Regalo

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Ámbar estaba recostada mientras oía el murmullo de la casa, escucho a Mónica llamar a Luna para ir a la escuela y a esta cuando salio de su habitación.
Se estiro un poco mientras veía a Simón dormido sobre su lado izquierdo de frente a ella.

Cuando pensó en proponer una locura semejante como pagar por sexo jamás se imagino esto, ahora no estaba segura que hacer, se sentía tan bien con el, y no solo cuando tenían relaciones... que era la mejor experiencia de su vida, sino también convivir con el, con su familia, parecía que por una vez encajaba en un lugar, Simón se reía de su humor, un humor que su madre nunca entendió y al que su padre jamás presto atención, se sentía protegida y mujer a su lado y eso la asustaba, si pudiera irse hubiera tomado sus cosas pero se resistió a si misma, esta vez no huiría, era como estar en un viaje en primera clase, tenia una familia, y un hombre que la hacia estremecer en muchos sentidos, tal vez solo tuviera unos días pero no se iría sin ello, después volvería a su realidad, a su soledad y a su mundo sin el...sin Simón Álvarez.

Decidida a dejar de lado ese pésimo humor digno de cualquier mujer de 40, se levanto y se cambio mientras Simón seguía dormido, le dio un beso en la mejilla sin que el se inmutara y salio para encontrarse a Luna y a Mónica en la cocina.
-Buenos días-, saludo Mónica a modo maternal.
-Buenos días, ¿se van?-, inquirió Ámbar mientras Mónica guardaba unas cosas en su portafolio.
-Si...pasare a dejar a Luna y luego iré a la oficina por unas horas-, contesto ella mientras Luna hacia un mohín.
-No es justo mama por que tengo que ir a la escuela...-, replico Luna mientras Ámbar sonreía.
-Luna...-, advirtió Mónica.
-Si ya se ya se, solo espero el día en que yo tenga que visitar a Gastón falte toda la semana como Matteo-, murmuro ella mientras Ámbar negaba con la cabeza.
-Quieres fruta Ámbar o te preparo algo...ayer ya no bajaron a cenar nada, debes tener hambre-, pregunto Mónica mientras Luna soltaba una risita y Ámbar le daba un codazo juguetón.

-No te preocupes Mónica puedo arreglármelas-, contesto Ámbar mientras Mónica asentía.
-Bien nos tenemos que ir Luna-, llamo su mama y esta fingió llorar cuando se despidió de Ámbar mientras Mónica rodeaba los ojos sonriendo.
-Nos vemos cariño...-, se despidió dejando a Ámbar en la cocina, se sirvió una taza de café mientras miraba hacia el sótano y recordó sin poder evitarlo mientras se formaba una sonrisa en su rostro.

-Desearía poder leer la mente-, susurro Simón haciéndola sobresaltarse recargado en la entrada de la cocina.
-Serias un chismoso-, replico Ámbar mientras el sonreía.
-Entonces no me vas a decir lo que pensabas-, insistió el tomando una taza para servirse café.
-En lo bien que se ve Jensen Ackles en ropa interior-, contesto ella mientras casi soltaba una carcajada al verlo tensar la mandíbula, no dijo nada mientras dejaba la taza ya con café en el desayunador y se acerco a ella.

-Te crees muy graciosa-, susurro el mientras Ámbar trataba de seguir con el juego, lo cual era bastante difícil teniéndolo a esa distancia
-¿Graciosa?...estoy hablando totalmente en serio-, susurro ella ya sin la intención en la voz que ella esperaba.
-No te creo-, murmuro Simón con una sonrisa de victoria antes de besarla, Ámbar respondió el beso lentamente mientras Simón pasaba su lengua por sus labios haciéndola estremecer.

Simón trataba de controlar todo lo que pasaba cuando estaba cerca de ella pero era prácticamente imposible, ayer se había dejado llevar al punto de no usar condón cuando se ducharon, Ámbar parecía apenada al darse cuenta pero le aseguro que no había riesgo con los días, pero en definitiva eso era lo que menos le importaba a Simón, por que pensar en aquella situación tan lejana como un hijo con ella era algo que lo llenaba en lugares de su...corazon que jamás pensó tener, ahora lo único que quería era aliviar la ansiedad que había sentido al no despertar con ella a su lado, por que Ámbar se estaba convirtiendo en algo vital para el.

ACUERDO PERFECTO                                            |SIMBAR|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora