Galería de Arte ✩ l.h

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Sky simplemente no soportó el ambiente. Sumándole ya al caluroso clima de julio, el lugar estaba atestado de gente, bailando pegados y bebiendo cantidades inhumanas de alcohol. "Esto no es para mi" declaró la pelirrosa apenas entró. 

     Veinticuatro la estaba pasando tan bien que a Sky le dio pena molestarla. Obviamente sería más seguro pedirle que la lleve, pero no le hizo caso a sus pensamientos y bajando su vestido rojo hasta que tape todo lo que pudiera, caminó las pocas cuadras que la separaban del museo.

     Se dirigió directamente hacía el sector de pinturas de Miguel Angel y respiró profundo. No había nada más relajante que su escape; Ethereal estaba abierto las veinticuatro horas del día. A pesar de ser un edificio histórico y hermoso desde todos los puntos de vista posibles, contaba con entrada gratuita. Era triste que a pesar de eso fuera tan poco concurrido. Desde la perspectiva de Sky, la galería era probablemente el lugar más inspirador de la ciudad. 

Lástima que ella pensaba que no tenía la habilidad de producir algo admirable con esa inspiración. La tenía, claro que la tenía. Pero los seres humanos estamos condenados a ver potencial en todos menos en nosotros mismos. 

  —¿Concentrada, pelirrosa?—dijo una voz masculina detrás de ella.

     Ahí estaba él.

Algunos creen en el destino. Y otros, como yo, piensan que obtenemos siempre lo que merecemos. No importa que tan mala o buena fuera la vida de alguien, lo obtendría porque la cadena de acciones y verdades de la vida lo había llevado hacia ese momento.

¿Que tan mala o que tan buena habrá sido la vida de Sky Smith y Luke Hemmings para merecer conocerse?