Capítulo 15

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Mañana es el día de las madres en Francia. En Estados Unidos fue hace 3 semanas, y a mi madre le encantaba que la felicitemos 2 veces. Ella dice que se lo merece ampliamente. Mañana nos conectaremos a Skype con Justin y le diremos de nuevo a Sinuh Estrabao cuan maravillosa es, cuanto la amamos y cuánta falta nos hace. Y evitaremos la mayor de las preguntas sobre nuestras respectivas situaciones sentimentales. Y le mentiremos un poco contándole que vivimos en una nube, que todo va increíblemente bien y que no tiene nada de que preocuparse.

Busqué en Google, el día de las madres cae el segundo domingo de mayo en Dinamarca, como en Estados unidos. Esta información no tiene ningún interés, pero cuando estoy interesada en una mujer, necesito saber todo, de inmediato. Aunque no lo pueda preguntar directamente y este obligada a encontrar mis respuestas en sitios de embajadas, turismo y otros blogs de viajes.

¿Pero que me sucede al querer obtener la información de una mujer con la que me acosté una sola y única vez?

Así que, internet me informo que Lauren no era la hija de la reina de Dinamarca, sino su sobrina. Su madre es la hermana de la reina y ella misma tiene 2 hermanas mayores. Entonces, Lauren nunca sera reina; a menos que la familia entera muera de una gripe fulminante- hace frío allá, ¿no?-, o de una intoxicación de arenque o de salchicha- si, lo busque, los daneses no se alimentan  más que de eso.

A pesar de la información recolectada en Wikipedia- Lauren Jauregui, 32 años, soltera, a gran perjuicio de la familia royal- no puedo evitar preguntarme: ¿hay una mujer a la que mi princesa mira diciéndose que algún día ella sera la madre de sus hijos? ¿Y que ella podrá, en un bello domingo soleado, regalarle una rosa roja, o mas bien, un juego de diamantes, tan solo para agradecerle el haberle dado un bebe?

Si ella es una Alteza serenisima, yo soy la reina de las bobas patetiquisima.

A pesar de la semana que término,  todavía tengo problemas para aceptar compartir la cama con una princesa, una real- y no solamente su cama... Su muro y su alfombra. En 7 días, me convertí en el cliché de la pobre chica que espera cerca de su teléfono mientras que su aventura de una noche ni siquiera le pidió su número. Ni siquiera a mis heroínas de papel les impuse eso.

¿Y si Lauren también, por su lado, espera una señal de mi parte, una visita inesperada a su hotel privado, una llamada imposible en la que sin embargo cree...?

No, evidentemente no, una princesa millonaria tiene miles de cosas mas por hacer.

Como a menudo los sábados por la tarde, voy a visitar a mi vecina de piso
Aimee Salomon, una pequeña anciana de 75 años a quien le gustaba ofrecerme el té  y a quien me encantaba escuchar hablar. Con su voz ronca de anciana fumadora, me habla de la última discusión de los vecinos de arriba, Plumeau, el Palomo a quien casi logro domesticar. Yo aprovecho para contarle mis historias de amor fracasadas o inexistentes, ella se burla de mi sin nunca tener compasión y me repite sin cesar que una pasión turbulenta vale más que una vida entera esperando el amor perfecto que nunca llega.

Me imagino que habla por conocimiento de causa...

A pesar de su rostro cansado y su pasado muy lleno, a Aimee le gusta la buena vida, a quien le gusta comer, beber, reír y bailar, que habla de sexo hasta hacerte sonrojar, que escucha televisión demasiado fuerte y que se emperifolla todos los días.

-¡Aimee, no me escuchaste tocar a la puerta, me permití entrar!
Intento gritar por encima del documental a todo volumen.

-Es la repetición, ya lo vi 2 veces, me dice al recibirme, refunfuñando. Voy a poner agua a calentar, agrega levantándose difícilmente partir a apagar la tele.

-¡Deja, yo voy a hacerlo!.

-Podré estar vieja y gorda, pero todavía no estoy invalida, mi pequeña Camila, me gruñe con su sonrisa maliciosa.

Una vez el té y los pastelitos servidos, mi pequeña vecina no se hace de rogar para contarme todo lo que sabe sobre la familia real danesa.

-La reina Cecilie de Dinamarca es una mujer de firmeza, con un físico un poco ingrato, el cual compensa con una buena dosis de autoridad. Doble de tener unos 60 años. Esta casada con el príncipe consorte August,  es un hombre Colorado y simpático, completamente opacado por su mujer pero que no parece quejarse. Y tiene un hijo único, Sebastián, quien se supone deba reinar pronto, tiene casi 40 años, el pobre... ¡Pero la reina no soltara el trono tan fácilmente.

Esa perseverancia me recuerda a alguien...

-Ademas, los daneses tienen una notable preferencia por la hermana menor de la reina, la princesa Clara, que es extremadamente bonita y mucho mas dulce, femenina, sonriente, calurosa... Me parece que tiene un pequeño lado de Lady Di, continúa mi vecina entre dos tragos de té.

Entonces la dulzura no se transmite por los genes, si esa mujer es, efectivamente la madre de mi princesa rufiana.

Mm... ¡Stop!

-A su lado, la reina Cecilie luce fría, casi austera.  Se viste de manera muy estricta, fuma en publico, adora a su ejercito y lo dirige todo con mucha firmeza. Pero eso no impacta a Dinamarca: hace mucho tiempo que le permiten a las mujeres reinar; incluso votaron por la igualdad entre chicas y chicos en el orden de sucesión al trono. ¡Allá, las mujeres estan en el poder y los hombres en la casa! ¡Eso me habria gustado, creo!, me dice sonriendo Aimee, levantando su pequeño puño arrugado de abuelita feminista.

Y eso le da un punto extra a Lauren y su país feminista...

Sin embargo, me pareció que le gustaba mucho el poder, esa famosa noche... Pero bueno, me estoy desviando.

-¿Por que quieres saber todo esto, mi pequeña Camila?, me cuestiona mi amiga de cabello blanco.

-Por nadaaaa... Bueno si, para mi nueva novela, improviso de inmediato, escondiéndo mi rostro enrojecido detrás  de los pastelitos.

-De tanto crear príncipes y princesas azules, vas a terminar creyendo que existen, se burla amablemente Aimee.

-¡Al menos sabré reconocerlo (a) cuando se aparezca en mi apartamento!, ironizo yo, intentando expulsar a mister L de mis pensamientos.

Un cortejo de automóviles tocan las bocinas ruidosamente bajo las ventanas abiertas, Aimee la curiosa se precipita a ellas para presenciar el espectáculo, gritandome que vaya a verlo: sentados en la parte trasera de un convertible, una pareja de novios ebrios de felicidad, que tienen sus rostros al sol, seguidos de sus familias y amigos con sus automóviles lindamente decorados, sus sonrisas encantada, sus brazos que se agitan a través de los cristales. Como si no les bastará ser insolentemente felices, como si también tuvieran que informarselo a todo el vecindario- y molestar a los pobres divorciados, viudos desconsolado y otros solteros amargados.

No, no se en lo absoluto a quien me refiero...

-Es un lindo día para casarse, comenta mi vecina ssoñadora.

-Sí... O un lindo día para soñar...
-----------------------------------------------------------Para los que no entienden porque le puse su Alteza serenisima este el el significado

En naciones cuya forma de gobierno es una monarquía, el monarca, los miembros de la familia real, y miembros de la nobleza del país reciben generalmente alguno de los siguientes tratamientos protocolarios: 

Su Alteza Serenísima (S. A. S.) — en algunas naciones que son principados, como Mónaco o Liechtenstein, los monarcas tienen este título.

Bye

La multimillonaria, y mi diario.(Camren g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora