Afinidad

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   " Creo que me estoy volviendo adicto al café ".

Teresa y yo fuimos a mi departamento, en cuanto entré la cara de extrañeza de Lina y Hernán me hizo esbozar una sonrisa y cuando estaba cerrando la puerta escuché su primera pregunta, sabía que no aguantarían mucho...

— ¿No habías...?—
— Sales con una y regresas con otra diferente, no me extraña bro  — esa costumbre que tenía Hernán de interrumpir a Lina todo el tiempo hasta a mí me sacaría de quicio.

  — ¿Ah si? ha— Teresa volteó a verme pero la ignoré

— Ella es Ámber— entré a la cocina, a tomar un poco de agua—Ellos son Héctor y Lina— grité — Amigos de la Universidad—

  — He, hola— se acercó como si no tuviera la más mínima intensión de iniciar una plática mientras yo regresaba a la sala con un vaso de agua medio vacío.
  — Joselina, preciosa... — Héctor se enderezó, cruzó las piernas y se hizo para atrás el pelo moviendo exageradamente la cabeza "Este wey" y con un tono muy afeminado siguió— Mucho gusto guapura— pestañeó rápidamente y enderezó el brazo muy recto estirando los dedos de su mano, Ámber se le quedó viendo con media sonrisa... Podría jurar que pensaba lo mismo que yo— Ay que grosera chica, y tan guapa que eres— giró su cuello indignado y puso una mano sobre la otra encima de sus rodillas yo me aguantaba la risa.
— Y supongo tú eres Héctor— dijo mirando a Lina directamente
— Si, mis papás eran ciegos y sordos, así que cuando nací decidieron llamarme Héctor... Héctor Azael para ser exactos— Lina se quedó en su lugar ignorando a medias el juego de su novio.

— Okaay— Ámber giró y se sentó en el sillón de uno. Me gustaba su sinceridad ante el entorno, y me extrañaba a la vez que no estuviera usando nada Guinda — ¿Acaso huele a mota?— "Te acabas de dar cuenta ¿En serio?"

— No, es anís —  le dije antes de tomarle lo último al vaso de agua.
— Hahahaha, mala referencia— hizo la cabeza para atrás y puso ambas manos en las recargaderas mientras tomaba vuelo con una pierna resopló.
— Entendí esa referencia — dijo Héctor ya siendo él mismo y Lina carcajeo al reír.

    Teresa abandonó el sillón y caminó directo a la puerta entreabierta del salón de pintura, caminé detrás de ella, dejando el vaso en mi isla y con mi mano derecha en el bolsillo. Mis amigos estaban tan idos que ni siquiera preguntaron a donde nos dirigíamos.

  Entró silenciosa — Cuéntame— 
 Suspiré —Cuando me aburro, cuando me divierto, cuando quiero expresarme, imaginar, pensar, sentir; cualquier cosa. Aquí estoy siempre —
Observaba detenidamente mis lienzos antes de juzgar— Si yo tuviera uno igual no me sacarías en todo el día— "Espera... ¿Qué?" 
  — ¿Te refieres a que igual pintas? —
  — Intento —

  — ¿Intentas pintar? Eso no es de ensayo y error—

— La gente suele decir, que no entienden mi 'arte', nunca me querría dedicar a ello pero si es algo con lo que paso el tiempo... Mi segundo pasatiempo además de la danza—
— Es que el arte no es para entenderse—
— ¿Es para sentir?—
— No, hahaha eso es muy cliché... — caminé hacia donde estaba ella, delante de un dibujo a tiza que había titulado 'Renacer'—Es para liberarte, para expresar y si alguien más se identifica con ella entonces lo estás haciendo bien—     

 — caminé hacia donde estaba ella, delante de un dibujo a tiza que había titulado 'Renacer'—Es para liberarte, para expresar y si alguien más se identifica con ella entonces lo estás haciendo bien—     

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    La forma en cómo me miró Teresa me hizo cambiar la forma en cómo sería mi siguiente obra... Me propuso que hiciéramos una pintura por separado, pero yo le dije algo mejor... Pintaríamos en el mismo lienzo, con las mismas pinturas; a ver que tal quedaba nuestro conjunto de locuras.

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