La isla de Katnup

¡Muerte a la rein@!

*Hector

Los guardias se acercaban cada vez más. A cinco pasos. A cuatro, a tres, a dos, a uno y ¡BUM!

Un intenso estallido resonó por toda la ciudad. Los guardias, que se encontraban justo a mi lado, se giraron en dirección al ruido. De repente un quinto soldado se acercó corriendo a los guardias.

-Ha habido un atentado en el puerto-dijo este-Se solicita el mayor número de guardias disponibles-

El grupo se marchó sin mirarnos. Rápidamente nos escurrimos en dirección al palacio. Sofocados llegamos ante las puertas. Increíblemente estaba des protegido pero no abiertas. Las empujé con fuerza, pero nada.

De repente el rey se sacó una llave metálica y algo oxidada.

-Espero que no hayan cambiado la cerradura

Insertó la llave y la giró con fuerza y empujó. La puerta se abrió chirriando. Entramos en una sala con dos escaleras que ascendían desde un lateral, dos que descendían y un puerta con ricos adornos de oro decorándola. El rey la señaló.

-La sala del trono, probablemente donde esté Lucy-dijo seriamente.-Nos tenemos que separar, Lenna, Hector, y yo iremos a por Lucy. Los demás sacar a los prisioneros. Nosotros la entretendremos-

El curiosos grupo de guardias y piratas asintieron y descendieron a los calabozos con la misión de liberar a la tripulación de Ojotuerto.

Mi padre y yo nos dirigimos a la puerta.

-Esperar-dijo Lenna-la sala del trono tiene unos balcones en la parte de arriba-

Recordé los dos "palcos" que había observado cuando el rey me capturó.

Lenna señaló su arco.

-Puede que sea nuestra única oportunidad de matarla-

Sentí un escalofrío, matar a mi propia hermana...

Mi padre asintió con la cabeza.

-De acuerdo-se giró hacia mi-Vamos-

Con mi corazón latiendo a mil empujé la puerta. La sala del trono me volvió a dejar sin aliento. El trono era completamente de oro. Y sentado sobre este estaba Lucy.

-Vaya, vaya ,vaya-dijo Lucy sin mostrase asombrada en absoluto-Te tendría que haber matado en Katnup-

-Veo que te has tomado el capricho de re decorar el trono-dijo el rey Eduard.

-Ya no es tuyo viejo chocho-escupió Lucy.

Con el rabillo del ojo izquierdo observé a Lenna. Tenía que distraer a Lucy con el arte de la palabrería de forma que le diese el tiempo suficiente como para...matarla.

-Sabes que si el pueblo averigua que eres mujer el pueblo querrá destronarte-dije

-El pueblo me adora

-El pueblo te odia-dijo Eduard

-¡Mientes!-dijo Lucy levantándose enfadada

-¡El pueblo desconfía de ti!-exclamé-¡Tienen miles de teorías sobre cómo llegaste al trono, y te aseguro que ninguna es buena! ¿Qué harás cuando se revelen?-

-Si deciden desobedecerme yo...-pensó Lucy-¡Les ahorcare! ¡Si, cualquier crimen sea robo o asesinato será castigado con una pena de muerte!-

Ella rió malévolamente.

Observé que Lenna tensaba su arco. Sonreí.

-Adiós Lucy

Y Lenna disparó.

"Hemos ganado" pensé. Cuanto me equivocaba. La flecha se detuvo a escasos centímetros de Lucy.

-¡Ahora si que me habéis enfadado!-