Neve (Saga SEAL 1)

Capítulo 9

Salimos del edificio poco después de nuestra huida por el hueco de la pared. Siento tal alivio de no estar ya allí encerrada que quisiera reír y saltar pero no lo hago porque continuamos corriendo. Al parecer ellos creen que aún no estamos a salvo. Yo con notar el sol en la cara ya me siento libre. No sé cuánto tiempo hace de la última vez pero a mí me han parecido siglos.

Mientras corremos, uno de ellos está comunicándose por radio con alguien para que nos recojan en algún lugar al que llaman punto de extracción. Y yo empiezo a pensar que sería mejor decirles ya que tenemos que separarnos. Ahora que he escapado debo seguir por mi cuenta para no causarles más molestias ni ponerlos en peligro. No más de al que ya se han enfrentado por protegerme sin conocerme de nada. Ni siquiera sé porqué confié tan rápido en ellos. No es algo que suela hacer. Mis padres me enseñaron a desconfiar de todo el mundo y mantenerme al margen siempre. Oculta incluso a la vista de todos.

Pero cuando choqué con ellos, con él, no dudé un segundo en darles mi confianza. Tal vez me sentía desesperada. O tal vez la mirada sincera de su líder me convenció. Solo sé que al final mi instinto no fue tan desacertado porque me defendieron sin yo pedírselo incluso sabiendo que nos iban a matar a todos si no me entregaban. Por eso no podía dejar que muriesen, por eso hice lo que debía aún a riesgo de delatarme.

-Al noroeste - dice después de guardar la radio -. Diez minutos.

Abro la boca para decir algo pero cierran todavía más el círculo en torno a mí, para protegerme de una amenaza que yo no logro ver pero que al parecer ellos sí pueden, y no me permiten hablar. Me arrastran con ellos campo a través sin darme más opción que acompañarlos. Aún así yo no dejo de pensar en la mejor forma de decirles que me voy sin sonar desagradecida.

Poco después Hank alza una mano y todos se detienen al mismo tiempo. El que está a mi derecha me sujeta por el brazo evitando así que dé con mi cuerpo contra la espalda del cabecilla del grupo. Iba tan absorta en mis pensamientos que ni cuenta me di. Después me obliga a agacharme a un gesto de su jefe. Cuando lo miro disimuladamente, me sonríe.

-El halo no tardará - dice Hank -. Atentos para la extracción. Tiene que ser rápido y preciso. No creo que tarden en encontrarnos.

-Yo... - empiezo a hablar pero me detengo al notar sobre mí ocho pares de ojos. Cada vez que hacen eso me siento pequeña.

-Adelante - me anima.

-Es mejor que nuestros caminos se separen aquí - digo finalmente echándole valor -. No quiero que penséis que no os agradezco lo que habéis hecho por mí pero estar a mi lado es peligroso. Lo mejor para todos sería...

-Te vienes con nosotros - me interrumpe al que llaman Fisher. Después mira al jefe -. Se viene con nosotros, ¿verdad, Hank?

-Por supuesto - asiente él -. Te pondremos a salvo primero y después podrás decidir qué hacer.

-No debería seguir con vosotros. Solo seré un estorbo y un gran problema - necesito hacerles entender que no es buena idea -. No van a dejar de perseguirme. No quiero que...

-Con más razón te vendrás con nosotros - me interrumpe ahora Hank -. Conseguiremos que alguien te meta en el programa de protección de testigos si es necesario y te hará desaparecer del mapa. Empezarás una nueva vida, con una nueva identidad y no tendrás que huir de nuevo.

-No servirá de nada. Mis padres lo intentaron. Cambiamos de apellido casi tanto como de ciudad y al final nos encontraron - la pena me invade al pensar en ellos. Creo que solo ahora empiezo a asimilar que ya no volveré a verlos. Parpadeo varias veces para evadir las lágrimas.

-Esta vez no podrán encontrarte - me asegura.

-Ya llega - dice alguien y todos se movilizan, colocándome una vez más en medio y sin dejarme responder a Hank.