Capítulo 10

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Hannah

Los labios de Will son suaves y calientes. Recorren desde mis labios hasta mi cuello desparramando pequeños besos a su paso, yo cierro los ojos disfrutando de sus atenciones y dejo escapar un gemido de aprobación.

Su mano libre me recorre todo el cuerpo. Yo estoy absorbiendo el deseo y el embriagador aroma a Will y a sexo mezclado que se percibe en el ambiente. Cuando siento que necesito todo de ese hombre mis manos viajan hasta su cremallera y mis dedos ávidos bajan el cierre dejando en el suelo los pantalones y los boxer en una pila de ropa.

-Date vuelta - me ordena después de romperme la blusa y quitármela con desesperación, hago nota mental de cobrársela después.

Lo obedezco, y él intenta con sus temblorosas manos desabrochar el brasier aunque se tarda un poco y me pregunto si necesitara ayuda con eso aunque después de unos minutos logra sacarlo.

Toma un respiro pausado cuando vuelve a girarme hacia él. Se queda un rato quieto observándome los pechos y me pregunto si se está arrepintiendo de lo que estamos haciendo, más le vale que no porque yo quiero seguir aunque estoy segura que mañana voy a tener una gran resaca emocional por esto. Estoy a punto de protestar cuando abre la boca

- Joder, Hannah, eres perfecta.

Acaricia mi pecho derecho hasta endurecerlo, después se lo mete la la boca mientras repite la misma maniobra con el otro pecho.

- Will... - suspiro su nombre y siento que sonríe sobre mi busto.

Will levanta la cabeza para empezar a besarme los labios mientras desabrocha mi jean quitándomelo y mete la mano que no tiene ocupada en mi cintura dentro de mis bragas. Nos besamos y caemos sobre la cama - ni idea de como llegamos hasta ella- donde somos sólo manos y bocas hambrientas. Traza círculos sobre mi clítoris y después lo aprieta lentamente haciéndome creer que me hará caer en un abismo.

- Si te corres - susurra en mi oído suavemente -lo haces conmigo dentro, princesa.

Eso hace que me quiera vengar y tomo su erección con una mano acariciándola suavemente de arriba hacia abajo, maldice por lo que estoy haciendo, pero no me detengo, al contrario, aumento la velocidad haciendo que saque su mano de mis bragas y me las quite, se separa de mí para quitarse él también la ropa que aún nos estorba. Desesperado se incorpora sobre mí y saca un paquete plateado que desgarra sin problemas, se coloca el preservativo y vuelve a acomodarse encima de mí sin aplastarme, restriga su erección por mi hendidura provocando que ambos gimamos, después con un ávido movimiento de caderas lo tengo dentro colmandome las ansias mientras nos movemos con un ritmo pautado por el otro.

Al principio bombea lento para ir aumentando el ritmo de sus embestidas haciendo que no seamos conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor, sólo él y yo... Y yo, yo me dejo llevar.


William

Amanezco con la cabeza de Hannah en mi pecho, la luz matinal que se mete por la ventana se refleja en Hannah, la hace parecer un ángel.

Miro el despertador, son las 10:00 am debería despertarla para desayunar pero primero decido darme un baño. Abro el grifo y el agua caliente empieza a salir mientras el vapor inunda el cuarto de baño me meto dentro y me relajo por el calor del agua mientras mis pensamientos vuelven a lo ocurrido ayer.

Llamo al teléfono para pedir el desayuno, mientras me dispongo a despertar a Hannah. Está dormida, tan serena que me da pena despertarla, pero ya está por venir el desayuno y quiero que me acompañe.

- Hannah, princesa, ven a desayunar - le susurro.

Se despereza y me regala una sonrisa radiante. Hannah está radiante, despeinada con una sábana envuelta hace que parezca una diosa del edén.

- Buen día - dice avergonzada.

- Buen día - digo y le doy un largo beso en los labios

Suena el timbre, abro la puerta y efectivamente es el chico del desayuno. Agarro el carro y lo meto yo mismo a la habitación.

- Gracias - le digo al señor de hotel.

- De nada, señor.

Cuando me doy vuelta está Hannah sentada en el sillón envuelta con la sabana de la cama con una mirada hambrienta, no sé si será para mí o para el desayuno.

Me siento a su lado, nos sirvo café y me dispongo a comer una tostada con mermelada, después de entregarle una a ella, a mi lado Hannah ataca los huevos.

Me río interiormente por el sentido perverso que tienen mis chistes.

- ¿Quieres un poco de café? - le pregunto.

- Gracias - contesta con la boca llena de pan y huevos revueltos.

-Hannah, estaba pensando en... --suspiro - en decirle a Rachel que no voy a casarme con ella.

Hannah me mira sorprendida con el café a medio camino de sus labios como si hubiera visto un fantasma justo enfrente de ella.

- Hannah -digo para que me mire, le paso una mano por sus ojos.

- Will ..no sé qué decir.

-No quiero que digas nada, Hannah, sólo te digo mis planes. Quiero despertar a tu lado todos los días de mi vida.

- Yo también quiero lo mismo contigo, Will

-Entonces lo haré porque es la única manera.

- Will yo también quiero eso. pero aún no podemos...

Hago que se calle porque no quiero oír una negación por su parte. Por ella y Hope haría lo que fuera.

- Hoy le diré mi decisión.

Me abraza con un abrazo fuerte demostrando el temor que tiene de perderme y yo le correspondo el abrazo con la misma intensidad. Nos quedamos así tirados en el sofá con el desayuno a medio comer, pero felices porque habrá un cambio de vida a partir de HOY.



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Volvimos muajaja

¡Feliz Navidad!

Love CrossedWhere stories live. Discover now