Capítulo 2

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CAPÍTULO 2

Cuando Jon abrió los ojos se encontró en aquella cueva, se sentó desorientado e intentando recordar por qué estaba allí hasta que todos sus recuerdos cayeron como un rayo sobre su cabeza y buscó con la mirada a Robin que había desaparecido y eso lo asustó, capaz había sido de haberse ido sin él y haberle dejado en aquella desoladora montaña alejada.

Escuchó unas voces muy familiares que procedían del exterior y salió corriendo para ver a sus amigos; los Teen Titans

– Al fin despiertas colega – saludó un chico peludo de piel verde, ojos verdes, orejas puntiagudas, colmillos y traje rojo y blanco

– ¡Chico Bestia! - sonrió corriendo hasta él para darle un abrazo, era tan bueno saber que volvería a casa

– Estábamos preocupados– habló una chica de piel anaranjada, pelo rojo muy largo que se movía como las llamas, ojos completamente verdes y un traje de malla violeta y blanco muy ajustado que mostraba su bien formada figura – sentimos no haber venido antes pero con la tormenta que se formó nos era imposible localizaros

– No te preocupes, por suerte pasamos la noche aquí ¿y... y Robin? - lo buscó con la mirada pero solo veía a esos dos

– Se ha ido con Raven y Aqualand a la torre para tratarle lo del brazo estábamos esperándo a que te despertaras ¿qué os pasó? - preguntó el chico verde

– Una misión que no salió... - se llevó una mano a la nuca mirando hacia otro lado - ¿cómo os fue lo vuestro?

– Bien – sonrió la chica – vamos, tu madre nos llamó a la torre estaba preocupada, seguro que ya la tendremos allí

– Ay madre – se puso pálido esperando la bronca que le echaría, era irónico que le temiera más a su madre que a su padre que era el hombre más fuerte del mundo

– Sí, la tuya – se rió Chico Bestia entrando junto a él en uno de los muchos jets que Batman le dio a los Teen Titans.

Después de haber llegado a la torre y de la bronca que le echó la madre de Superboy a su hijo su imprudencia volvió a casa recordando el instante en el que su mirada se cruzó con la de Robin cuando salieron y como este le ignoró y siguió mirando por su ordenador. La mirada que le echó le hizo sentir mal y darle una desagradable sensación en el estómago pero era normal después de ese suceso tan raro que les pasó

– Hola – saludó con una gran sonrisa el padre de familia cuando entraron en casa y les dio un beso a cada uno– ¿qué haces por aquí Jon? ¿No tienes clase? – le acarició la cabeza a su hijo

– Ha regresado de una misión muy peligrosa a saber dónde, podrías haber muerto ¿qué te dije de las misiones? Si van a durar más tarde de las diez no podías ir y ¿tú qué? – miró a su marido – podrías haber avisado también que ibas a tardar

– Lo siento estuve en el espacio y no pude...

– ¡Un día de estos me vais a matar del susto!

– Pero mamá era algo muy...

– Lois – llamó Superman a su mujer para calmarla y apiadándose de su hijo – a veces las misiones se alargan pero sabes que Jon se las arregla perfectamente

– Tú no le alientes. Solo tiene catorce años Clark– paró al del rizo y después miró a su hijo – nada de misiones hasta que yo te lo diga

– ¡¿Qué?! Pero mamá...

– ¡A callar! – alzó un dedo en señal de que se callara – ahora coge tu mochila, por suerte solo te has perdido las dos primeras horas de clase – señaló las escaleras en dirección a su cuarto

Tensión sexualWhere stories live. Discover now