El Límite del Deseo

La boda

Alondra abrió las persianas de mi habitación y dejo que el sol entrara e iluminara toda la habitación,me levanté de la cama y me acerqué a la ventana era un día realmente hermoso el sol brillaba más de lo normal y los pajaros cantaban y cantaban una melodía agradable.

-Date una ducha y yo iré a comprarte algo para que desayunes Laura,no olvides que te quiero y estoy muy felíz por ti.-dijo Alondra con voz cálida y me abrazó.

-Yo también te quiero mucho amiga y no te vayas a tardar aquí te espero para desayunar.

-Yo ya desayune Lau y antes de que se me olvide tus papás llamaron a las 3:00am para decirte que ya estaban aquí en México y se habían instalado en un hotel cerca de aquí; no te desperte por que tu mamá me dijo que te dejara descansar de hecho tú mamá vendrá a las 10:00am.

-Esta bien Alondra muchas gracias por estar en todo esto conmigo.-dije sonriendo.

-No tienes nada que agradecer amiga me da mucho gusto que estés pasando por todo esto,además si no estuvieras con José Pablo tal vez yo no hubiera conocido a Mauricio.

-Oye y a todo esto,¿Qué está pasando entré tú y Mauricio?-pregunte mirando a Alondra.

-Pues no te había dicho nada pero ya somos novios.-respondió Alondra emocionda.

-¿Por que no me habías dicho nada? Se que casi no hemos tenido tiempo para nosotras pero créeme que me alegra mucho el saber que Mauricio es tu novio,¿Desde cuándo lo son?-pregunte sorprendida.

-Cuándo tú y Pablo se fueron a Argentina para la graduación de Jonathan yo me la pasé con Mauricio y uno de esos días me llevó a cenar y ahí me pidió que fuera su novia no sabes Laura fue algo realmente hermoso. Pero después hablamos de éso ahorita la importante eres tu Laura hoy es tu día.-contestó Alondra con una sonrisa y enseguida me dió un beso en la frente.

Alondra se fue a comprar algo para que yo desayunara y yo me metí al baño para darme una ducha,al salir de la ducha mi habitación estaba llena de personas; estaban mis damas que eran mis amigas de la universidad y también estaba mi mamá. Las saludé a todas una por una y después empecé a desayunar cuándo terminé me cepille los dientes y comencé a alistarme.

-Laura por favor déjame arreglarte tu sabes que yo soy maquilladora profesional y nada me haría más feliz.-dijo una de mis amigas sonriendo.

-No Karen cómo crees,tú de esto vives así que si me maquillas al menos déjame pagarte.

-Claro que no Laura no me pagarás nada es más tomalo cómo mi regalo de bodas.

-Está bien Karen muchas gracias.

Karen comenzó a maquillarme y Alondra a peinarme mientras mis otras amigas se alistaban también,cuándo estaban por terminar llegó la mamá de Pablo.

-Laura estoy aquí para lo que necesites querida.-dijo la mamá de Pablo con una gran sonrisa.

-Muchas gracias señora.-respondí amablemente.

-Dime suegra Laura.

-Está bien suegra.-dije sonriendo.

-Laura te compré está lencería para que la uses hoy,tú sabes la tradición de usar algo regalado.-respondió Alondra sonriendo mientras me entregaba una bolsa dónde venía la lencería.

Me puse lo que Alondra me había regalado y enseguida me puse mi vestido de novia que era de una sola pieza, strapless y cierre de corsé que tenía un cautivador encaje con apliques y en las costuras laterales tenía pedrería,el vestido había sido un diseño exclusivo y lo habían hecho bordado a mano; era un vestido realmente hermoso para mi era perfecto.

-No cabe duda que eres la novia más hermosa del mundo Laura.-dijo Alondra mientras me contemplaba sorprendida,todas mis amigas también me alagaron diciendome cosas realmente hermosas y éso me hacía muy felíz.

-Laura seguiremos la tradición y cómo tienes que usar algo azul a mi me gustaría darte éste liguero.-dijo una de mis amigas y me entregó un hermoso liguero azul de encaje.

-Muchas gracias.-respondí sonriendo y enseguida me ayudaron a ponerme el liguero.

-Cómo algo viejo me gustaría que usaras éstos aretes que han pasado por 4 generaciones en mi familia y ahora son tuyos.-contestó la mamá de Pablo y me dió unos hermosos aretes de diamantes.

-Y por último algo prestado y yo quiero que uses está pulsera que me encanta y se que lucirá hermosa en ti.-dijo Karen sonriendo.

Cuándo terminé de alistarme y todas mi damas también nos fuimos a la iglesia dónde sería la ceremonia religiosa. En todo el caminó yo iba muy nerviosa aunque la felicidad sobrepasaba a mi nerviosismo. Al llegar a la iglesia ya se encontraba ahí mucha gente que al verme llegar se emocionó mi padre fue el primero en recibirme y me ofreció su brazo.

-Te vez bellísima hija y puedo notar que estás nerviosa,tú tranquila Laura todo saldrá de maravilla.-dijo mi papá con voz cálida.

-¿Y Pablo?-pregunte algo nerviosa.

-Él llegó hace 15 minutos y ya está dentro de la iglesia hija por favor tranquila.

Nos acercamos a la entrada de la iglesia y todas las personas que estaban a fuera se metieron para tomar asiento. Pude mirar que Pablo estaba parado frente al altar dándonos la espalda.

-¿Estás lista?-preguntó mi papá sonriendo.

-Si.-respondí dando un gran suspiro.

Tomé del brazo a mi papá y comenzamos a entrar a la iglesia,todas las personas se pusieron de pie y una música suave inundó la iglesia. José Pablo al escuchar la música se giró hacía dónde yo estaba y me miró con gran asombro mientras más me adentraba más nerviosa me ponía y Pablo no dejaba de mirarme y los ojos se le llenaban con lágrimas de emoción,llegamos hasta dónde estaba Pablo y mi papá le dió mi mano a Pablo.

-Pablo te estoy entregando a mi mayor tesoro y espero que la hagas muy feliz por que Laura ha sido el más hermoso regalo que Dios nos ha dado a mi y a su madre. Ella ha iluminado cada día de nuestra vida y lo que más queremos es que sea inmensamente feliz.-dijo mi padre con voz cálida.

-Tenga por seguro que me encargare de hacer feliz a Laura todos los días de mi vida,ahora ella es quien ilumina y le da sentido a mi vida así que debe estar seguro que Laura y mi hijo son lo más importante para mi y los cuidare cómo mi mayor tesoro.-respondió Pablo sonriendo.

Pablo y mi papá se dieron un gran abrazó y enseguida mi papá se fue a sentar. Pablo me miró con una gran sonrisa y me dió un beso en la mano.

-Nunca me cansare de decirte que eres la mujer más hermosa que han visto mis ojos.-respondió Pablo con voz suave.