposa se habían encargado de darme todo el amor del mundo.
La madre de Yoongi se encargó de dejarnos todo lo que su esposo en vida nos había heredado, pero en todo ese lío, había una simple condición: Yoongi me tenía que desposar. Vaya mierda en la que nos metió, señor Min.
