18

689 47 2
                                    


CAPÍTULO 18



Desperté entre los brazos de mi chico, sintiéndome protegida. Me quedé allí, disfrutando del momento durante algunos minutos hasta que él despertó. 

Matt era hermoso, me cuidaba, me quería, me hacía feliz. Era todo lo que necesitaba.

Anoche se transformó frente a mí para enseñarme el proceso, y la verdad era que lucía realmente doloroso. Con solo escuchar sus huesos partiéndose terminé escondida bajo las sábanas.

—Buenos días —su ronca voz me sacó de mis pensamientos.

—Buenos días, amor. ¿Cómo dormiste? —pregunté con suavidad, mi voz de recién levantada me hacía parecer borracha.

—¿Contigo? Espectacular, no hay dudas de eso —frotó mi espalda con cariño—. ¿Qué quieres hacer hoy?

—La verdad, no tengo idea. Lo que quieras hacer —me acurruqué más contra su cuerpo.

—¿Te gustaría salir? Normalmente estamos en nuestras casas, ya sabes, para hacer algo diferente...

Las caricias en mi espalda y los besos tanto en mi cabello como en mi frente no faltaron. Alguien había despertado muy cariñoso hoy.

—Me parece bien —me giré apenas, para buscar mi celular y ver la hora—. Son las once y media, ¿qué hacemos?

—Vamos a la tardecita, después de la pileta. Ahora no tengo ganas de levantarme —en apenas unos segundos lo tenía sobre mí, haciéndome cosquillas.

—¿Ustedes no se piensan levantar a comer algo? —Sophia apareció en el umbral de la puerta—. Ya es tarde.

—Hola, suegra, es raro que esté despierta a esta hora cuando tuvo turno nocturno —la observó curioso, por lo que no pude evitar reír. Lentamente salió de encima de mí y se sentó a un lado.

—Soy un maldito zombie, pero quiero almorzar en familia antes de acostarme un rato. Vamos, arriba. ¡Los quiero en el comedor en diez minutos! —y con eso se marchó.

Observé cómo Matt no dejaba de mirar el lugar donde había estado mi madre, había una sonrisa en su rostro, pero estaba congelado.

—Sí, Matt, ya eres parte de la familia Cox —palmeé su muslo antes de levantarme de la cama.

—Voy a llorar —susurró aún congelado.

—Anda ya, levántate, no seas dramático. Era obvio que te iban a querer, eres un cielo —le pasé la ropa suya que tenía en mi armario.

Debía admitir que en las visitas a su casa me fui trayendo algunas prendas para cuando se quedara aquí y bueno, también para tener su aroma cerca.

—Te ganaste a ambos en menos de una hora.

—Y tú ni siquiera tuviste que mirar a mi padre una vez para ganártelo —replicó, haciéndome sonreír.



(...)



—¿Qué hicieron anoche, chicos? —Alex encabezaba la mesa, a su derecha estaba mi madre y a su izquierda estaba yo, Matt a mi lado.

—Matt cocinó, Emily vino un rato porque estaba sola y luego apareció Julian —relaté sin entrar en detalles.

—Oh, Sophia, mi padre está de acuerdo con pasar las fiestas juntos, está muy emocionado —eso fue lo que nos dijo su hermano la noche anterior cuando vino.

《Ambett》[AE#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora