Gerard soltó el aire volteándose y colocando el seguro, volviéndose de nuevo a él e hincándose enseguida:- Ahh... N-no tienes que hacerlo, Gee, y-yo...

- Cállate.- Un pequeño gemido ahogado ocasionó que casi se caiga, sosteniéndose a penas del lava manos mientras echaba la cabeza hacia atrás y tapaba su boca ruidosa.

Gerard se había metido su miembro a la boca, engulléndola entero. Sus pantalones de chandal estaban hasta sus talones mientras que las piernas le temblaban.

El pelirrojo le miró discretamente sintiéndose dichoso de ser el único que pudiera poseer esa imagen para si. Estaba rodeando su pene con su lengua, con su preseminal saliéndole, acariciando sus piernas mientras al mismo tiempo las abría para encajar mejor.

La pancita de Frank quedó un poco al descubierto haciéndolo ver más adorable.

Fue más rápido, haciendo al castaño entonces correrse con fuerza mientras se retorcía.

Se puso de pie limpiándose la boca y subiendo al tope sus pantalones para así mirarle con una sonrisa.

Frank respiraba agitado y sonrojado.

- ¿Mejor?- Este asintió.- Bien. Cuando lleguemos a casa me encargaré de darte más.- Le guiñó el ojo saliendo esta vez del cuarto de baño con su novio embarazado.

- Ah. Y yo que pensé que ya no volvían hoy.- Masculló Donna al verles. Frank bajó la mirada avergonzado mientras Gerard solo resoplaba ayudando a sentarle.

- Una disculpa. Las náuseas.

- Pues deberías hacer que le receten algo contra eso. O al menos que verifiquen si es algo normal. ¿Qué tal si el bebé está en peligro?, quién sabe si por tratarse de un niño quien lo cargue, no está siendo adecuado para su desarrollo.

- ¡Mamá!- El pelirrojo miró severa a la rubia quien sólo miraba despectiva al menor.

- Yo solo digo. Ugh. ¿Es que acaso yo te eduqué así?

- Bien, basta. Me voy.- Se puso de pie ayudando de nuevo a Frank a pararse. Este seguía con la cara roja y la notoria tristeza en el rostro.

- ¿Qué?, pero si aún es muy temprano, Gerard. Además hace mucho que no venías a vernos.

- Si, y ahora vine a presentarte a mi novio quien tendrá a mis hijos y lo único que has hecho es hacerle de menos. Te amo mamá pero no soportaré que le trates así, ¿bien?. Buenas noches.

- Gerard, ¡regresa aquí!- Gritó ella cuando vio que hablaba enserio.

- Uh, no. Tengo que ir a hacerle el amor a mi pequeño. Hasta pronto.- Se despidió sin más abriendo la puerta principal saliendo junto al menor.

Donna quedó roja del coraje haciendo berrinche mientras Donald seguía tomando de la segunda botella de vino.



Había estado callado todo el camino hasta llegar a casa. Gerard le había dado su espacio hasta que entraron a la habitación y este se puso a llorar en medio de ella.

- Frank.

- No pu-uedo evitarlo...

- Dios. Solo ignórala. Ella odia a todo el mundo. Incluso a la esposa de mi hermano. Y eso que él se casó dos veces, y ¿qué crees?, también odió a la primera así que... No lo tomes personal cariño.- Su voz redució de tono acercándose al castaño y tomando sus mejillas para así besarle la frente.- ¿Si?- El menor asintió repetidamente dejando que este le besara castamente bajando entonces por su cuello.

Mordía de vez en cuando haciéndole soltar suspiros, sonriendo ante lo bien que se sentía causar eso en él.

Con cuidado y lentitud empezó a quitar su chaqueta aventándola hacia algún lado de la habitación, seguido de su playera amplia que en realidad le había robado de su guardarropa.

Le hizo acostarse sobre la cama repasando ahora la piel tatuada de su pecho, llegando a sus pezones rosados que mordió levemente haciéndolo temblar y removerse.

- Gee...- Sin darse cuenta ya estaba alzando las caderas contra la pelvis del mayor quien sonrió bajando sus manos a deshacerse de sus pantalones de chandal y su ropa interior. Hizo lo mismo con esas pantuflas que cargaba.

Frank se sostenía del vientre mientras jadeaba ansioso.

Gerard se alzó sin dejar de mirarle fijo, quitándose la ropa de igual modo. Cuando hubo terminado, se inclinó a él de nuevo besándole con ímpetu haciéndose un espacio entre sus piernas.

- No puedo ir rápido, cariño...- Susurró contra su oreja cuando notó la brusquedad de los movimientos del menor contra su cuerpo. Frank gruñó mirándolo algo desesperado.

El mayor río empezando a masturbarle relajándolo. Entonces adoptó una posición en donde sus piernas se abrían hacia el pelirrojo quien ahora bajaba besando tiernamente su vientre llegando hasta su pelvis y mordiendo gentilmente su piel.

- Gee... Por favor... Te necesito...- Suplicó el menor alzándose más. Su entrada estaba más accesible de ese modo, repasándola con sus dedos hasta meter uno de estos.

Frank gimió y le apretó mientras ladeaba el rostro auto moviéndose.

- Tú siempre tan ansioso... ¿Más?- El menor asintió repetidamente soltando un quejido cuando otro dedo le invadió.

- S-se siente tan bien... Ugh... ¡Si!- Había localizado su punto tocándolo constante, masturbando al mismo tiempo a un ritmo considerable que de nuevo le hizo correrse. Los espasmos recorriéndole de forma que no podía controlar los pequeños tics que estos dejaba a su paso.

Sacó sus dedos de ahí, viéndolo desplomarse exhausto.

Le sonrió yendo a besarle los labios mientras sus manos recorrían sus muslos, alzándolos y acomodándose.

- Ponte suave bonito...- Frank le miró apenas agarrándose de sus brazos mientras gemía ante la invasión. Sus pechos que se pegaban gracias a la esencia del castaño.

Pronto estuvo lleno arqueándose perfecto y enterando entonces las uñas en su pálida piel.

- G-Gerard....

- ¿Hmm?- El pelirrojo sentía un pequeño nudo en la garganta ante lo ajustado que el menor estaba, dificultando su movimiento, empezando lento pero conciso mordiendo de nuevo sus pequeños y rosados pezones.- Me sentiré celoso cuando alimentes a nuestro bebé por aquí...- Comentó casual mordiendo de nuevo mientras empezaba a aumentar el ritmo de las embestidas, llevando un ritmo donde cada cierto número de penetradas, daba una con fuerza considerable, haciendo al menor lloriquear.

Se estremecía cada que eso pasaba sintiendo más apretadas sus paredes.

- C-cállate.- Gimoteó abrazando al mayor del cuello y subiendo lo más que pudo la pelvis para que las estocadas fueran más profundas, lo que hizo al pelirrojo gruñir ante la sensación.

Apoyándose a la cama con una mano, con la otra subió tomando la mejilla del castaño y llevándolo a besarle mientras seguía embistiéndole hasta correrse dentro suyo, disfrutando cada segundo.

Soltó un sonido lleno de satisfacción abrazando con precaución a Frank para no lastimarle y acostarle completamente en la cama.

Este seguía con las lágrimas en los ojos, besándolas y sonriendo después.

- ¿Mejor?- Le acarició Las mejillas mientras este asentía sonriendo también.

- Las hormonas...- Se excusó.

***
Holi boli crayoli
Llevo escribiendo esto hace una semana :v y según lo haría el lunes pero pues :b soy una universitaria que morirá joven a este paso ;( fin

En fin, no es un smut salvaje, a mí me gusto la idea, espero que a ustedes también :)

Smut.., FrerardWhere stories live. Discover now