Irrealidad II

25. Golpe de suerte... O tal vez no

Veo una sombra acercarse por el pasillo, me incorporo rápidamente y en unos segundos un demonio se hace presente. Y cuando dije que esto no podía ser peor, no tenía idea que sí podía serlo, pues era un demonio reptil, y había un gran problema con ellos, esos hijos de perra tenían la habilidad de poder regenerarse rápidamente, haciendo que sea imposible dejarlos fuera de combate. Analizo mi situación, si soy lo suficientemente rápido para alcanzar una de las antorchas, podría quemarlo y darme un poco de ventaja; prácticamente es un suicidio pues el fuego no será suficiente para derrotarlos y este lugar debe estar infestado de otros demonio reptil. Aunque definitivamente prefiero arriesgarme y pelear que quedarme aquí sin hacer nada y esperar a que Liam me rescate como si fuese una damisela en peligro.

Primero tenía que salir de esta cosa de vidrio, supongo que lo mejor que puedo hacer para conseguirlo es provocar al demonio para que termine abriéndola por mí, una vez fuera probaré mi suerte, esperando salir de aquí con vida, sin embargo, si salgo de esto con vida, es probable que Liam quiera matarme personalmente por meterme en problemas, otra vez.

— Vaya vaya, la pequeña rata al fin despierta — murmura caminando alrededor de la caja de vidrio, observándome como si fuese la mejor pieza de su colección, noto que tiene su tono de piel como una aceituna, eso es estupendo, no es venenoso. —. ¿Estás cómodo?

— No en realidad — hablé —. Tu fea cara me incomoda — hago una pausa y observo la expresión de su rostro, mi comentario lo había irritado pero no lo suficiente —. Tienes un gran parecido con Slimer, sobre todo por la cara de idiota, ¿te lo han dicho?— dije haciendo referencia al fantasma verde de la vieja película de los Cazafantasmas.

— Muy gracioso — murmura, amargadamente —. ¿Tienes un deseo suicida o solo eres retrasado? No estás en condiciones de hacer bromitas.

— Enserio, eres una mezcla de Slimer y el grinch — sonreí cínicamente

— Cierra la maldita boca — musita entre dientes, pude ver que eran puntiagudos y disparejos, me recordaron a los colmillos de un aswang o un wendigo.

— ¿O qué? — reté —. ¿Me vas a torturar? — sonreí de nuevo, provocar a este idiota era demasiado fácil —. Porque ver tu fea cara ya es una especie de tortura

— Una palabra más y considérate muerto — amenazó

— ¿Has considerado la ortodoncia? — me burlé —. Creo que Chewbacca tiene mejores dientes que tú....

Y así es como acabas con la paciencia de un demonio en menos de tres minutos. Aunque bueno, como demonio personalmente puedo decir que la paciencia no entra en la lista de habilidades, realmente es muy difícil poder resistirse a los impulsos. Sonrío con satisfacción al ver que el demonio se acercaba más para abrir la caja de vidrio, me sorprende la estupidez de éstos demonios, una cosa es que pierda por completo la serenidad y otra que sea tan estúpido para no darse cuenta que eso es exactamente lo que quería. Ahora entiendo por qué Liam siempre se queja de no encontrar servidores útiles y no idiotas como James, aunque James también es un idiota, pero supongo que se llevaría un 4 en la escala del uno al diez en el nivel de idiotez.

— ¿Qué demonios crees que haces? — interrumpe otro demonio, frustrando mi oportunidad de patearle el trasero a su amigo demonio e intentar escapar, éste demonio tenía el tono de piel más oscuro que el primero, me pregunté cómo iba la escala de demonios reptil venenosos de acuerdo a su color de piel.

— Pensaba darle una cálida bienvenida a nuestro invitado — responde el demonio número uno, mientras me miraba como si quisiera exterminarme, aunque no dudo que eso es exactamente lo que está pensando.

— Rhobar dijo que no se abriera la jaula hasta que él regresara — indicó el demonio número dos

— ¿A dónde fue de todos modos? — pregunta el primer demonio