Capítulo 5: Nuestro refugio

1.1K 57 18
                                    

25.09.2017: David

"Han pasado diez días desde ese fatídico desayuno. Ambos nos comportamos mal, fuimos estúpidos. No permitiré volver a alejarme de ella. Aunque solo la tenga como amiga, debemos estar juntos. Somos más fuertes de la mano y sin malos rollos de por medio conseguiremos algo de felicidad. Sé que ser amigos es algo muy complicado, pero lo lograremos, ¿no?"

Estaba en Barcelona nuevamente. Desde el fallido encuentro, la casa donde tantos momentos felices habíamos compartido juntos se había convertido en mi refugio. No quería olvidar a Laura y no podía permitir que ella se olvidara de mí. Gisela no me había aportado información acerca de sus sentimientos y me sentía en un pozo, un callejón sin salida y sin luz. Perdido. Sin un salvavidas al que aferrarme.

De camino ahí, solo en mi coche y bajo una gorra y unas gafas oscuras, no podía dejar de preguntarme lo que el día siguiente vería la luz. No había podido hacer nada para leerlo en primicia y me daba miedo que contara asuntos que ambos habíamos jurado mantener en secreto. Cara al público, solamente habíamos estado enamorados hasta 2005, todo lo que vino detrás nadie lo sabe, solo los más allegados.

"Ojalá cumpla. Es que no sé ni por qué dudo, Laura siempre cumple sus promesas. Le prometió a mi niña que se verían y lo está cumpliendo. La fiesta de Adrián está a la vuelta de la esquina, las tardes en el parque, las salidas de clase... Laurita está realizando unas tareas magníficas a las que Rosanna no llega ni por asomo"

D: ¿Campanilla, sabes si Laura está por BCN?

Le envié un WhatsApp a Gisela, deseando una rápida contestación. Nada, Gis estaba demasiado ocupada para ojear el móvil dos segundos. Esperé cinco minutos dentro del coche, no hubo respuesta. Sabía de antemano que para Laura era un día especial y repleto de nervios. Me arriesgaba a encontrármela. Barcelona siempre había sido su rincón de tranquilidad, su escapatoria de la ajetreada vida que llevaba. Para ambos aquella casa era una dimensión paralela. Para muestra un botón, un año atrás estábamos iniciando algo condenado al fracaso pero que nos hizo felices durante unos meses justo ahí. Agarré la bolsa donde llevaba la ropa y me alenté a entrar sin saber del cierto si estaría ella dentro. Subí por las escaleras paulatinamente, aserenándome.

G: No lo sé. Sé que estaba muy nerviosa, pero hasta ahí llego.

El WhatsApp llegó cuando estaba metiendo la llave en la cerradura. Indiscutiblemente, Laura estaba menguando sus nervios en la ciudad condal. El piso olía a ella, había su móvil sobre la mesa del comedor y una fina chaqueta colgada en una silla. Escuché el agua de la ducha y decidí que, mientras terminaba de ducharse, ordenaría mis pertenencias. Me adjudiqué la habitación de invitados y saqué los dos conjuntos de ropa de la maleta. Los colgué en el armario y suspiré. No sabía cómo terminaría aquella noche y ni tan siquiera había comenzado.

D: Deséame suerte, no sabe que estoy aquí.

En esa ocasión, Gisela no tardó ni dos segundos en responder.

G: Queeee????? 😱Estás en la misma casa y no lo sabe?? Voy cavando tu tumba...

D: Gis... exagerada. Ahora lo sabrá. Creo que ya ha acabado.

G: Reza un poquito, encomiéndate a la virgen. No sé qué humor trae.

D: Espero que bueno.

G: No comparto tú opinión. Mañana saca libro, te lo recuerdo?

D: Ya, ya. Ya te cuento si eso.

G: Okis.👍

Me levanté de la cama sigilosamente. Salí al pasillo intentando calmarme. Divisé a Laura saliendo del dormitorio principal envuelta en una toalla y con el pelo mojado.

Dejemos el pensar atrásDove le storie prendono vita. Scoprilo ora