Unrest

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El cansancio que siento es tanto, que temo que en algún momento mis ojos se cierren y caiga de golpe al suelo. No pude dormir bien anoche después de todo lo que ocurrió.

Todavía no puedo superar que Harry y Zayn se hayan comportado de ese modo. No puedo creerlo, y menos de Zayn.

Estoy acostumbrada a que Harry haga ese tipo de cosas, porque así es él, así es como reacciona ante cosas como esa. Pero Zayn, él es sereno, tranquilo, no es alguien que busque problemas y menos que los ocasione. Estoy totalmente decepcionada, y no quiero verlo, y tampoco a Harry.

Camino por el largo pasillo que me lleva al apartamento de Becca. Tengo que decirle lo que está ocurriendo, siento que voy a volverme loca si no hablo de ello con alguien. No me importa el tener que decirle que me he estado viendo con Harry, o de lo extraña que es mi situación con Hannibal.

También, he decidido hacerle saber a lo que Hannibal se dedica. Hace tiempo nos prometimos que ya no habría más secretos entre nosotras, y yo estoy faltando a esa promesa de la manera más descarada.

Abro la puerta sin siquiera tocar. No creo que haya problema alguno, porque  pronto, éste lugar será mi hogar también.

Entro en el apartamento. Becca esta sentada en una de las sillas de la mesa alimentado al pequeño Noah, el cual, esta sobre su silla alta especial.

—Hola— la saludo, logrando que vuelva su vista hacia mí.

—Te ves terrible— me acusa.

Vaya, siempre tan directa.

—Lo sé— llego hasta allí y saludo al pequeño con un ruidoso beso en la mejilla— no pude dormir bien.

—Siempre has tenido problemas de sueño— se encoje de hombros— no creo que sea algo por lo cual preocuparse.

—Bueno— tomo asiento en la silla contigua a la suya— ojalá fuera por eso.

La pequeña cuchara queda a unos cuantos centímetros de la boca de Noah en cuanto digo eso. Me mira fijamente por un segundo y deja el plato y la cuchara en la mesa.

—¿Y ahora qué pasa?— pregunta cruzando los brazos sobre el pecho.

—Más bien que no pasa— dejo salir un sonoro suspiro— tengo un problema. — confieso— bueno, tres problemas.

—¿Tres problemas?— ríe— eso es especial.

—No lo es— replico— es ridículo e innecesario.

—Y si son innecesarios ¿por qué los tienes?

—Porque soy una estúpida. No puedo hacer una maldita cosa bien, cuando quiero resolver algo, llega algo peor y todo se arruina— el silencio se hace presente. Becca me mira como si no entendiera de qué estoy hablando y eso hace que recuerde que tengo que explicarle todo desde el principio.

—No te entiendo— confirma lo evidente.

—Harry y yo hemos tenido contacto casi desde que apareció— suelto de golpe.

Su expresión de sorpresa me toma desprevenida. Creí que iba a gritar en el instante en el que esas palabras salieran de mi boca. Pero sólo obtengo una simple expresión.

—Tú...

—Sé que debí decirtelo desde el principio. Pero no supe cómo, estaba tan asustada y sorprendida por su presencia que me perdí a mí misma por un momento—baja al pequeño Noah de la silla y se vuelve completamente hacia mí— tenía tanto miedo de lo que pudiera pasar, que preferí callar.

—Y el silencio te costo caro— dice— ¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué hizo ese idiota ahora?

—Él no hizo nada. Me dijo lo arrepentido que está por haberme dejado. Y también todo lo que sufrió por eso.

ENGLISH MAFIA II: RESURRECTION | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora