Capítulo 4

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Hannah POV

Aterrizo en el aeropuerto de California y me encuentro con esos carteles que aparecen en películas el mio dice "Hannah"  y lo sostiene un señor que parece ser mi chófer, que raro porque cuando me contacte con la chica que me contrató no me dijo que iba a tener uno y yo no lo pedí porque me hizo un favor dejando que trajera a mi hija conmigo.

Hope duerme plácidamente en mis brazos.

- Buenos días, usted debe ser Hannah Miller ¿no? - yo asiento y le saludo con la mano que tengo libre - Soy Jorge. Me contrato Rachel para llevarla hacía su hotel y luego hacía la reunión. 

- Sí, soy Hannah.

Llegamos al auto y el chófer me abre la puerta para que entre, después él va a acomodar mis maletas en la cajuela.

Llegamos al hotel y me quedo embelesada. Esta muy cerca de la playa, perfecto para mis mañanas de ir a correr o de ver el atardecer con un libro en mis manos, obviamente leyéndolo. 

Su recepción es aún más hermosa y acogedora con esa chimenea. Me pregunto cuando la usaran, supongo que en inverno, pero seria ilógico tomado en cuenta que tienen aire acondicionado. Me quedo mirándola un largo rato hasta que una empleada del hotel me despierta de mis ensoñaciones. 

- Señorita Hannah Miller, ya tenemos su habitación reservada y paga está hecha, acompáñame.

- Sí, por supuesto, ya lo acompaño.

Mi habitación es de ensueño tiene un gran ventanal que da a la playa y a la piscina del hotel con una cama como para 50 personas, una chimenea, una alfombra perfecta, etcétera. Creo que me harán bien estas pequeñas vacaciones lejos de Nick para pensar y reflexionar acerca de lo que quiero en realidad.

Dejo mis cosas y las de Hope en un sillón, quiero tomarme una ducha, pero primero dejo a la nena en la cuna que pedí en recepción y después voy al baño.

El agua caliente de la ducha me relaja y purifica. En una hora tengo una cita con Rachel y soy un manojo de nervios no estoy segura de porque me digo a mí misma que me tengo que relajar o perderé este trabajo y no puedo permitírmelo.

Me miro al espejo, tengo ojeras por el largo viaje pero me maquillo y trato de sonreír, me miro por última vez. Estoy tan decente como puedo así que bajo a la recepción donde me esperan no sin antes tomar a Hope en brazos.

Según me dijeron, aquí hay personas que se encargan de los niños, algo así como una guardería, pero con mayor atención, busco la sala de niños y le entrego a mi hija a una muchacha muy amable de nombre Lisa, que es la que se va a encargar de ella, me despido de Hope mil veces dejándole a Lisa mil ocho mil recomendaciones sobre los cuidados de mi bebé, después vuelvo a recepción.

- Señorita Hannah, hola de nuevo - saluda Jorge -. Me dijo la señorita Rachel que la espera en un Starbucks cercano, permítame llevarla.

- Por favor solo dígame Hannah. 

- Está bien, Hannah, acompáñame - dice sonriendo y ruborizado.  

Llegamos y veo a una mujer sentada esperando a alguien con dos cafés sobre la mesa, seguro que es ella. Me acerco para ver mejor.

- Usted debe ser Rachel ¿no? yo soy Hannah, un placer - me presento educadamente ante la mujer.

- Hola, querida, siéntate. Sí, soy Rachel Reed. Ya ordene espero que no te importe.

Dice mirando los dos cafés y disculpándose con la mirada.

- No importa - digo restándole importancia -, vayamos a lo que nos compete, hablemos de el evento.

- Oh sí, el evento mi prometido y yo queremos que sea en la playa y he pensando muchas cosas que pueden servir.

- Dígame y yo lo iré anotando - saco mi libreta y bolígrafo mientras ella habla.

No se ve que sea una mujer de dinero, pero sí que tiene aires de superioridad. La verdad es que no es muy guapa que digamos, pero se ve que tuvo tiempos mejores, tal vez fueron tiempos en los que conoció al dueño de CDiscos.

Es una mujer no muy alta, estatura promedio, el cabello negro le llega hasta el hombro y su color de piel no es muy blanco, pero tampoco es morena, lo que me da miedo es su mirada, es demasiado penetrante.

 - Bueno, Willam y yo queremos que sea algo romántico pero no muy ostentoso estaba pensando algo así como una gran carpa blanca donde coman los invitados y después la mesa principal con una sillas plegables y en el centro un camino de pétalos de rosas con una luces.

- Entonces algo romántico, no ostentoso - digo un poco sarcástica, pero sin que se note -, me pondré con eso lo más rápido que pueda.

- No quiero esperar mucho, estoy desesperada por casarme - sonríe y suspira -. Es que nos queremos mucho - agrega después y le devuelvo u a sonrisa forzada.

- Tranquila, usted tendrá la mejor fiesta de compromiso y si nos permite, la mejor boda también, se lo aseguro.

Y lo digo más bien para mí misma, para convencerme de que el destino me va a traer cosas buenas.


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Love CrossedWhere stories live. Discover now