Since I Saw You [Sujin]

28

Jin Pov.

Llegamos al aeropuerto una hora antes. Estaba abarrotado de gente y noté que YoonGi estaba mucho más serio de lo normal. Me empezaba a dar miedo.

Después de dejar nuestras maletas en la cinta, YoonGi y yo decidimos que sería bueno comer algo—en realidad, creo que eso lo decidí yo, él solo asintió cuando se lo propuse—por lo que nos fuimos a un Subway y yo compré un sándwich de albóndigas. YoonGi solo pidió una galleta de chispas de chocolate.

–Jin–la voz de él hizo que apartara el sándwich de mi boca.
–¿Si?.
–¿Será un vuelo muy largo?.
–Si, ¿por?–noté que YoonGi tamborileaba la mesa con sus dedos. Era algo así como su tic nervioso.
–Nada... Solo quería saber–asentí y seguí comiendo sin dejar de mirarlo.

Algo no estaba bien.

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Llegó la hora de abordar. Mientras caminábamos para subir al avión, noté que YoonGi no paraba de mirar a todos lados. Eso me ponía algo nervioso.
Cuando llegamos a la entrada del avión YoonGi se quedó parado unos segundos. Ante la mirada poco amable de las azafatas, YoonGi decidió—por fin—moverse.
Fuimos a nuestros asientos y él rápidamente se abrochó el cinturón. Yo no dejaba de mirarle de forma extrañada. Nunca le había visto así.

–¿Te pasa algo?–me atreví a preguntar.
–Para nada–contestó seco. Yo miré por la ventanilla. Ya íbamos a despegar. Volví mi mirada a mi novio. Él aún veía sus manos.

Después de unos minutos, el avión comenzó su recorrido por la pista haciendo que éste se moviera un poco frenético. Escuche unos ruidos extraños y miré a YoonGi. Estaba gruñendo levemente.
No pude evitar sonreír. Parecía un gato enojado, tal como Jackson, Jimin y Namjoon le decían.

Sin pensarlo mucho, puse mi mano sobre las suyas. Él me miró. Yo le dedique una sonrisa.

–Tranquilo–él volteo su mirada y luego volvió a verme.
–Yo nunca me había subido a un avión...–apreté sus manos. Él cerró los ojos.
–Me lo pudiste haber dicho antes.
–Lo sé–el avión comenzó a ascender. Vi como YoonGi apretaba con fuerza sus ojos. Después de unos segundos, ya estábamos en el aire.
Deje de apretar las manos frías de YoonGi. Él, poco a poco, comenzó a abrir los ojos.

–¿Ya estamos volando?–me miró inmediatamente cuando abrió los ojos por completo.
–Si, ya está todo bien–me incline para poder darle un beso en la mejilla—que estaba igualmente fría—y él suspiro.
–Creo que voy a dormirme.
–Me sorprendería que no lo hicieras–dije riendo levemente. Él solo me miró entre serio y divertido y se volteó. Yo volví a inclinarme para besarle detrás de la oreja a lo que él respondió con un gruñido.
–Déjame dormir SeokJin...
–Como quieras Min–sonreí y me volteé a la ventanilla.
Me encantaba mirar las nubes cuando me subía a los aviones. Es como ver algodón de azúcar flotante.

A los pocos minutos una azafata salió para decirnos que el avión contaba con wifi. Inmediatamente saque mi laptop de su maleta y me conecté—la red y contraseña estaban al final del folleto del avión que estaba enfrente detrás de los asientos—entré a mi Facebook. Tenía mensajes de Jungkook.

<<Hola Jinnie! Cómo estás? ^^ espero que tengas un buen vuelo!>>

<<Jin! Jimin está en mi casa y no sé qué hacer! :'v cuando veas esto por favor escríbeme>>

<<Olvida ese mensaje ^^ ahora Jimin ya se fue, estuvimos viendo películas y luego él se puso a jugar los juegos de vídeo que nunca uso>>

<<Jin, recuerda el plan. Tienes que hacer que YoonGi se lo pase MUY bien>>

No sabía si reír o no. Jungkook me había contado—por mensaje—que quería invitar a Jimin a salir. Si, a Kookie le gustaba Jimin. Y, por lo que yo sabía, Jimin le correspondía.
Me alegro saber que todo había ido bien.

Por otro lado, había olvidado por completo el asunto de YoonGi.
Teniendo en cuanta que yo estaría todo el día fuera—de las ocho a las seis de la tarde—no tendría mucho tiempo para conseguir su regalo. También tendría que pensar bien a dónde llevarlo.

Cerré la laptop y la guarde. Miré a mi dormido novio. Se veía tan lindo... Saqué mi celular y, con cuidado de no despertarlo—lo cual es casi imposible—le tome una foto.
Su cabello caía por su cara haciéndolo parecer un niño pequeño. Sus finos labios estaban un poco abiertos.
Sin poder evitarlo, me sonroje. Decidí que esa foto sería mi nuevo wallpaper.

Cuando tome mi teléfono y vea la foto, me dará un golpe.