Pelea Barriobajera

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*Narrador
En la sala de interrogación no había luz. Lo único que la tripulación de Ojotuerto y la otra parte de la tripulación de George podían ver eran las antorchas de los guardias al pasar por delante de la puerta. Llevaban ahí desde la pelea en la Plaza de la Realeza. Les habían arrestado y torturado. Más de la mitad habían muerto. Pero ese día (mientras Lucy y Hector luchaban contra Amon) la puerta se abrió y no era en busca de preguntas. Los guardias tiraron a un hombre dentro de la celda. Después el guardia ascendió a la sala del trono. En la sala el rey preparaba para partir en busca de su hija.
-Tenemos al padrastro del niño-le anunció el guardia.
-Bien-dijo el rey-Hasta mi vuelta él se encargará de los interrogatorios-señaló al mago de la corte.
-¿Ha firmado los papeles necesarios mi majestad?-preguntó este.
-Los he firmado-dijo el rey-Quiero que me envié todos los procesos en los prisioneros-
-Sus deseos son órdenes para mí-dijo el mago haciendo una reverencia.
Acto seguido el rey reunió a todos sus guardias que le escoltasen al puerto.
A la hora 27 minutos una gran flota salía en busca de la princesa.

*Lenna

Desenvainé mi espada. Me agaché tras la mesa. El camarero salió corriendo por la puerta que daba a la cocina. Unas dagas salieron volando salieron volando y se clavaron en la mesa haciendo saltar astilla. Jelani sacó su pistola de pólvora. Se asomó y disparó. Alguien gritó en la otra punta de la sala. Harry sacó su mosquete. Imitó a Jelani y uno de los bandidos cayó al suelo. Oí como alguien se acercaba corriendo a la puerta. Salté la mesa y rodé por el suelo. Una daga pasó por donde hace unos segundos había estado mi cabeza. El hombre que se había acercado portaba una ballesta. De un tajo le tiré la ballesta por los aires. Esta salió volando y aterrizó en una mesa rompiendo todos los vasos que tenía. El agresor retrocedió sorprendido. Me espada atravesó limpiamente su vientre. Esté cayó al suelo ensangrentado. Me quedé mirando el cadaver unos segundos. Ya no me resultaba tan difícil matar. Me acordé de mi primera vez. Fue a un guardia del rey. Estuve teniendo pesadillas mucho tiempo. Pero ahora eso no me atormentaba.
"La segunda vez es más fácil"me dijo mi padre.
Antes no lo entendía. Ahora entendía. El fuerte mata al débil. Era ley del más fuerte. Aparté la mirada del cadaver. Saqué mi ensangrentada espada de su vientre. El bandido al que había seducido se me acercó portando un hacha de doble filo. Un caza recompensas se le unió con espada en mano. El bandido atacó primero. Lo bloqueé el ataque con mi espada. El caza recompensas aprovechó. Yo reaccioné y ,al igual que con el bandido, bloqueé su ataque. Repetí eso unas cuantas veces. Alguien fue lanzado por la sala y golpeó al bandido. Este se derrumbó por el peso del otro. Aproveché la distracción del caza recompensas y le golpeé en la espinilla. Este cayó de bruces. Lo agarré y lo arrojé a la barra. Este se deslizó y aterrizó en el otro lado.
-¡Ve a por el mapa!-me gritó mi padre.
Salí por la puerta. En los establos había un niño. Coincidía con la descripción así que me acerqué a él. Parecía que iba hablar. Hice caso omiso y le golpeé en la cabeza. El niño cayó al suelo inconsciente. Me asomé a la posada y grité:
-¡Lo tenemos!-
La tripulación salió evitando dagas y disparos. Afuera el sol ya se ocultaba.
-No han vuelto-murmuró mi padre.
Lo entendí al instante. Lucy y Hector no lo habían conseguido.

La isla de KatnupWhere stories live. Discover now