Perfect Timing...

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No he podido dejar de pensar en cómo es que Melanie supo de la existencia de esa habitación. La idea de que Harry pudo haberle dicho me revuelve el estómago. Tanto, que he devuelto el desayuno dos veces.

No tengo ganas de levantarme de la cama, tengo miedo de que mis pies me lleven de nuevo a esa habitación. No creo soportar volver a ver ese desastre. Aunque tal vez alguien ya lo haya limpiado, aun así, el recuerdo que tengo de ello me perseguirá por un largo rato.

Como ha sucedido últimamente, Harry no esta conmigo. Pero está bien, no tengo nada que decirle excepto lo furiosa que estoy por lo que sucedió. Parece que a él no le afecto en nada. Después de lo ocurrido, Harry volvió a la habitación como si nada hubiera pasado, ignorando por completo la mirada furiosa que no pude evitar darle.

No sé por qué me empeño en culparlo de lo ocurrido, estoy siendo injusta, nos tomó a ambos por sorpresa.

Suelto un suspiro incorporándome en la cama al momento que la puerta se abre. Pensando que es Harry, me levanto rápidamente de la cama para recibirlo con los brazos abiertos como si hace un momento no lo estuviera culpando por todo lo que está pasando.

Malditas hormonas

-A mí también me da gusto verte -la voz de Draco es divertida a pesar de que definitivamente vio la decepción en mi rostro -lamento no ser el hombre que querías ver.

-¿En donde esta Harry? -pregunto sentándome en la cama.

-Resolviendo el asunto de Melanie -camina hacia la ventana- están tratando de buscar ayuda. - la confusión en mi rostro es evidente ya que agrega -: Ayuda psicológica.

Siento una calidad extraña en mi pecho por sus palabras. Me hace feliz que al fin Melanie vaya a recibir la ayuda que necesita. Por su bien, y el de su bebé.

-Me alegra escuchar eso -me recuesto de nuevo en la cama -¿sabes cómo se enteró de la habitación de las bebés?

-Probablemente estuvo vigilando a Harry -responde sin dejar de mirar por la ventana.

-Me asusta que algo pueda pasarle -digo, acariciando mi vientre.

-¿A Harry? Sabe cuidarse solo

­­­­­­­­­­­­­­­ -A Melanie -respondo- no soy psicóloga, pero su sentido de razón lo perdió hace tiempo.

-Estará bien -dice acercándose a la cama- no te preocupes por eso, solo concéntrate en ti, tienes que estar tranquila.

-Estoy tranquila -bufo - los únicos que me vuelven loca son Harry y tú con su sobreprotección.

Ríe, pero desvío la atención de él cuando la puerta de la habitación se abre. Harry entra y enseguida su mirada conecta con la mía. Sonríe, o al menos lo intenta, parece mas como una mueca. Lo dejo pasar, porque se que los últimos días han sido difíciles a pesar de no saber la razón al cien por ciento.

-¿Cómo te sientes? -pregunta, acercándose a la cama.

-Bien -digo- un poco abrumada por lo ocurrido.

No sé si hablar del tema está permitido, pero no es como si Harry pueda prohibirme cosas de todos modos.

Su rostro inexpresivo es difícil de interpretar, tal vez lo que paso no le afecto tanto como a mí, o tal vez lo afecto tanto que prefiere no sentir nada para no sufrir.

-Podemos hacerlo de nuevo -habla después de un rato, apartando la mirada de mi -esta vez puedes escoger el diseño y los colores.

-Me gustaba ese diseño -mi voz tiembla un poco- era hermoso...era perfecto

Me mira con tristeza, es breve, porque en seguida se recupera y se acerca para tomarme en sus brazos.

-Los dejare solos -anuncia Draco.

Lo sigo con la mirada hasta que desaparece de la habitación. Harry se ha colocado detrás de mí, sus manos se encuentran sobre mi abdomen y después de horas de angustia por fin puedo relajarme.

Nos quedamos en silencio por un rato. Suelto un suspiro largo dejando que la tensión se vaya de mi cuerpo. La presencia cálida de Harry me recuerda que no es un extraño, y que tal vez tenga que dejar de tratarlo como tal. Es el hombre que amo, tengo que dejar de hacer a un lado sus sentimientos porque sé que está sufriendo y no es justo.

Él ha estado par a mi en los momentos más difíciles, jamás ignoro mis sentimientos e hizo todo para hacerme sentir bien.

-Dime que ocurre Harry -digo de repente, sin pensar.

Hay silencio por varios minutos. Solo nuestras respiraciones se escuchan y estoy empezando a preocuparme de nuevo. El silencio puede significar muchas cosas, pueden ser buenas o malas. Pero debido a el mundo en el que vivimos, probablemente sean cosas malas.

-Nada de que preocuparte -su voz provoca que de un pequeño salto.

Solo eso

No dice nada más y eso me asusta en serio.

-Confía en mi -insisto- te amo y sabes que estoy aquí para ti.

Suelta un suspiro, pero no dice nada. Justo cuando estoy apunto de rendirme, su voz me toma por sorpresa.

-Lamento mucho lo que Melanie hizo -su voz es suave, tranquila- te prometo que ya no va a molestarnos más.

-Draco me conto que le conseguiste ayuda -me atrevo a decir- me alegra mucho Harry, estoy orgullosa.

Ríe un poco y me sorprendo al escucharlo. No había reído en un tiempo y me llena de felicidad el pecho. Me llena de esperanza, me hace pensar que tal vez todo va a estar bien, que el mal momento que estamos pasando es una prueba más de la vida para que podamos demostrar si es que el amor que nos tenemos es real.

Y por mi parte, lo es.




Es un grito desgarrador lo que me despierta. Al principio creí que se trataba de algo que escuche en mi cabeza, pero cuando ocurre de nuevo y Harry sale de la cama a toda prisa sé que es real.

Harry sale corriendo de la habitación alarmado, esta vez no me pide que me quede en cama, así que salgo detrás de él. Los gritos se han convertido en llantos y tengo que luchar con la necesidad de cubrirme los oídos. Son desgarradores, tanto, que me provocan unas ganas inmensas de ponerme a llorar.

Aun esta oscuro cuando salgo de la habitación, lo que significa que aun es de madrugada.

De repente estoy temblando. Los gritos y el llanto se vuelven más claros conforme me acerco a las escaleras. Me doy cuenta de que el gran candelabro de cristal que ilumina todo el salón se columpia de un lado a otro. Un escalofrío me recorre todo el cuerpo y me detengo justo a unos metros de las escaleras.

De lo primero que me doy cuenta es de que los gritos pertenecen a Lydia. Lo segundo, es de las lágrimas que caen sin parar de mis mejillas y de lo tercero es, que, en el gran muro de las escaleras, la luz del candelabro refleja un bulto que se mueve de un lado a otro.

Cierro los ojos con fuerza, provocando quemas lagrimas calientes caigan sobre mis congeladas mejillas, y me armo de valor para acercarme.

Camino a paso lento, inseguro, con el temor de lo que me pueda encontrar. Ahora tiemblo sin control, tengo problemas para encontrar el barandal y solo cuando lo toco, es que abro los ojos.

Grito de horror por lo que está ante mí. Puedo observar por el rabillo del ojo que alguien que sube corriendo por las escaleras hacia mí, tal vez a impedir que vea la escena por mas tiempo, pero es demasiado tarde, es algo que me perseguirá por el resto de mi vida.

El cuerpo sin vida de Melanie se encuentra colgado del candelabro, con una soga gruesa enrollada en su cuello y con los ojos abiertos mirando a la nada.

Mi vista se vuelve borrosa y lo ultimo que escucho es la voz de Harry llamándome antes de que la oscuridad me consuma.

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⏰ Última actualización: Nov 18, 2022 ⏰

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