Galería de Arte ✩ l.h

12 ✩ FINAL

Sky falleció dos días después de su ultimo encuentro con el fugaz amor de su vida. Él se había enterado de la manera más insólita de todas: la hermana de la pelirrosa se presentó en el museo y le dio la noticia. "Ella querría que tuvieras esto" dijo sin más, entregándole en sus manos el conocido maletín de pinturas. 

No lo abrió. No se sentía listo como para hacerlo. 

     Luke Hemmings no derramó ni una sola lágrima. No lo hizo cuando se enteró del accidente. No lo hizo en el funeral y no lo haría nunca. El dolor emocional y el vacío infinito que sentía no era digno ni del llanto; Sky se había llevado a su tumba su propio corazón roto, y él lo sabía. ¿Podrá dejar de culparse alguna vez?

     Sus pinturas ya no tenían la misma intensidad que antes, y los colores que esparcía sobre el lienzo no brillaban como él esperaba que brillen. El arte ya no lo salvaba de la miseria de la vida.

No quería que lo salve, en realidad. Ya no le importaba ni él mismo. 

Solía ver creatividad en todas sus ideas, pero luego de semejante suceso, ya no encontraba las fuerzas suficientes para hacer lo que amaba. Y sin eso, no era nadie.

Sentía que no era nadie. Solo un pequeño hombre a la deriva de sus tortuosos sentimientos.

No saldría nada bueno de ellos.

Ya no.

     Luego de no menos de tres meses se atrevió a abrir la valija. Pasó su dedo indice por cada una de las pinturas, recordando aquella tarde en la cafetería donde la pelirrosa le había dado sentido a la palabra maravilla.

     Se detuvo al tocar un papel que, en su última inspección, no estaba. Cuando lo tomó, derramó la primera lágrima. Esa que tanto se había hecho rogar. Con ella, vinieron todas las demás. Todas aquellas que se habían perdido en algún lugar pero que, ahora, regresaban a casa. 

     No era nada más ni nada menos que su pintura. Aquella que le había enviado por mensaje en sus primeras conversaciones. Impresa en papel fotográfico, llevaba consigo una pequeña descripción. La caligrafía de Sky era perfecta.

  "Eres una representación de lo que yo concibo como belleza, Luke" decía. 

  "Tú también lo eres" pensó él. "Me hubiese gustado poder habértelo dicho a tiempo".

FIN