Capítulo 48

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Una vez que pasamos Los Ángeles, el bólido aumenta la velocidad, mientras que la noche cae suavemente, a lo largo de la costa pacífica sobre la Celebre State Route One que va hacia el norte. Entre las largas playas de Santa Bárbara, la costa salvaje de Big Sur y sus Colinas brumosas que caen hacia el océano.
Durante horas, me dejo arrullar por el zumbido del motor hasta callarme por completo, con la mano cálida de Lauren reposando sobre mi muslo y la mía perdiendose entre los cabellos finos de su nuca. La velocidad, la noche, la naturaleza y el silencio la tranquilizan, lo se bien. Y dejo que esto la cure ya que to todavía no puedo hacerlo.

Anton llama una quincena de veces al celular de su protegida, así que termino por responder en su lugar para explicar que todo esta bien, o casi, que nos dirigimos a algún lugar en California, aun cuando ignoro cual, y que la cuidaré. El joven guardaespaldas se conforma con esta información por ahora, y me pide llamarlo cuando hayamos llegado.

Estoy medio dormida cuando el auto se detiene, a orillas del agua, detrás de la reja de una esplendida villa. Atrás, donde mi chica se estación, la terraza se extiende hasta llegar a la fina arena de la playa. Me tardo algunos segundos en darme de cuenta de que es de día y que no estoy soñando, en medio de esta inmensa sala sobriamente decorada en tonos blanco y crema, calentado por vigas claras en el techo y sólidos muebles de madera. Y el agua verde y blanca que se estira a lo largo de la casa.

-¿Donde estamos? Farfullo recobrando el animo. ¿Es la casa de vacaciones de Nicolas Cage?

-No, la mía. Condujimos un poco mas de lo previsto, hasta Carmel.

Un vistazo a mi reloj me hace darme cuenta que dejamos el castillo de Palm Spings desde hace unas 10 horas. Y que no hice ninguna pregunta durante las últimas 3 o 4 .

-Condujiste toda la noche, debes estar agotada... Avanzo hacia mi princesa para acurrucarme contra ella.

-Todavía no lo suficiente, me sonríe levantándome entre sus brazos para llevarme afuera.

Apenas son las 10 de la mañana y el sol de finales de agosto ya esta pegando fuerte. Lauren rodea la villa, como si no pesara nada, y me lleva a otra terraza, sobre la costa, donde se encuentra una piscina turquesa en forma de laguna. Ella me coloca justo en la orilla murmurando con su voz ronca:

-¿Te lanzo vestida o me ocupo de tu ropa primero? Me amenaza con una sonrisa?

-¿Hablamos de lo que paso ayer o seguiremos haciendo como si nada hubiera pasado? La confronto poniendo mis puños sobre mis caderas.

-Mas tarde, Camila, se acerca para desabotonar mi camisa sin mangas.

Dejo que sus dedos ardientes rosen mi piel, que su aliento cálido pasee por mi rostro, mientras que todo mi cuerpo se despierta y mi mente traviesa decide hacer una locura. Como mi chica sexy no tiene ganas de hablar, ya que espera que la ayude a olvidar todo, la empujo con todas mis fuerzas a la piscina.

Cuando remonta a la superficie, su risa gutural me llana las orejas y me inflama el corazón. Misión cumplida. Entro de inmediato al agua para enfrentarme a ella.

-Creo que tenías mucho calor, allá arriba... Me justifico colgándome de su cuello. ¿Ya estas mejor?

-No tienes idea del bien que me hace... Peso sabes que me las vas a pagar muy caro, dice mordiendo golosamente mi labio.

Me hundo bajo el agua azul, ella me atrapa sin esfuerzo y desliza mis piernas alrededor de su cintura para imbricarnos mejor.

-¿Estas segura de que no eres una sirena? Te gusta demasiado el agua pera ser humana, gruñe mi princesa empapada.

La multimillonaria, y mi diario.(Camren g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora