Capítulo 31

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Una hora despues, luego de mil provocaciones, miles de besos y diez movimientos casi descontrolados, Lauren va a abrir la puerta al repartidor. Regresa, con la camisa desabotonada y un pantalón de mezclilla ajustado, y trae comida suficiente como para alimentarnos durante una semana.
Nos sentamos alrededor de la mesa de centro, sobre la alfombra y habrimos las grandes bolsas de papel.

-Una chica que quiera gustarte no comería ni la décima parte de esta comida... Bromeo un poco...

-Tu no quieres gustarme y eso es lo que me gusta más, Camila.

-Otros preterirían que pesara dos o cuatro kilos menos...

-Eres bella y sexy además yo no soy otros. Y me gustan las mujeres de verdad, no su versión fotoshopeada, dice levantando los hombros y mordiendo un pedazo de pan.

Me da la otra mitad, entreabró la boca y la muerdo.

-No hay nada mas sensual que esto... Habria que estar loco para no darse cuenta, dice con una voz ronca, devirandome con la mirada.

-A veces me cuesta trabajo creer que existes... Que no te estoy soñando... Murmuró.

-¿Por aue?

-Porque te pareces a ellos...

-¿A quienes?

-A mis personajes. A los que invento.

-¿Te inspiras en hombres o mujeres reales? Me pregunta mientras llena mi copa con un vino tinto carnoso y fuerte.

-Hasta ahora ningún hombre ha estado a la altura de los que invento. Todos suelen ser imperfecto, esconder grandes secretos, abusar de su pequeño mundo. Todos están dotados de un suplemento de alma. Ellos hicieron que me reconciliara con el amor. Al menos, con la esperanza de conocerla/lo algún día, confieso bajando la guardia.

-Camila...

-No te preocupes, ¡No te estoy poniendo la soga al cuello!, digo riendo para relajar el ambiente. Lo único es que me sorprendes, Lauren. Cada día un poco mas...

Un ángel pasa. Sus ojos. E analizan y estoy a nada de derretirme. Luego, una luz alegre atraviesa su mirada y mi princesa dice con voz tierna:

-Mientras pueda admirar esa sonrisa puedo decir que estoy cumpliendo mi misión...

-Que suenen los violines... Digo ironizando para ocultar mi emoción.

Oh, oh...

-Creo que venus necesita una buena lección, dice empujandome hacia el piso.

Grito con todas mis fuerzas. Hace que me calle poniéndome la mano en la boca. Su cuerpo está sobre el mio y siento sus pecho contra los mios. Una de sus piernas está entre mis muslos. Siento vértigo...

-¿Tienes algo que agregar? Pregunta con una voz amenazadora.

-¡Si! Contesto rebelandome.

-¿Una disculpa?

-¡Claro que no!

-¿Entonces qué?

-Esto...

Le pellizco los costados y se sobresalta. Encuentro la manera de escapar, levantándome a toda velocidad.

El body combat es la invención del siglo.

Pero no tengo tiempo suficiente para salir de la habitación cuando sus manos se apoderan de mi cintura, me regresan y me pegan a la pared.

-Insolente... Murmura.

-Eso te gusta...

-En ti, si, gruñe con una voz entrecortada.

La multimillonaria, y mi diario.(Camren g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora