—O sucede que eres un veleta y te convenzo muy fácil. —Me mofo, toma mi mano tirando de mí para rodearme con sus brazos, hago lo mismo. Me gusta mucho su loción.

—Mira, qué lindo el chico que ha venido para visitar a su padre.

Ambos observamos a Picky totalmente dormido.

—Debe estar cansado, aún no se repone del todo. Sin embargo ha tenido las suficientes energías para subirse a mi cama, despertarme y bailar por la cocina. Hasta te ha saludado. —Levanto mi vista para encontrarme con sus ojos. — ¿Sabes?

—No, no lo sé.

—No sé que le ha puesto Gail a mi bebida, pero me tiene con un apetito tormentoso. Unas cuantas gotas de algo que recetó la abuela Grace y me convierto en una devoradora sin control de comida.

— ¿Estás enferma?—Pregunta besando mi cabeza.

—No, es lo mismo de siempre. Tengo tantas cosas dando vuelta en mi cabeza que ha sido demasiado, me he vuelto a desmayar y ya sabes...

— ¿Por qué no me lo dijiste? —Interrumpe.

—No fue nada relevante, en casa todo lo exageran. He amanecido bien, ahora con un hambre exagerada, pero bien. —Caminamos hasta que me deja en una de las sillas que quedan frente a su escritorio y él lo rodea para ir a su lugar. —Mi viaje, que Thed presentase a su novia, la situación de Ava y lo que me dijo. —Susurro apenas audible—. Colapsé por eso, era mucho para un solo día.

—Estás de hermana celosa, que tierno Phoebe. Debes apoyarle en su nueva relación, ha sido importante en lo nuestro. Theodore también merece tener a alguien que le quiera, ¿Es la chica que le acompañó el otro día? —iento avergonzada, tiene razón, me conmociona saber qué debo compartir a mi hermano con alguien más—. Me lo imaginé, se ven bien juntos. Con respecto a Ava, de verdad que lamento lo que le ocurre, pero no te atormentes con ello; pronto se dará cuenta de que ella sola de hace mal, y los especialistas le ayudarán para que regresa a ser la misma. Con una nueva experiencia vivida, y el aprendizaje que le dejará. No es de mi agrado verte así.

—Es que no solo es eso. —Digo exasperada—. Me dijo que debía saber la verdad sobre mis padres, por eso me dió esa dirección, donde me has llevado ayer. Me ha dejado una duda enorme, por eso quise ir, pero la mujer que estaba ahí me advirtió que no regrese. Paul, el nombre de la señora con quien debía hablar de lo he escuchado a mis padres, hasta discuten por ello. Elena Lincoln, muchas veces he escuchado el nombre, y también el diminutivo "Linc" hay tantas coincidencias que me ponen a pensar.

—Phoebe, ¿Ellos alguna vez te han dado motivos para que dudes?

—No, no lo sé; siento que guardan secretos. Tienes al ex jefe loco o sus hijos más bien, no sabía nada de él hasta que empezó a atacarme, ¿Qué me asegura que esa mujer no sabe algo del pasado de ambos? Es más, puede que todo se relacione entre sí, ¿Y si ha querido vengarse con Ava al no poder contra mí? —Siento una opresión en el pecho, si Jack y Elena están juntos en esto... No es justo que tomen a mi prima para su venganza.

—Respira Phoebe. —Sin darme cuenta he empezado a hiperventilar. Él está en cuclillas frente a mí sosteniendo mis manos. —Tranquila, inhala y exhala.

Inhala y exhala.
Inhala y exhala
Inhala y exhala.

—Ya no pienses en esas cosas, no te hacen bien. —Besa mi nariz. — ¿Qué quieres comer?

Yo lo adoro.
¿Por qué con tal sencillez consigue hacerme sentir así?
Acaricio sus mejillas sonriéndole.

—Alitas picantes.

LA HIJA DE GREY (ONE)Where stories live. Discover now