Capítulo XXII: "Between The Sword and The Wall"

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-          Entonces, ¿vamos?

-          Lo siento, ¿qué? – respondí al escuchar la pregunta de la Señora Gallagher, no tenía ni la menor idea de qué era lo que me decía

-          Que sí vamos _______ - reiteró la Señora Gallagher

-          A sí, por supuesto – no tenía idea de a dónde se suponía que íbamos o a que se refería, pero no me delataría preguntando. La Señora Gallagher comenzó a caminar y yo le seguí detrás, me di cuenta de qué Justin ya no estaba, ni mi amigos tampoco y que la Señora Gallagher ahora me conducía por el pasillo hacia los camerinos, definitivamente no era lo mejor perderme en el espejismo de perfección que suponía Justin Bieber.

-          Muy bien, aquí está Ashley, te dejará cambiarte y luego te peinará, tú sólo avísale cuando estés lista, te esperamos afuera – dicho esto se retiró del camarín al que anteriormente habíamos entrado y me dejó sola, ya que Ashley salió detrás de ella. Esto era totalmente absurdo, no tenía idea que se suponía tenía que ponerme, ni para qué. La primera interrogante de todo el asunto fue respondida casi al instante cuando repasé con la mirada el camarín y encontré una bolsa de vestuario negra con mi inicial en dorado grabada. Muy bien, aquí vamos, supongo que la ropa me dará alguna idea. Abrí la bolsa y me encontré con el hermoso vestido color lila que había visto horas atrás mientras paseábamos por las calles de Los Ángeles con Austin, era perfecto, era entallado, con unos finos tirantes, un diseño de flores y enredaderas en pintadas en negro, hechos a mano, me llegaba un poco más arriba de la rodilla, no era ni muy largo ni muy corto, era simplemente Justin Bieber, es decir, perfecto.


Estás jodida, ¿conoces el amor a primera vista? Porque eso es lo que te pasa

Oh, calla, esa mierda del amor a primera vista no existe

Entonces, ¿Qué le pasó a Austin contigo? ¿Qué es eso? ¿Eh?

Touché

Si, a eso me refería

Decidí no tomarle más importancia a la molesta vocecita en mi cabeza y seguir en lo que estaba. Me quité mi atuendo del show y me puse el hermoso vestido, era perfecto, era como... hecho a la medida. Escudriñé un poco más en las cosas qué había allí y encontré unos hermosos tacones negros, iban a la perfección con el vestido, me los puse y salí, tal como la Señora Gallagher me había indicado.

-          _______, cariño veo que estas lista – dijo inspeccionando mi figura la Señora Gallagher – te ves hermosa, ahora deja a Ashley que arregle tu cabello y estarás lista – dijo sonriéndome – Ashley – llamó, acto seguido apareció la rubia tan familiar para mí con una sonrisa en el rostro

-          Te ves hermosa _______, ahora vamos – dijo y yo la seguí, cerré la puerta del camarín y me senté en la silla frente al tocador, ella comenzó desenredando mi cabello y partiéndolo en dos, dejó más cabello al lado derecho y al izquierdo comenzó a hacer una trenza

-          ¿Ashley? – inquirí

-          ¿Sí? – dijo sin despegar la vista del trabajo que hacía con mi cabello

-          ¿Tienes alguna idea a donde me llevan?, o mejor dicho, ¿A dónde se supone que debo ir?, porque no tengo ni la menor idea– le solté, sabía que Ashley era una persona en la que se podía confiar y que si le decía que no tenía la menor idea a donde iba, ella me comprendería y no le diría nada a nadie

-          ¿No sabes nada de nada? – dijo un poco divertida

-          La verdad... no, nada – dije sincera

-          Pues, mi querida _______, es que yo estoy igual qué tú, a mí solo me dijeron que debía peinarte, para qué, no lo sé – dijo terminando el trabajo con mi cabello

-          Rayos... - ok está decidido, la próxima vez que esté en el mismo lugar que Justin Bieber, me pondré una venda en los ojos.

-          Aunque creo es algo importante a juzgar por el vestido y todo lo que recalcó la Señora Gallagher que te debía dejar perfecta

-          Mierda, no sé si eso lo mejora o lo empeora, realmente – hice una pausa y miré a Ashley – por favor no le comentes a nadie de esto

-          Tranquila, tu secreto está a salvo – dijo esto y giró la silla para que pudiese ver mi reflejo en el espejo del tocador, Ashley había hecho un gran trabajo, me veía hermosa.

Aún así no dejaba de rondar en mi cabeza la imagen de Justin,  lo cierto es que me desconcentra demasiado, digamos que si Justin Bieber fuera mi profesor, reprobaría con un 0, pero me sabría su anatomía de memoria, sus gestos, su actitudes, su ropa, todo. Pero de lo que enseña no sabría nada.


Reitero, estas jodida

Lo sé, tienes razón, estoy jodidamente enamorada de Justin Bieber

Y ni siquiera has mantenido una conversación de más de cinco minutos con él

Lo sé, reitero, estoy jodida

Un momento, si estás jodidamente enamorada de Justin Bieber, absurdamente a primera vista, por lo demás, ¿qué pasará con Austin? TU NOVIO

Mierda, Austin

Así es querida, o te olvidas de la loca idea de tener algo con la perfección, o terminas con Austin y no le haces daño, estas contra la espada o la pared, elige. Pero a ambos no los puedes tener.

Oh, jódeme en el infierno

Derecho a Tocar [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora