Capitulo 31: ¿Qué pasó después de eso?

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Soltó el arma, mientras se acercaba rápidamente a su hermano menor. Éste parecía completamente sorprendido de verlo. Dean aceleró un poco el paso y lo abrazó con fuerza, siendo correspondido al instante. Sin oposición alguna, dejó que unas lágrimas cayeran en el hombro de Sam. Dean le frotó un poco la espalda y Sam lo estrechó más contra él. El rubio comenzó a creer que él sí recordaba todo lo que había pasado.

Se separaron y el próximo en abrazarlo fue Castiel. Estaba tan conmocionado como Dean. De verdad que estaba comenzando a sentir un alivio enorme. Ver que su cuñado y mejor amigo había vuelto lo llenaba de felicidad. Se separó de él y Balthazar casi literalmente saltó sobre él. Sam se rió antes de abrazarlo también. El rebelde de verdad se había ganado un lugar con él. Al mirar a Lucifer, el castaño sonrió levemente cuando él dijo:

-Es... bueno verte de nuevo, Sam-no era muy bueno con el manejo de ciertas cosas.

Sam, en su interior, sabía que tal vez se reprocharía más tarde por lo que estaba a punto de hacer. Tomando aire y dándose mucho valor, le di un abrazo al Diablo. Éste quedó en el mentón en el hombro del castaño, mientras sus ojos estaban por salirse de sus cuencas.

-Ehh... Ok... Esto es...-comenzó el rubio. Pero incluso estando totalmente pasmado, se dejó llevar entre los brazos de Sam. Tratándose de un Winchester, él podía ser el ser más orgulloso que conocieron, pero en ese momento... no le importaba nada.

Ya me siento raro, pensó después de unos segundos.

Dean parecía completamente dispuesto a cometer un homicidio ahí mismo. Balthazar se preguntaba si iba a matar a Lucifer o a Sam nuevamente.

-Sam-lo llamó Gabriel, con los ojos cristalizados y una sonrisa que demostraba lo feliz que estaba de verlo.

-Gabe-dijo el castaño, soltando a Lucifer y acercándose a él.

El más bajo lo abrazó por la cintura y enterró la cara en su pecho, mientras Sam lo rodeaba protectoramente con sus brazos y le daba besos casi desesperados en la cabeza. Luego levantó un poco su rostro y le besó la frente repetidas veces. Gabriel se separó un poco de él para mirarlo a los ojos.

-Te amo... ¡Te amo!-dijo, mientras hacía que Sam se inclinara para besarlo.

Se quedaron abrazados unos minutos, mientras el grupo los miraba. Finalmente, iban a poder superar las cosas malas que les habían pasado hasta que pudieran salir de ahí.

-Bueno, ahora que estamos todos juntos de nuevo-comenzó Dean, viendo como su hermano rodeaba los hombros de Gabriel con su brazo derecho-, Sam, me gustaría saber que pasó después de que... moriste.

- ¿Cómo?-preguntó.

- ¿Qué recuerdas antes de haber aparecido aquí?-preguntó Castiel.

-Recuerdo que pasamos por diferentes mundos, que varias veces me asusté demasiado por los payasos y... que uno de ellos me mató. Hasta ahí-respondió-. Pero creo que hay algo más.

- ¿Qué cosa?-preguntó Balthazar.

Sam pensó que no había elegido muy bien sus palabras al decir eso, porque ahora, ellos iban a querer saber qué había pasado después de su muerte. Obviamente, lo mejor que podía hacer era contarles, pero, por una cuestión de él, no podía... o no quería. No había en sus recuerdos algo que ellos pudieran cuestionar, era más bien por el hecho de no saber muy bien qué decir al respecto. En ese momento, lo que su conciencia dijera, iba a estar bien para él, siempre y cuando no fuera algo que preocupara más al grupo. Aunque decirles «aparecí en un lugar oscuro y completamente silencioso» no era precisamente algo que los fuera a dejar tranquilos. Esa era una de las cosas que recordaba. Otra de ellas era que, cuando despertó, había sentido un dolor agudo en su costado, pero no tenía ninguna herida visible ni nada que le mostrara directamente lo que había pasado. Y mientras conseguía levantarse, se dio cuenta que estaba en la nada misma, sin nada ni nadie. Recordó haberles dicho a los demás que se fueran y la forma en que éstos se habían negado a irse, cosa que terminó con los cinco presenciando el momento en que él cerraba los ojos para ya no abrirlos... supuestamente.

Y de pronto había comenzado a escuchar algo parecido a susurros. Pero no eran terroríficos como los que él recordaba de algunas experiencias.

Algo parecido a la esperanza comenzó a invadirlo. Había pensado que tenía una oportunidad para regresar de una forma u otra al mundo de los vivos. Y, obviamente, en ese momento, dudaba completamente si estaba vivo o si era su espíritu el que vagaba por ese lugar oscuro. Sus expectativas no eran muy altas, así que no esperaba gran cosa de lo que podía pasarle mientras caminaba. Al hacer esto último, parecía nunca avanzar realmente. Era como estar en una cinta de hacer ejercicio, donde únicamente caminaba o corría, pero nunca avanzaba. Era su pensamiento. Podía estar equivocado o no.

-Sam, ¿cómo apareciste aquí?-preguntó Lucifer, interesado.

-Cuando estaba por dejar de caminar, a punto de rendirme, vi una luz en frente de mí. No sé qué pasó, pero me sentí hipnotizado por ese brillo y me acerqué. Un segundo después, aparecí aquí-contó-. ¿Qué pasó con ustedes él tiempo que yo no estuve?

Dean se encargó de hacerle un resumen de las cosas que les habían pasado: desde haber terminado en una ciudad desierta; haber sido atacados por Lucifer, siendo manipulado por quién sabe qué; haber estado en un crucero de lujo; y finalmente, en un instituto de personas con poderes. Le contó que fue una mujer llamada Lería la que lo revivió y que para eso, tuvo que entregarle el amuleto que tanto amaba. Pero, más que ese amuleto, amaba a su hermano, la única razón por la que había seguido adelante.

-Vaya... Fue bastante complicado todo lo que pasaron-exclamó Sam, estrechando más a Gabriel contra él.

-Ni que lo digas-dijo Dean-. Si te soy sincero, me da cierto gusto que no hayas tenido que pasar por eso. De hecho me daría más gusto si nunca tuviera que pasarlo ahora.

-Ahora que lo dices, ¿qué hacemos?-preguntó Balthazar.

-Descansar. Creo que lo merecemos-respondió Dean, sentándose en el suelo, al lado de Castiel.

Decidieron quedarse ahí hasta saber que más hacer o por dónde comenzar a explorar esa cueva.

Aventuras con los ÁngelesWhere stories live. Discover now