Parte 2

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Diana

Ya han pasado dos semanas desde que nos mudamos a San Francisco, hoy por fin puedo incorporarme a la universidad a un iinicio nuevo de semestre, las cosas en el departamento van bien, no he vuelto a ver a nuestro "vecino" es como si ya no viviera más ahí, lo que al parecer le da un poco de tranquilidad a Louis.

Debido a que me inscribí tarde a la universidad los cupos de los grupos matutinos estaban agotados así por este semestre tomaré el turno de la tarde. Y ahí estaba yo enfrente de la universidad, me dispuse a caminar por los infinitos pasillos de la escuela para encontrar mi salón, al entrar ahí ya había algunos alumnos sin embargo no había rastro alguno del profesor.

Me senté junto a una chica de cabello rubio, quien se miraba en un pequeño espejo mientras colocaba un poco de labial rojo.

-¡Hola!.- dijo con una sonrisa sin dejarse de mirar en el espejo

-Hola.- la miré y sonreí

-Debes ser nueva aquí.- cerró el pequeño espejo y dirigió su mirada a mi

-¿Es tan obvio?.- me esncogí de hombros

-No es eso, es que si no fueras nueva, sabrías que es un error sentarte a mi lado.- la confusión invadió mi rostro pero ella parecía divertida

-N-No entiendo.- dije sin quitarle la mirada y ella soltó una ligera sonrisa.

-Las mujeres aquí piensan que soy un completo caos sólo porque no temo decir lo que pienso y soy muy abierta.-dijo con una gran sonrisa.- ah y porque piensan que les quitaré a sus novios.- una ligera risa brotó de mis labios.

-Bueno, eso no me molesta, soy Diana.- Sonreí

-Trina.-dijo devolviendo la sonrisa.- Y dime Diana ¿De dónde eres?

-Nací en Texas, pero toda mi vida vivi en Washington...

-¿Y que te obligó a mudarte a San Francisco? Digo, no es por nada pero Washington es mucho más lindo que aquí.- la curiosidad en sus ojos se hizo notar.

-Por el trabajo de mi hermano.- me limite a decir sólo eso.

-¿Tienes un hermano?.- depronto una sonrisa coqueta se depositó en sus labios y yo sólo asenti con una sonrisa.- ¿Tiene novia?

Una carcajada quería salir de mi.

-Ahora entiendo.-hice referencia a lo que me había dicho y solté una risa la cual correspondió.

Mi platica con Trina era divertida, ni siquiera se en que momento el salón de lleno de personas y mucho menos note en que momento entró el profesor.

La clases pasaron rápido en compañía de Trina, era una chica muy extrovertida y alegre, en realidad no le importaba lo que opinaran de ella.

Salimos de las clases para dirigirnos al estacionamiento de la escuela, ahí Louis había quedado de recogerme y Triana tenía su auto estacionado ahí.

-¿Cuál es tu auto?.-dije para hacer un poco de charla

-Ese de allá.- señaló con su dedo

-¿El que ocupa dos lugares?.-sone divertida

-Jaja es mi colchón de aire así nadie puede hacerle algo a mi bebé.- sonrió y no pude evitar soltar una ligera sonrisa.

Aun no estaba completamente oscuro pero la noche ya se veia venir, mire a mi alrededor a ver si veía el auto de Louis cerca pero mi búsqueda se paró en seco cuando lo vi...

Ahí estaba el recargado en ese bonito auto negro parecía esperar a alguien. Mi vecino.

-Sexy, ¿no lo crees?.- la voz de Trina me trajo de vuelta al ahora al darse cuenta de a quien miraba.

-¿Lo conoces?.-sone más curiosa de lo que quería

-Todo mundo conoce a Harry Styles.-dijo exaltada.- Es un chico realmente interesante

-¿Por qué dices eso?...

-Pues dicen por ahí que es un chico malo.- Trina mordió levemente su labio

-Malo...¿en que aspecto?.- me confundió su expresión

-Pues es una historia interesante, se dice que su padre es uno de los mejores gansters de San Francisco y que el chico sexy que ves ahí sigue sus pasos.- dijo mirándolo discretamente.

-¿U-un Ganster?.- la sorpresa en mi rostro no se hizo esperar.- Y...¿por qué si se sabe eso no lo detienen?

-Porque dicen que su padre tiene contactos con el gobierno, y me refiero a "buenos cotactos", su hijo Harry obviamente es su protegido y a pesar de ser intimidante todos los chicos desearían poder ser su amigo y todas las chicas desearían poder pasar una noche en la cama con el.-Trina me veía fijamente con una sonrisa picarona.- jaja pero no te asustes sólo son habladurías de las personas, o ¿porqué tanto interés en el?.- ahora era ella quien me miraba curiosa.

-Es mi vecino.- dije en susurro

-¡¿QUÉ?!.- puedo jurar que su grito de escucho hasta Alaska.- ¡¡Oh por Dios!! El chico más sexy que conozco ¿es tu vecino?.- la emoción de su voz me saco de concreto.-debes invitarme a tu casa.- su sonrisa era enorme

Una ligera sonrisa se escapó de mis labios cuando el sonido de un auto hizo que prestará mi atención en el, era Louis quien venia a recogerme.

-Debo irme, te veo mañana.- le Di un beso a Trina y me encamine al auto de mi hermano

-¡No olvides invitarme algún día!.- el tono divertido de su voz hizo que sonriera.

Sin pensarlo mucho me subí al auto de Louis, mire por la ventana discretamente pero Harry ya no estaba ahí, ni si quiera note en que momento se había ido.

-¿Quién era ella?.-La voz de mi hermano me saco de mis pensamientos.

-Una chica de la universidad, se llama Trina, es divertida.- sonreí

-Me da gusto que socialices, auque de ve que es una loca.-sonrió de oreja a oreja

-Lo es.- una ligera sonrisa se escapó de mi

El transcurso de la universidad a nuestro departamento fue tranquilo, Louis y yo hablábamos de como había estado nuestro día y cuando menos me di cuenta ya estábamos en el edificio.

-Bueno enana, te veo mañana en la mañana.- dirigí mi vista directo a el

-¿A que te refieres?.- estaba confundida

-Me dieron la oportunidad de tomas horas extras en el hospital, no quiero desaprovecharlas.- sonaba tranquilo

-Entiendo...bueno entonces te veré mañana.- le sonreí le di un beso en la mejilla y baje del auto.

En cuanto puse un pie dentro del edificio Louis prosiguió su camino al hospital.

Subí las poco iluminadas escaleras hasta llegar a mi piso. Camine directo hasta la puerta del apartamento, abrí mi bolso para buscar mis llaves y... mierda tanto mis llaves como mi celular se habían ido en el auto de Louis. Entonces ahí estaba yo parada frente a la puerta de nuestro departamento sin poder entrar. Intente forcejear la cerradura pero evidentemente nunca iba a abrise.

-¿Problemas con la puerta?.- una voz ronca a mis espaldas hizo que la sangre helada recorriera mi cuerpo y por un segundo dude en voltear para enfrentar al dueño de aquella voz.

 GANSTER- Primera TemporadaWhere stories live. Discover now