capítulo 4

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capítulo cuatro.

jisung apenas despertaba, eran las nueve de la mañana y no seguía con ganas de seguir en su cama tendido. bostezó antes de levantarse y poner sus pies al desnudo sobre sus pantuflas de conejito. dio un pesado suspiro una vez se levantó y pasó una mano por su cabello para así tirarlo hacia atrás.

giró la perilla de la puerta y observó la puerta de el frente. tocó un poco y al ver que no habían respuestas entró. la escena lo conmovió y le hizo automáticamente sentirse feliz.

minho estaba allí, con jeongin. era tan adorable la manera en que estaban aferrados el uno al otro, con el menor escondiendo su rostro en el cuello del chico a su lado. y la sonrisa involuntaria que expresaba su mayor. a pesar de aquella felicidad que le provocaba la escena, también le daba algo de tristeza. él podría estar así mismo con kwan, pero no todo era posible en ésta vida.

debía despertar a jeongin, no había ido a la escuela hace dos días por pasar su tiempo acostado, y eso no lo aceptaría minho si se enterara de éso.

caminó, desganado, hacia la cama donde ambos se encontraban acostados. zamarreó con algo de delicadeza al maknae y posteriormente peinó sus cabellos.

"jeongin a la escuela, vas atrasado" murmuró con la intención de no despertar a minho, aunque aún así pese a sus esfuerzos se despertó igual. talló sus ojitos y miró con éstos entrecerrados a sus amigos. se abrazó más al peli negro y suspiró.

"debes ir, te puedo ir a buscar si quieres" murmuró sin quitar la nariz del cabello de su menor. el otro sólo asintió.

sintiendo que su trabajo estaba hecho allí, salió del lugar. caminaba como si de un vagabundo se tratase, con sus ojos totalmente idos y éstos rojos e hinchados a su vez. estaba muriendo de frío pese a que apenas tenía unas pantuflas, una camisa a manga corta y un pantalón corto. demasiado poco para ser invierno en ésta ciudad.

se dirigió a la cocina por algo de agua, tampoco es que deseara comer ni nada por el estilo. realmente no tenía ganas de nada ni de nadie. se sentía tan incompleto en todo posible sentido. sus ojos ardían nuevamente, era impresionante que tan mal una persona podía sentirse ante una ruptura.

su celular vibró, lo cuál le resultó extraño a aquellas horas de la mañana. confundido lo sacó y miró la pantalla de bloqueo qu anunciaba un nuevo mensaje. lo desbloqueó y asimismo leyó el mensaje.

"no vale la pena aferrarse a algo que te hace daño sólo porque te hizo sonreír de vez en cuando."

frunció el ceño al ver que se trataba de un número desconocido. era raro, ¿por qué le enviarían un mensaje? si ya no era que le importara a los demás.

"¿tú eres...?"

tecleó antes de escuchar un fuerte ruido en la segunda planta, era bastante seguro que uno de los dos cayera debido al gran tumulto de ropa que tenían tirada por todo el dormitorio. rió tan sólo al imaginar la escena y sacó pan de una gaveta más mermelada con un cuchillo. tomó dos vasos y algo de leche. tomó su celular nuevamente para colocar una pista, i loved you sonaba a través de los parlantes. mientras preparaba las tostadas las lágrimas salían sin freno de sus ya muy aguados ojos. eran tal cuál una cascada y él no se molestaba en detenerse.

"es como si disfrutaras sufrir", suspiró jeongin sentándose en un taburete rápidamente, observando la hora. infló sus mejillas y soltó un pesado suspiro. "no quiero que estés así. anímate, estamos nosotros también aquí."

"no lo entiendes, eres sólo un niño aún" dijo mientras pasaba su mano por su cabello, revolviéndolo.

"soy sólo un niño pero entiendo qué es lo que ocurre a mi alrededor, considérame también."

"lo único que quiero es que alguien me mire y piense 'maldita sea, tengo suerte de tenerlo', pero nada llega. y está bien" murmuró limpiando con enojo en sus ojos recordando a su ex novio por ya tercera vez en lo que llevaba de la mañana. "q-quisiera ser importante para alguien."

jeongin se quedó en silencio, tenía más que claro que si habría la boca el otro no haría más que contradecir y no tendría caso gastar palabras. comieron en silencio, minho se incorporó a los diez minutos después dando grandes bocados a su desayuno y posteriormente agarrando las llaves del vehículo para llevar al menor a la escuela, dándole un último reto antes de que se fueran.

caminó hacia la sala de estar, no quería llorar todo el tiempo y qué mejor que disfrutar una película. estaba stranger things, su primera temporada. colocó el capítulo uno y así comenzó, con un bol de palomitas a su costado.

"no me conoces, pero soy amigo de woojin. un gusto, soy hyunjin."

no se molestó en responder y fijó su vista nuevamente en la televisión la cual ya iba reproduciendo el tercer capítulo. así se basó su tarde, simplemente flojeando. minho había ido a recoger a jeongin, estaba acostado en el sofá viendo la serie. él totalmente metido con la trama, fue interrumpido.

"te veo muy feliz ahora pero tenemos que hablar."

minho interrumpió y le tomó la mano. arrastrado fue dirigido hacia la cocina, donde cerraron la puerta con picaporte para no ser interrumpidos.

"ésta charla salió de imprevisto pero necesito saber con claridad que ocurre, porque en verdad te quiero ayudar" soltó mientras pasaba una mano por su cabello, mientras veía la serie habían varios casos donde jisung lagrimeaba y minho estuvo consciente de todo éso.

"es que no quiero hablar, por favor no. sólo estoy... harto. exhausto. cansado" miró por sobre el rabillo de su ojo al chico parado frente a él, con una expresión ya más calmada. frotó su mano en la espalda del menor y besó su frente.

"no es el fin del mundo, sé que duele pero debes estar consciente de que en un momento todo pasará. no es el único chico que conocerás, habrán más... quizás muchos más, sólo mira lo guapo que eres" rió dándole un suave golpe en su hombro, provocando que riera.

"recuerdo cuándo me decía que no me dejaría..."

"todos tenemos ese día en dónde nos sentimos solos, ésta vez simplemente fue tu turno. pero oye, piensa en tu futuro, pequeño. todo ese dolor y sufrimiento pasará. concéntrate en lo que amas, en el rap y el canto. esfuérzate al máximo, no caigas. eres capaz de lograr tantas cosas cariño, solamente tienes que creer un poco más en ti mismo. todo pasará, debes tener en cuenta que a lo largo de tu vida muchas personas se irán y te afectará, pero también bastantes llegarán. lo mejor es que finalmente llegará esa persona que te demostrará el verdadero significado de lo que es el amor", sonrió dándole un último abrazo antes de darle privacidad y salir por la puerta.

suspiró, tenía razón. era complicado pero era cierto. se sentía tan desganado y vulnerable. era tan estúpido sentirse mal por alguien que ya ni lo pensaba.

qué estúpido era.

agarró su teléfono, marcando el número de los corazones rotos. dio a la misma opción que la última vez y al tercer pitido respondió un extraño, su voz sonaba igual a la pasada pero simplemente ignoró y saludó de igual forma.

"¿puedes contarme tu problema?" preguntó amistosamente, y jisung sentía su sangre hervir. hablar con extraños no era su afán pero últimamente ya era muy recurrente.

"me llamo jisung... m-mi novio rompió c-conmigo. me he sentido tan solo y a la vez tan ingenuo, no debería importarme. maldita sea", estrelló su puño contra la muralla y el chico tras la línea pegó un pequeño salto al escuchar el golpe.

"¿estás bien?"

"n-no", lloró otra vez más. "simplemente no tengo talento para el amor."

"no digas eso, ¿quieres salir? soy woojin." jisung sonrió débil, reconociendo el nombre. quizás salir le haría bien, y también es momento de conocer más gente. aceptó. "estupendo, dime tu dirección. te recojo en media hora."

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