Capitulo 15: Frio insoportable y un problema horrible

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Luego de haber cruzado ese portal, los hombres terminaron inconscientes luego de salir del otro. No sabían por qué. El primero en despertar fue Dean. Se sentó en el suelo y lo primero que sintió fue frío. Tembló y se abrazó a sí mismo, esperando que su vista se aclarara para poder ver el lugar donde habían terminado. Al hacerlo, vio que era un bosque lleno de nieve. Un viento bastante fuerte soplaba, haciendo que temblara más. Miró a su lado y vio que su hermano y los otros estaban comenzando a despertar.

-Mierda... Odio el frío-murmuró Balthazar. Lo bueno era que su abrigo estaba arreglado. El sujeto era algo considerado, quitando el hecho de donde los había dejado.

- ¿Qué deberíamos hacer?-preguntó Lucifer, frotándose un brazo.

-La verdad... ni idea-respondió Sam, buscando a Gabriel con la mirada-. ¿Y Gabe?-preguntó, preocupándose al instante.

-No lo sé, él entró delante de nosotros, no pudo irse muy lejos-respondió Dean, mirando hacia todos lados.

Los cinco se preocuparon. Gabriel no iba a ser capaz de irse y dejarlos tirados en medio del frío. Dean dijo que lo mejor que podían hacer era comenzar a caminar y ver si podían encontrarlo. En su desesperación, Sam propuso que cada uno fuera por su lado, pero su hermano se negó, diciendo que no hacía falta que tambien se perdiera alguno de ellos. Comenzaron a caminar, esperando con todas sus fuerzas poder encontrar vivo a Gabriel.

Castiel, Balthazar y Lucifer sentían una punzada extraña en el pecho, como si algo se hubiese «roto» dentro de ellos. Castiel estaba demasiado preocupado por pensar en Gabriel, que no escuchaba nada de lo que hablaban los demás. Prefería pensar en donde empezar a buscar a su hermano mayor. Y Balthazar tenía los nervios a flor de piel. A él de verdad le importaba Gabriel, aun si muchas se decían cosas y el rubio hacía muchos comentarios sobre su relación con Sam, eso no quitaba el hecho de que se amaran como dos hermanos «normales.»

Sam estaba al borde tener un colapso nervioso. Ya había tenido bastante con esos payasos y ahora debía comenzar una nueva búsqueda. Gabriel era demasiado importante para él como para dejarlo solo; más sabiendo que él no estaba muy familiarizado con ser un humano. Ese detalle también lo sabían Lucifer y Dean. El primero estaba segurísimo de que su hermano menor no iba a durar mucho por su cuenta, menos con el frío y sin comida, si es que no tenía absolutamente nada, aparte de toda la nieve que lo rodeaba. Sabía que no era bueno comerla, pero en un estado de desesperación, cualquiera puede hacerlo. No quería pensar que Gabriel podía morir congelado, pero las posibilidades no eran nulas.

Caminaron un buen rato, buscando algún refugio o al desaparecido. A pesar de que habían caminado un largo rato, ellos sentían que nunca podían avanzar. Sus pasos eran lentos y casi vagos. Dean parecía estar pensando mil cosas a la vez, mientras su ceño estaba fruncido y su cabeza medio baja. También estaba preocupado por Gabriel. Él era el novio de Sam y su cuñado, por lo que también era su familia. Apenas encontraran un refugio, le diría a su hermano que iban a buscarlo.

Luego de haber caminado una hora (sin exagerar) Balthazar habló:

-Miren allá-señaló una cabaña cruzando un lago congelado. Era bastante parecida a la primera en la que habían estado, sólo que esta era un poco más grande.

-Al fin... Ya me dolían los pies-dijo Lucifer.

-Habrá que cruzar, porque otro camino no veo-dijo Castiel.

-Bien... No se agrupen para cruzar-exclamó Sam, antes de comenzar a caminar en el hielo.

El sonido del crujir debajo de sus pies los ponía un poco más nerviosos. Debían tener cuidado o el hielo terminaría por romperse. Lucifer y Dean iban delante de todos, con las piernas ligeramente flexionadas y la mirada pegada en el frente. Balthazar iba con Sam un poco más atrás, mientras Castiel iba detrás de ellos. Cuando el rubio dio un paso más, miró hacia abajo al escuchar un ruido y vio que el hielo estaba ligeramente roto.

Aventuras con los ÁngelesWhere stories live. Discover now