Leave But Dont Leave Me -N.H

013.

(28.03.16)

Cuando lo mire a los ojos él aparto la vista. No me sorprendía, había estado distante todo este rato. No me había hablado, la verdad es que me había sorprendido verlo al otro lado de mi puerta y también cuando me beso como si me hubiese extrañado.

Pero cuando intenté abrazarlo, y él no me dejo, lo supe todo. Estaba muy claro. Solo había ido a buscar una cosa y ahora que ya lo había conseguido no era necesario tratarme bien.

-Hey, Michael.-Dije.- ¿conociste a una chica nueva? Me parece linda.-Lo decía en serio. Pero él no me contesto.

Se giró, dándome la espalda y se acomodó.

- deberías abrazarme por lo menos.-Solté.-Continua con tu farsa.

-Estoy cansado. Yo pongo el mayor esfuerzo. Quiero dormir.-respondió cortante. Me sentí desecha. Tuve ganas de romper algo, de gritarle.

-Vete a la mierda.-Le solté. El no entendía. No pedía que las cosas fueran como antes, no le pedía nada difícil. Solo un abrazo. Solo necesitaba que me abrazara.-¿Para qué viniste?

Se dio la vuelta y me miró a los ojos.

-¿No es obvio?-me respondió.-Te necesitaba. Pero ya termine. Así que puedes dejar de fingir tú también. Y yo dejare de fingir.-Quería dañarme, la satisfacción en sus ojos al mirarlo fue muy notorio.

Me enoje mucho.

-¿Entonces para que sigues viniendo?

Se encogió de hombros.

-No sé.

Me senté en la cama y lo miré dolida.

-Sé que tratas de parecer indiferente, pero creo que muy al fondo quieres abrazarme como solías hacerlo.-No respondió.-Michael...

-NO, Eleanor, no quiero nada de eso. No quiero nada de ti.

Mantuvimos el silencio. Yo mire mi cuarto, las paredes que los dos juntos habíamos decorado entre risas y besos; mientras trataba de respirar a través del nudo que se había formado en mi garganta.

-Dímelo de nuevo.-Dije.-Mírame a los ojos y dime que no me quieres, Michael.

Me miró a los ojos, por un segundo y luego volvió a mirar al frente. Por un segundo pareció arrepentido, pareció como si lo único que quería era hacerme callar de un beso.

-Da igual.-Murmuró, incorporándose un poco.-Ni siquiera sé porque vine. La próxima vez que me encuentre caliente no dudaré de poner mil chicas de opciones antes que a ti. Sería mucho más agradable abrazar a cualquiera antes que a ti.

No. Ese fue la gota que rebalsó el vaso. Ni siquiera medí la gravedad de mis palabras.

-Sí está bien. Acuéstate con otras chicas, no vengas más. Así tengo tiempo para estar con alguien que si sea bueno en la cama... Mhh... No sé, ¿Qué te parece... Calum?-Estaba demasiada enojada para arrepentirme. Él me miró directamente a los ojos. Sus labios apretados fuertemente, sus ojos echando chispas. De repente se incorporó y empezó a vestirse. Sin mirarme, con el orgullo demasiado lastimado para añadir algo más.

Claro. Él podía decir cualquier cosa, hacerme todo el daño que quisiera y yo tenía que resignarme.

-Me parece una excelente idea.-Comentó con brusquedad cuando ya estaba vestido.-Siempre recurres a Calum cuando vas a terminar una relación.

Y camino con paso decidido hacia la puerta.

-Michael.-Levante la voz.-Si te vas ahora; será la última vez. Mañana no te arrepientas. Si sales por esa maldita puerta, olvidaré que existes. ¡No te contestaré ningún mensaje o llamada. Nada!

-Sí. Como tú quieras.-respondió antes de salir dando un portazo.