CAPITULO 9

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AITANA

Pasaban los días, después de todo Natalie tenía razón; se habrán equivocado de número al enviarme el mensaje, puesto que no había tenido más noticias al respecto; aun así no dejaba de preocuparme. Hace tanto tiempo había dejado de pensar en él, que estoy segura que mi cerebro bloqueo esa parte, y estaba feliz con ello, ya que no seguía atormentando mi presente. Lo que se me hacía sorprendente es que a pesar del tiempo transcurrido, seguía temiéndole.

Me dirigía junto con Natalie a la dirección que anteriormente Katherine me había hecho llegar por mensaje. Ciertamente estamos desconcertadas, ya que no sabíamos para que nos había citado.

...

Llegamos al lugar y para nuestra sorpresa era un hermoso restaurante; bajamos del auto y nos adentramos en éste.

Dentro del lugar, se encontraba Katherine junto con su amiga Rebecca; me pareció extraño pero lo dejé pasar. Nos acercamos a ellas con su respectivo saludo.

-Bueno, pues ya nos tienes aquí Katherine, a que se debe esta inesperada salida? –le preguntó mi amiga a mi novia en un tono divertido. Miré a Katherine, que con un gesto le preguntaba lo mismo.

-emmm.... Que les parece si primero ordenamos lo vamos a cenar? – dijo, dándole a Rebecca una mirada cómplice. Asentimos.

Una vez que la mesera se retiró con nuestros pedidos anotados, Katherine llamó nuestra atención.

KATHERINE

-ok, bueno el motivo por lo que las cité a todas aquí es el siguiente. Y es que....ah mierda! Estoy muy nerviosa. –Rebecca golpeo mi hombro levemente, incitándome a proseguir con lo que decía. – Mi vida? –miré a Aitana. -Tengo tantas emociones intensas revoloteando en mi cabeza y en mi corazón que necesito ordenarlas para poder transmitirte lo que te quiero pedir. –traguè saliva. –sabes? sigo sorprendida porque no eres lo que esperaba, eres mucho más de lo que necesitaba; cuando llegaste a mi vida te fuiste haciendo un hueco en mi corazón adolorido. Poco a poco recuperé a tu lado las ganas de amar, de amar incondicionalmente y dejarme querer. Mientras tú me asegurabas que iríamos despacio, que nos tomaríamos nuestro tiempo. Pero no hay tranquilidad en este amor, pues todo es urgencia y pasión, así que no puedo ir más despacio, no puedo esperar tanto. Dicen que algo como esto sólo se siente una vez en la vida. Dicen que cuando llega el verdadero amor, se nota. Y en este tiempo he confirmado mis sospechas: te adoro irremediablemente y no voy a luchar contra ello. Así que ahora quiero avanzar en este camino de amor. La seguridad de la firmeza de nuestro amor, la energía que me dan las risas compartidas, la calma de las confidencias y la vitalidad de nuestros planes e ilusiones me llevan a preguntarme muchas cosas, amor. Pero especialmente una, ¿Quisieras casarte conmigo? Por favor.

Me encontraba de rodillas frente a Aitana y a un lado de la mesa, con una cajita abierta en mis manos y dentro de esta llevaba un hermoso anillo que en cuanto lo vi, sabía que era perfecto para ella. No lograba descifrar la cara que en esos momentos ella mostraba, no me decía nada. Estaba paralizada, sus ojos se encontraban inundados de lágrimas que no lograban rodar por sus mejillas. Miré por un momento a Natalie y esta agacho la cabeza, algo triste y preocupada? Sabía que algo andaba mal.

-Mi amor? – Aitana se levantó de golpe de la silla, tratando torpemente de agarrar su bolso. Me puse de pie, desesperadamente. –Aitana que sucede, porque te marchas?

-Lo siento Katherine, pero debo irme. –me decía mientras ella era un mar de lágrimas.

-¡NO!, espera; pero hice algo mal, algo que te molestara? –dije tomándola de las manos.

-Perdóname, de verdad lo lamento; pero no puedo casarme contigo. –juro que pude sentir como mi corazón se agrietaba de tan solo escuchar esas palabras.

-Está bien, acepto que no quieras casarte conmigo; pero al menos necesito saber porque?

-POR QUE YA ESTOY CASADA KATHERINE. –confesó.

-QUE???

Sentí como una corriente eléctrica bajo por mi columna vertebral, haciendo erizar todos los vellos de mi cuerpo. Solté sus manos y retrocedí un paso, y me dejé caer sentada sobre la silla que ocupaba anteriormente.

-Perdona Katherine, por favor, discúlpame. –dio la vuelta y se marchó corriendo fuera del lugar. Y Natalie se disculpó al retirarse yendo detrás de Aitana.

No sabía cómo reaccionar, estaba completamente desconcertada. Así que esto es lo que se siente que te rompan el corazón! Rebecca habló interrumpiendo mis pensamientos.

-Mierda! Esto si no me lo veía venir. No sé qué decirte Katherine.

-Pero que acaba de pasar! Como que está casada? No entiendo nada.

-Pues no seas tonta, no la dejes escapar. No armes un drama, necesitas respuestas. Ve tras ella y aclárenlo!

-Tienes razón. Debe estar por llegar a su departamento. Vamos!

...

AITANA

Habíamos llegado a mi departamento, yo era un mar de lágrimas. Natalie estaba conmigo tratando de tranquilizarme.

-Aitana, querida. Desahógate nena. –me tenía abrazada mientras que con su mano acariciaba mi cabello.

-Como pude herirla de esa forma, viste su cara? Jamás va a perdonarme! –me lamenté.

-Tienes que hablar con ella, Aitana. Tienes que explicarle todo. Ustedes se aman. Esto no puede terminar aquí. –me decía mientras mi celular sonó anunciando una nuevo mensaje.

-No querrá volver a verme ni a saber de mí. –tome mi celular y leí.

-Desconocido: hola mi amor. Hiciste bien en no aceptar. –habían adjuntado una fotografía donde aparecíamos Katherine y yo hace un rato; donde se encontraba de rodillas, pidiéndome matrimonio.

-quien carajo eres? –respondí al mensaje.

-Linda, ya no me recuerdas? El nombre "Christian" te suena?

-NO! –comencé a llorar más y temblar. Me congelé al instante.

-Que sucede Aitana? –le pasé el celular mostrándole el mensaje. –Maldito! Nos ha estado vigilando.

-Volvió, Natalie. No puede ser. Va a lastimarme de nuevo.

-No Aitana, tranquilízate, ese idiota no va volver a tocarte. –me dijo. Sonó el timbre desesperadamente.

-No, espera! No abras. Y si es él? Y si ya consiguió mi dirección. –le susurré.

-Déjame asomarme por la mirilla. –moría de miedo. –tranquila, es ....Katherine.

-Qué? –abrió la puerta, y entró buscándome con la mirada, hasta que dio conmigo y se detuvo, nos miramos fijamente.

-Bueno yo las dejo solas, tienen mucho de qué hablar. Aitana, cariño, llámame cualquier cosa, ok?

-Si, por favor cuídate. -asintió y se giró para susurrarle algo a Katherine que no logré escuchar. Ella caminó lentamente y se sentó en el mismo sillón en el que me encontraba yo, pero con una distancia considerable.

-Katherine......-me interrumpió.

-Vengo por una explicación -me dijo totalmente seria. -que fue todo eso en el restaurante? como que estas casada? No entiendo nada!

-Te explicare todo Katherine, y entenderé perfectamente cualquier decisión que tomes después de eso. -asintió.

MI JEFAWhere stories live. Discover now