Derecho a Tocar [Editando]

Capítulo XXIII: "Blue's Clues"

-          Muy bien, estás lista, ahora ve, la Señora Gallagher te dará las instrucciones correspondientes – hizo una pausa, me miró y sonrió – suerte – esta chica estaba mintiendo, ella sabía algo que yo ignoraba

-          Gracias – le dije y salí, tal como me había dicho, la Señora Gallagher se encontraba afuera

-          Estoy lista... creo... - le dije un tanto nerviosa

-          Te ves hermosa _______ - dijo con una sonrisa – ahora toma, aquí está todo – dijo entregándome un sobre – suerte – dijo, me dedicó una sonrisa y se fue.

Ok, es en serio, al parecer todos saben dónde voy y yo no tengo ni la más mínima idea de a dónde diablos se supone que debo ir... genial. Ya que como la Señora Gallagher había dicho, "aquí está todo", abrí el sobre, ¿Qué se suponía que era esto? Una tarjeta con un dibujo de una cortina roja, esto me desconcertó totalmente. Miré a mi alrededor y la única cortina roja qué había era la qué daba al escenario, así que decidí hacer mi camino hacia allá. Al llegar había otro sobre, esta vez pegado a la cortina. Lo tomé y lo abrí, una puerta de cristal y marco de madera, la única puerta que había visto así era la de la entrada al salón donde nos habíamos presentado, caminé hacia la entrada, recorrí el pasillo de atrás del escenario, y salí al salón, allí me abrí paso entre las personas que limpiaban, y el mobiliario amontonado. Como era de esperarse todo el mundo se había ido a la fiesta que había después del show, donde se suponía conversaríamos con quien quisiera contratarnos y blah, blah, blah. Al llegar había un sobre pegado al cristal, lo abrí. El dibujo de una tienda y una taza de café. La cafetería de en frente. Crucé la calle y me dirigí hacía donde creí me indicaba la tarjeta. En la puerta, nada. Entré. Me acerqué al mostrador. No alcancé a articular palabra alguna, ya qué la chica atrás del mostrador me extendió un sobre automáticamente, 'Gracias' respondí a su acción, 'Suerte' fue lo único que dijo y prosiguió con su trabajo, el hecho de que todo el mundo me deseara 'suerte' comenzaba a irritarme. Salí y abrí el sobre, esta vez un edificio muy particular estaba en la imagen. El edificio de cristal de los Ángeles, a pocas calles de mi ubicación, esto realmente comenzaba a irritarme, ¿Qué era esto? ¿Las pistas de Blue?

A pesar del hecho de que estaba comenzando a irritarme, ya que el caminar en esos zapatos no era absolutamente placentero y yo no estaba para que me estuviesen jodiendo, decidí caminar las tres calles restantes hasta el edificio de cristal, ¿Qué más daba? Ya había empezado. Caminé y traté de relajarme en el camino, si alguien se había molestado en hacer todo esto, supongo, era por una razón importante, esto me calmó un poco, estaba atardeciendo y comenzaba a helar. Recorrí las calles que faltaban y al llegar al edificio, y no encontrarme con nada en particular, entré. Al hacerlo el botones del hotel, sí, el edificio de cristal era un hotel, me extendió un sobre, ni siquiera hice el amague de decir palabra alguna sólo lo tomé y luego me despedí con un 'Gracias', el botones lo hizo con un 'Suerte', ya me estaba acostumbrando al hecho de que toda la gente muy amablemente me deseara suerte, que amables... Abrí el sobre, una flecha hacia arriba. El elevador. Me acerqué. Al lado del botón, otro sobre, lo tomé y lo abrí un número '69' en negro destacaba en la tarjeta blanca, reí al ver el número, apreté el botón del elevador y casi automáticamente se abrieron las puertas de este, entré y dirigí mi mirada al indicador de niveles, genial, el piso '69' era la azotea del edificio. Mierda, mierda, mierda y la mismísima mierda, empezaba a creer que quién había hecho esto me odiaba, o bien no me conocía nada, mi claustrofobia sumado a mi acrofobia, sólo daría como resultado una crisis de pánico, ah genial, sin más apreté el botón hacia la azotea. Durante el recorrido en el elevador, traté de relajarme, aunque una parte de mi sabía que nada bueno resultaría de esto. El elevador, subió y subió y subió, yo sólo me dediqué a seguir la lucecita que indicaba en el piso que estábamos todo el tiempo, al iluminarse el '69', la puerta se abrió.

Me retracto, a quién haya hecho esto debo importarle mucho.