Otoño

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  — Inspirador— 

   Respiraba alocadamente sin razón aparente, y sentía una presión en el pecho. Observé mi lienzo, lo que había creado y lo que me había causado, pero... ¿Alguien más lo interpretaría igual, o sólo verían un par de árboles debajo del cielo? 

  Al ver que no le respondí, entró sin pedirme permiso y comenzó a bailar con la música, tenía puesta un playera de tirantes blanca, supongo que la traía debajo de la blusa de ayer; y se había recogido el pelo en una sencilla coleta baja. Moviendo la cabeza de un lado a otro y mirando a todas partes, tarareaba una canción que estoy seguro desconocía y me iba despegando esa necesidad de fumar que hace apenas unos segundos había adquirido. "Qué te ocurre hombre, no te puedes dejar llevar por su simpleza"

 — ¿Donde es?—
— En mi imaginación—
— Yo quisiera ser tan buena en algo, está de más decir que no sabía que pintabas— 
— Pues no sólo es una pintura—
— Son como tus sentimientos de seguro, a mi me gusta leer, también viajar, conocer, probar nuevas cosas... Hacer todo tipo de deportes aunque no resulte buena— 
  — ¿Qué hacías en mi departamento anoche?— 
  — Anoche no, en la mañana... bueno esa es fácil, ayer que te ibas creo que yo estaba muy enfiestada y era muy tarde para volver a mi casa... así que tu amiga nos mandó en taxi a la tuya, es más me dijo que iba a venir para checar 'unas cosas', no sé a qué se refería—

    No le quise preguntar nada más de ayer y ella tampoco me preguntó nada más de mi pintura actual, pero sí de otras. Me costó un poco de trabajo que entendiera el tipo de arte que yo manejaba, con sensaciones y recuerdos pero no plasmándolos como tal. Nos quedamos ahí en el cuarto e incluso nos sentamos en el suelo, hasta que tocaron a mi puerta; efectivamente era Lina.

    Usaba delineador, rimel y un labial rojo que hace mucho no le veía; traía puesto un saco que le quedaba algo grande con nada debajo y unas botas negras altas que la ponían de mi estatura

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    Usaba delineador, rimel y un labial rojo que hace mucho no le veía; traía puesto un saco que le quedaba algo grande con nada debajo y unas botas negras altas que la ponían de mi estatura.
  — Hey tú— entró luego de darme un beso en la mejilla — No te has bañado verdad asqueroso—
  — Pues no, no planeaba salir—
— Ah... Que bueno porque Héctor viene detrás de mi, pensaba terminar unas tareas en tu casa y como tomé el coche pues venimos juntos, ¿Aún está la chica?— caminó hacia mi mesa buscándola mientras yo me estancaba junto a la entrada, recargándome en el barandal de mi puerta.
  — Presente— Luna se acercó sin pena y se sentó en el sillón abrochándose su reloj.
— ¿Bueno qué piensan; que mi casa es sala de reuniones o salón de fiestas? ¿Su biblioteca? —
  — Ay cálmate, no empieces con tus agresividades—
— No, nada de agresivo sólo que Luna y yo estábamos a punto de ir a su casa, ¿No?— la miré fulminante, no es que quisiera tranquilidad pero el hecho de tener que ver a Héctor cómo se tiraba a Joselina delante de nosotros no era una idea muy agradable.
— ¿Neta? — Lina igual la volteó a ver.
—  Pues... no me voy a quedar a vivir aquí. La verdad es que iba a esperar que Ángel se diera primero un baño— "Oh que la chingada, todavía que te estoy haciendo un favor"
  — ¿Qué, huelo feo?—
— Poquito...—
— Un chingo— la interrumpió Lina y a ella su novio.   
— Que ondaaa carnal— chocamos manos muy torpemente pues me había tomado por sorpresa, usaba un saco gris sin nada debajo, parece como si se hubiera puesto de acuerdo para vestir igual "ridículos". Enseguida que entró le dio un beso a Lina en la boca, acelerado y fingiendo que hace mucho no la veía le susurró algo y sacó un encendedor.
  — Ya vas a empezar con tus mamadas— Luna se echó a reír. 
  — ¿Qué? te iba a invitar bro— "Esa cosa los va a consumir más rápido de lo que creen"
  — Si quieres te bañas en mi casa; lleva ropa— Se levantó del sillón y se acomodó el pantalón.
— Espera ¿Ya se van? a ver...— Héctor se levantó y vino a mí jaloneandome hacia fuera de mi departamento— como que desde el accidente andas rarito ¿No crees?— susurraba mientras encendía su porro — No sé que ondas traigas con esa tipa hermano, pero los amigos no se hacen a un lado, nunca, ni por la novia... y te lo digo yo— le fumó.
  — No traigo nada, sólo que no la quiero tener aquí metida en mi casa ¿Entiendes? y la niña sola no se sabe regresar— mentí — tú quédate aquí, no incendien nada a parte de la mota y regreso rápido— 
  — Oye, la verdad es que venía a pedirte algo más serio— volteó como asegurándose que nadie más que yo lo viera.
— Me dices eso como si supieras que te voy a decir que si—
— Tú sabes que estos días han sido difíciles para mi— "A quien se lo dices" — y con la colegiatura, mi novia y algunos tatuajes que me hice me he estado quedando en ceros; en el trabajo ya no me pagan igual y sé que normalmente no te pido esto pero... necesito prestado bro, tú sabes que Lina y yo estamos pasando por un momento difícil y su padre ya no quiere que le deba nada— su porro se iba consumiendo.
— No—
— ¿Neta? ¡Después de!... — tranquilizó su voz —Después de todo lo que hecho por ti ¿Te vas a poner así?—

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