ENGLISH MAFIA II: RESURRECTION | Harry Styles

Empty Soul

Estoy sentado frente al piano, no puedo tocar nada. No recuerdo haberme quedado alguna vez sin inspiración, pero esta vez mis dedos no quieren moverse.

Tampoco puedo recordar la última vez que lloré del modo en el que lo hago. Jamás me he privado de eso, mi madre solía decirme que es la manera en la que nuestro corazón elimina todo aquello que no es bueno. Pero ahora no creo que ese sea el caso.

Comienzo a pensar que ni siquiera tengo un maldito corazón.

Hice pedazos lo único bueno que tenía en vida y ahora ya nada tiene sentido. Le dije cosas tan horribles, cosas que no quería decir pero mi orgullo hizo caso omiso. Me dolió tanto que mi amor no fuera suficiente para ella, que todos los te amos no hayan sido escuchados o tomados en cuenta.

Pero una gran parte de la culpa es mía por no saber entenderla, por convertir una de mis más grandes ilusiones en una horrible pesadilla para ella.

El no saber lidiar con situaciones como esa también fue un gran detonante. He pasado por muchas cosas en mi vida, pero jamás en algo como eso. El verla darse por vencida y destruirse fue demasiado para mí.

Fui un cobarde y un total hijo de puta. Le dije que estaría con ella para apoyarla en los momentos difíciles y la abandoné.

De nuevo.

—Te ves como la mierda— Draco aparece ante mí como un fantasma.

—Soy una mierda

Tales palabras parecen tomarlo por sorpresa. Su ceño se frunce en confusión mientras me mira más de lo normal.

—¿Qué ocurrió?— y ahí está. La pregunta que me gustaría no haber escuchado jamás.

—Todo se jodió— me encojo de hombros— yo lo jodí.

—¿De qué hablas?

—De que acabo de destruir a la única persona que me ha amado de verdad— las lágrimas siguen saliendo y no hago nada para detenerlas— porque eso es lo que hago.— suelto una risa desganada— lo único que sé hacer. Destruir todo lo que toco.

Por supuesto que no entiende una mierda de lo que le digo, lo puedo ver en su rostro. Pero no estoy seguro de querer decirle la atrocidad de la que fui capaz. Estoy asqueado y avergonzado. Jamás debí volver y buscarla. Estoy seguro que si no hubiera aparecido de nuevo ella hubiese encontrado el camino correcto y seguiría con su vida. Sana, plena, feliz.

Pero de nuevo, fui un egoísta hijo de puta.

—¿Qué hiciste?— pregunta en un tono quedo.

—La abandoné de nuevo— admito al fin— pero esta vez fue mucho peor.

—Supongo que su estado tuvo algo que ver— comenta.

Draco estuvo enterado siempre de la situación. Es la única persona de confianza que tengo, y además, es mi hermano. ¿Por qué no habría de decirle que el amor de mi vida se hacía pedazos sin que pudiera hacer algo para evitarlo?

—Te dije que no sabía cómo lidiar con eso. Fue demasiado para mí verla de ese modo.— más lágrimas salen de mis ojos. Son una combinación de impotencia, odio, y desesperación— le dije cosas horribles, cosas que no quería decir en realidad. Pero ese es mi mecanismo de defensa ante algo que me rebasa por completo, palabras y acciones hirientes.

—No me digas que fuiste capaz de ponerle una mano encima.

—Por supuesto que no.— espeto— pero eso fue lo único que hizo falta. La herí profundamente, puedo sentirlo. Si antes no me odiaba, lo hará ahora.