—Están atrás, por el bosque, yo le oí pedir ayuda. -comentó con notoria aflicción-. Ya llame a la policía pero está clamando tú nombre.

—Por favor llévame hasta él. -pidió sin pensarlo, dejando sus cosas en la banca y corriendo junto a Hedeon, saliendo de la pista de hielo por la entrada trasera.

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—Maldición –habló estirando sus brazos al cielo-. Ese maldito hombre nunca se decidía para escoger sus cosas. -se quejó Yurio, entrando con, Beka, al recinto donde patinaban.

—Yura, debes a aprender a ser más paciente con la gente. -le dijo usando su típico tomó neutro.

—Sí, sí, algún día lo haré. -sonrió al ver como, Beka, negaba con la cabeza y sonreía, al llegar a la pista, Yurio, levantando las manos alzando las bolsas de comida que traía-. Oye Katsudon, traje una comida que ni en tus sueños más locos has probado. –él silencio que les recibió les trajo un mal presentimiento, Beka, se acercó a las bancas y encontró las cosas de Yuuri.

—Ve a buscar a los baños, Yura, yo buscare por los alrededores, si no le encontramos en 10 minutos hablaras a la policía.

Yurio, acato la orden de Beka, y tirando la comida que había comprado al suelo, sale a buscarlo por los baños y la parte interna del recinto "Por favor Dios, que no le pase nada a Yuuri"  fue el clamor que su mente repetía una y otra.

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—¡Yurio! –gritó Yuuri, al llegar hasta el lugar que Hedeon, le había indicado, más no encontró a Yurio, sino a 7 hombres con ropa oscura.

—Que tal asqueroso gay. -sonrió uno de ellos, Yuuri sintió un frio recorrer su cuerpo, los observo rodeándolo y riendo con victoria, al momento de girar su cara al lado derecho un golpe certero en su mejilla izquierda lo hizo perder el control. Al caer al suelo las patadas se hicieron presentes, dos de los hombre le levantaron del suelo y lo sujetaron uno en cada brazo. Él que lo golpeo primero se acercó a él y no tuvo piedad con los puñetazos, cara, costados, estomago, Yuuri se mantenía de pie por como aquellos hombres le sostenían; le estaba costando respirar y más ahora, que uno de ellos había colocado un calcetín en su boca y le había amarrado una venda para sostener aquel objeto en su boca y que no se escucharan sus gritos de ayuda. En uno de los golpes en el costado, Yuuri, sintió como una de sus costillas se quebró, sus lágrimas empezaron a rondar su cara.

—Que les parece esto, el desviado esta llorando. ¿Llamaras a tú mami o a tú amante? -el hombre ordenó tirarlo al suelo para seguir con el escarmiento-. Dime algo, si tanto te gusta por detrás, ya no necesitaras estas cosa ¿Verdad? –Yuuri, gritó ahogadamente cuando sintió el pie del hombre aplastar sus genitales, para posteriormente golpearlos, los demás imitaron al hombre que entre patadas y escupidas llenaban el cuerpo de Yuuri de moretones y tierra, Yuuri sintió como algunos huesos estaban cediendo ante los golpe, deseando de todo corazón que parasen; uno de los hombres golpeó con su bota la cara de Yuuri haciendo que por un momento no escuchara los insultos de ellos, solo un fuerte chillido en sus oídos, cuando sus ojos se cerraron por un momento pudo verse en la habitación de Viktor, él acostado como todas las mañanas a su lado.

"Es hora de levantarse, Yuuri..." -le escuchó decir a un sonriente, Viktor, que le acariciaba su cabeza.

Otro golpe más en sus genitales lo hizo regresar a la realidad, en donde ahora alguien alzaba un bate de metal cerca de sus pies.

—La señorita tampoco necesitara sus pies. –Yuuri, trató de moverse a pesar del dolor y el primer batazo que recibió fue en su rodia izquierda-. Quédate quieto. -le gritó el hombre mientras que nuevamente alzaba el bate y le golpeaba en el mismo lugar, el tercero y cuarto fue en todo su costado izquierda ya que Yuuri se había colocado de lado, el quinto fue en sus costillas; Yuuri ya no podía con ese dolor, ya no sabía lo que era realidad, todo se veía en cámara lenta incluso el dolor que recorría su cuerpo era lento, como una tortura sin fin. Observó como el bate era alzado nuevamente, pero esta vez no lucho, se sentía tan mareado y el aire ya no llegaba correctamente a sus pulmones, solo quería que ese dolor se detuviera...

Cerca de ti en la distancia. -Viktuury-Where stories live. Discover now