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Hoy. No. Puedo. Ser. Idiota.

Estoy extasiado. Y también me muero de miedo. Jin está haciendo el desayuno y yo estoy intentando no morir de nerviosismo. Hoy lo llevaré a la cabaña para proponerle matrimonio.

La verdad, no pensé que me fuera a poner de este modo. Aunque tampoco me paso por la cabeza que estaría tranquilo, así que el resultado es que espero no tartamudear durante todo el día. Espero.
–¡YoonGi!, ¡ya está el desayuno!–grita Jin desde la cocina. Bajo rápidamente y me siento a la mesa. Jin me pone un plato y me sirve panqueques. Lo miro alzando una ceja.
–Esto es muy americano, ¿no crees?.
–Quería hacerlos, llevo tiempo sin prepararlos–dice con una sonrisa. Comienzo a comer. Jin se sienta y también se sirve, luego llena dos vasos con leche y me mira. Intento que su mirada fija no me incomode.
–YoonGi.
–¿Mm?.
–Te quiero–me dice con una sonrisa mientras se lleva un pedazo de panqueque a la boca. No puedo evitar sonreír levemente.
–Arréglate bien hoy, Jin.
–¿Para?–me mira entre contento y confundido. Sigo comiendo y Jin no quita su mirada de mi.
–Tengo una sorpresa para ti, necesito que te arregles muy bien.
–Oh, bueno–sonríe.
No sabe qué tan sorprendente es lo que estoy planeando para él.

No lo arruines, idiota.

——————

A las 12.30 Jin termina de arreglarse. Se puso realmente guapo. Una camisa de cuadros rosa y los pantalones negros que hace tiempo le ayudé a escoger. Sus tenis son blancos. Me encanta.
–Vámonos–Me dice caminando hacia mi. Salimos de la casa y Jin me abre la puerta del copiloto, yo niego.
–Tú te sientas aquí–le digo. Él se ríe.
–Oh vamos, YoonGi, sabes que no me molesta conducir.
–Lo sé–doy la vuelta y abro la puerta del piloto, antes de que Jin reaccione, yo ya estoy dentro–. ¡Ya!, ¡se hace tarde!.
–YoonGi–Jin se mete en el asiento del copiloto–. ¿A dónde vamos?.
–Es una sorpresa–sonrió y arranco, Jin se limita a mirar por la ventanilla.

———————
La cabaña de los tíos de Nam y Jackson está a las afueras de la ciudad, solo falta media hora. Jin me ha estado platicando sobre sus proyectos y de una tienda de ropa que quiere visitar. Yo solo le cuento sobre los mensajes acosadores que Jackson me manda de vez en cuando.

Después de unos veinticinco minutos, pasamos por una entrada de piedra. Estamos cerca. Miro rápido a Jin, él está fascinado mirando el amplio campo que se extiende a nuestro alrededor. Sonrió para mi mismo. Le está gustando.

Bien, ahora no lo arruines.

Doy vuelta en una rotonda y ya se ve la enorme cabaña frente a nosotros.
–¡YoonGi! ¿Ya viste?–siento la mirada emocionada de Jin. Lo miro y asiento.
–Ahí nos quedaremos hoy.
–.... ¿Hablas enserio?–noto entusiasmo.
–Si.
–¡Acelera!–lo hago.
Una vez que estamos estacionados fuera de la casa, Jin se baja hecho diablo y se planta en la entrada, yo me bajo y voy a abrir la cabaña. En cuanto está abierta, Jin entra corriendo a recorrerla completa.
–¡Jin!, ¡ten cuidado!–solo recibo como respuesta una risa sonora y feliz. Sonrío.
Busco en mi traje el bolsillo en el cual guardé el collar de Jin. Si, collar.
Decidí que un collar con una figura de hongo con la fecha del día que le pediré matrimonio seria algo mejor que otro anillo. Solo espero que a Jin le guste.

Subo y me encuentro con un Jin feliz que mira la cabaña asombrado. Me acerco y lo abrazo. Él sigue en lo suyo.
–¿Cómo la conseguiste?.
–No preguntes.
–Es asombroso...–se gira para verme–. ¿Hay algo en especial por lo que hacemos esto?–intento que mi cara siga neutra. Parece que lo logre, pues Jin me sigue mirando exigiendo una respuesta.
–Lo sabrás más tarde–le digo. Él frunce el ceño.
–¿Por qué tan misterioso hoy?.
–Porque si.

Since I Saw You [Sujin]Where stories live. Discover now