ENCUENTRO

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[Gold]


Llegó a su compañía a la misma hora de siempre, las 8:00 en punto, ni un minuto más ni un segundo menos. Apenas entró al vestíbulo su secretaria, Ruby Lucas, una chica de cabello de negro, alta, con bonito cuerpo, lo esperaba con un café y el cronograma de actividades pendientes lista para ser verificada o modificada, pues en la vida del jefe nada era seguro. Su humor era tan cambiante y su carácter tan inestable que cualquier mínimo detalle o movimiento en falso podía cambiar los planes.

— Buenos días Mr. Gold — Fue lo único que la chica pudo decir antes de seguirlo al ascensor directamente a su oficina. Ya se había acostumbrado nuevamente a no obtener respuesta por parte del castaño que, desde hacía ya tres meses había cambiado por completo. Volviéndose más frío, menos razonable y completamente repulsivo. Mientras este subía, ella iba anunciando sus compromisos:

9:00 am Reunión con los socios.

11:00 am: Entrevista con el Times Square Bullding sobre su nuevo proyecto en París.

12:30 m: Almuerzo con su papá el Sr. David Nolan

El resto de la tarde lo tiene libre tal y como lo pidió Mr. Gold. — Finalizó la peli negra con algo de nerviosismo.

El castaño ni siquiera movió su cabeza para afirmar o negar algo. Era como si nada le importa realmente. Ya en él no había sonrisa que mostrar, ni agradecimientos, ni buenos días. El jefe divertido y permisivo se había acabado. Ahora todos debían limitarse a su trabajo o acabarían despedidos.

Camino por el largo pasillo que separaba su oficina de la de su secretaria quien lo seguía muy de cerca. Se sentó en su sillón marrón girando la silla para visualizar primero su oficina divida en tres secciones, la recepción donde se encontraba y recibía a sus clientes, socios e inversionistas, la segunda, una pequeña sala con sofás donde podía sentarse a conversar o a leer, y la tercera, su área de trabajo compuesta por una computadora de última generación, impresora 3D, una Tablet exclusiva para bocetar sus ideas. Incluso tenía un pizarrón donde dibujaba las ideas más fugaces, esas que surgían en momentos inesperados y se olvidaban al instante. Continuó girando su silla hasta quedar frente a la ventana que abarcaba desde el piso hasta el techo, mostrando la hermosa vista de Boston. Disfrutó de ella por unos instantes y segundos más tarde se dirigió nuevamente a su empleada. — Ruby. — Dijo en tono serio — Prepare todo lo necesario para la reunión y desaparezca de mi vista.

La mujer movió su cabeza como señal de haber entendido y se cambió la dirección de su cuerpo para salir del lugar cuando la voz de su jefe la detuvo nuevamente. — Por cierto, Miss Lucas — Dijo levantándose de su escritorio y caminando hacia la esquina en la que tenía su computadora.  — No me pase ninguna llamada durante todo el día, ni porque sea a el presidente de Estados Unidos ¿Entendió? —

La chica fingió una leve sonrisa y asistió nuevamente, saliendo de la oficina a hacer lo que su jefe le había pedido.


*****


La reunión con los socios fue igual de aburrida que todas, excepto por su nuevo proyecto arquitectónico. Una nueva atracción en París cubierta de paisajes, urbanismo y entretenimiento. Una idea que apenas iba comenzando y que llevaría mucho tiempo. Era un trabajo largo, delicado, detallado y ambicioso que lo llevaría a la cima del mundo, aunque él se encontraba muy cerca pues era, actualmente, el arquitecto y empresario más famoso de todos. Su compañía era una de las mejores en el área debido a la creatividad e innovación que colocaba en cada uno de sus trabajos. Siempre había un plus en cada idea y ese era el sello original de Gold.

Después de pulir algunos detalles sobre cómo se manejaría la ubicación del lugar, el espacio a usar y una que otra idea de diseño que surgiera durante la reunión, se dirigió a su despacho. Otra aburrida entrevista para la revista más famosa de arquitectura que existía se acercaba. Él era una celebridad y eso le gustaba un poco, pero al mismo le aborrecía esa parte de la fama porque para él siempre tenía que colocar el mismo cassette, y desde hace mucho tiempo el odiaba la monotonía, la rutina, la gente guiada por las mismas palabras. Todo era diferente desde que Belle había llegado a su vida, y a pesar de que la había perdido, muchas cosas seguían tal y como ella las dejó. Él no lograba acostumbrarse a su ausencia ni a la falta de calidez de su cuerpo. Incluso a veces, creía escuchar sus palabras, su voz.

Corazón Oscuro - Rumbelle (Obscur cœur)Where stories live. Discover now