Capítulo XXX: "Talk Dirty To Me"

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Desperté con el bendito sonido de la alarma de mi teléfono en mi mesa de noche

-          Apágalo... veinte minutos más... – me sobresalté por la ronca voz que escuché en mi cuello, me giré y encontré a Austin durmiendo acurrucado a mi lado, con su brazo pasando por mi cintura, su pierna encima de las mías y con su cara en mi cuello, oh no, por favor, no.

Me estiré como pude, alcancé el teléfono y apagué la alarma, luego miré a Austin, gracias a Dios sólo estaba sin camiseta, de la cintura hacia abajo estaba totalmente vestido, lo que me alivió bastante, traté de recordar qué había pasado anoche y los recuerdos vinieron a mí de golpe junto con una terrible jaqueca

*Flashback

Estaba en la barra con Austin, ambos bebíamos.

-          ¡Vamos a bailar! – dije bajo los efectos del alcohol

-          ¡Siii! – dijo Austin de igual forma. Nos paramos y nos dirigimos a la pista a bailar, en ese momento empezó a sonar "Talk Dirty" de Jason Derulo, con Austin comenzamos a movernos al ritmo de la música y bastante pegados por lo demás, el alcohol estaba causando estragos en nuestros sistemas

-          ¿Qué tal si obedecemos a la canción? – dijo Austin mientras me tomaba por la cintura y me hablaba al oído

-          No lo sé, dime tú – dije riendo

-          Yo digo que si totalmente – susurro sensualmente en mi oído

-          Entonces... - dije e igual forma – Talk dirty to me – dije en el momento en que la canción decía lo mismo, al decir esas cuatro palabras Austin comenzó a susurrarme una cantidad de 'cosas' e incoherencias terribles mientras nos movíamos con la música, ¿lo peor?, recordaba cada cosa que Austin me había, dicho..., propuesto... o confesado. Y digamos que... De verdad me habló sucio, bastante para ser sincera...

-          Ni te imaginas lo que te haré cuando lleguemos a tu habitación..., prepárate nena... – eso fue lo más suave que me dijo. Austin estaba bastante ebrio ya que en circunstancias normales, jamás hubiese sido capaz de decirme algo así, y bueno, yo también lo estaba..., más de lo que debí, ya que prácticamente me insinué a él, vaya mierda, jamás volveré a beber... ¡jamás!.

Luego de prácticamente dos o tres minutos de baile y conversaciones al oído, la canción terminó y con esto nuestro 'momento sucio'. Después comenzó a sonar una canción muy romántica... ¿cómo se llama?... la canción de Titanic... ¡Ah sí! 'My heart will go on', y con Austin pasamos de nuestro 'momento' al romanticismo total, bailando lento, sin apuros, de repente él comenzó a cantarme

-          Near, far, wherever you are (Cerca, lejos, donde sea que estes)
I believe that the heart does go on (Creo en que el corazón te seguirá)
Once more you open the door (Una vez más que abras la puerta)
And you're here in my heart (Y tu estarás aqui en mi corazón)
And my heart will go on and on (Y mi corazón te seguirá y te seguirá)

You're here, there's nothing I fear, (Estás aquí, y no hay nada a lo que yo le tema)
And I know that my heart will go on ( Y sé que mi corazón te seguirá)
We'll stay forever this way (Podríamos estar así para siempre)
You are safe in my heart (Estás seguro en mi corazón)
And my heart will go on and on (Y mi corazón te seguirá)

Fue tan romántico. Hay una cosa que puedo asegurar, firmar y vender mi alma en pos de esto, Austin es un eterno romántico, ebrio o no siempre es romántico, aunque sea con un pequeño detalle.

Luego de esto, recuerdo que... - otra vez los recuerdos me golpearon – volví a la barra  con Austin tomados de la mano y pedimos dos... Joder... 'Long Island iced tea', para que más o menos se hagan una idea: 1 parte de ron, 1 de tequila, 1 de triple sec y una de ginebra, originalmente contiene zumo de limón y refresco de cola, pero... lo pedimos sin estos últimos dos, es decir, pedimos una bomba. Genial... (nótese el sarcasmo)

*Fin del flashback

Luego de eso, no tengo conciencia de nada más, no tengo idea de cómo llegué aquí. Sin más, me levanté de la cama, pero al momento de levantar la cabeza de la almohada, una jaqueca terrible se apoderó de mí y no fui capaz de moverme.

-          Austin... - dije y le removí un poco

-          Mh... - dijo adormilado

-          Austin, despierta – dije quejándome

-          No quiero... - dijo

-          Austin, por favor, ya muévete, no puedo levantarme – dije tratando de mover la parte de su anatomía que se encontraba sobre mí

-          Pero es que estoy tan cómodo – dijo y depositó un beso en mi cuello, me estremecí

-          Ugh... En fin – como pude saqué la pierna y el brazo de Austin de encima de mí y me levanté, miré la hora en mi teléfono... ¡Mierda! ¡Son las tres con treinta!

Corrí al baño, me deshice de mi ropa y me di una ducha rápida, salí y me vestí, lo primero que vi fueron unos jeans azules desgastados, una remera negra y una chaqueta de jeans en el mismo tono del pantalón, me puse la ropa y salí más que rápido, por suerte Austin seguía durmiendo plácidamente, dejé mi cabello suelto, tomé mi pequeña mochila negra con todo lo necesario y salí de allí, luego le mandaría un mensaje a Austin.

Salí del apartamento y apreté el botón del ascensor, por suerte llegó en cosa de segundos, apreté el botón del primer piso, y al llegar corrí velozmente hacia la salida, allí me topé con lo peor que me podría haber pasado, en especial, hoy... La congestión vehicular era terrible, por lo menos siete a diez calles tapadas en vehículos, me lleva la que me... Sin más empecé a correr por todas las calles que me conducían al famoso café, por suerte había decidido ponerme mis fieles converse negros. Corrí hasta llegar a la intersección con la calle del café, allí crucé y me dirigí a la entrada del café... Busqué en todas las mesas con la vista, nada... Genial, me daría tiempo a leer el contrato que, por lo demás, ayer ni siquiera había mirado, ya saben...

Me senté en la mesa de la esquina más apartada y de la mochila saqué el montón de hojas y mis lentes, me disponía a empezar a leer cuando una camarera se me acercó de la nada

-          Buenas tardes, ¿qué va a ordenar? – dijo amablemente

-          Un café bien cargado, por favor – le dije, ella anotó el pedido en su libreta y se alejó, en cualquier otra situación hubiese pedido un cappuccino o algo así, pero ahora necesitaba estar alerta... y que se me quitara la jaqueca, la camarera llegó con la orden, yo le agradecí y comencé a leer el contrato, la verdad era bastante bueno y básicamente era lo que Justin me había dicho, estaba llegando a la última página cuando sentí que afuera se llenaba de gente y los flash de cámaras inundaban la zona de la entrada, levanté la vista y lo ví.

Ahí estaba él con sus supras rojas, pantalones de cuero caídos, una remera con tirantes anchos de color blanco, una gorra negra y roja en su cabeza y lentes de sol negros, toda una estrella del pop... Entre todo el mar de paparazzis, periodistas y las cámaras entró a la cafetería, me buscó con la mirada, y al encontrarme me dirigió una sonrisa, yo se la devolví y se dirigió hacia donde yo estaba, comencé a ponerme nerviosa, era ahora o nunca, esto podría llevar al siguiente punto a mi carrera, o, hacerla caer desastrosamente.

Derecho a Tocar [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora