Capítulo 1: Nacimiento

4.7K 269 30
                                    

Prólogo

¡No quiero moverme! Sólo espero a que se desfogue conmigo. Él cree que le he traicionado, sus ojos ven frente a él a un traidor de Konoha y, en cierta forma, lo soy... quizá no de la forma en que todos esperan. Piensan de mí lo peor, que soy un asesino a sangre fría, que no me importa nada ni nadie pero soy humano... demasiado humano. ¡Tú me enseñaste a ser humano y ahora te traiciono, Minato!

Fuiste un gran maestro, de ti lo aprendí todo, contigo viví mi más intenso amor, contigo viví la más desesperada de las tristezas, a ti te hice la mayor de las promesas y hoy me encuentro aquí por ti... esperando el golpe de tu hijo que dará mi muerte, esperando que él acabe con mi vana existencia porque soy un traidor.

Él dice que asesiné a mi clan, que traicioné a Konoha. ¡No puedo rebatírselo! Es cierto que lo hice... pero lo hice por él, lo hice por ti. Salvar a tu hijo siempre fue mi prioridad, ayudarle, protegerle, cuidarle. Me pediste y suplicaste que le protegiera siempre, que cuidase de Konoha y lo hice. No puedo arrepentirme porque no siento culpa, hice lo que tuve que hacer para mantener mi promesa contigo.

Mi única culpa... fue haberme enamorado de la persona que va a matarme. Quizá lo merezco... ¡Me enamoré del padre, ahora del hijo! ¿Qué clase de monstruo soy? ¿Qué clase de persona? Puede que lo mejor sea que desaparezca finalmente y por eso mismo, no voy a moverme.

Oigo el Rasengan cargándose en la mano de tu hijo y sonrío mientras permanezco con los ojos cerrados. He visto cientos de veces ese ataque, tú lo diseñaste, tú lo creaste y lo mejoraste, tu hijo... lo ha perfeccionado por ti... porque supo por Jiraiya que tú jamás pudiste acabarlo del todo por tu muerte precipitada.

Abro los ojos aunque ya apenas puedo ver, estoy medio ciego por mi sharingan, sin embargo, miro las nubes, simples borrones que surcan el cielo sobre mi cabeza y sonrió una vez más. ¡Allí te encontraré! ¿Me perdonarías? Y luego pienso... ¡No! No nos encontraremos, porque tú fuiste un ángel que salvó gente, yo fui un demonio que la mató para proteger tu sueño y tus ilusiones, el cielo no es para mí, ni siquiera en mi muerte volveré a estar contigo. ¡Dos amores y ninguno pude disfrutar! A los dos os pierdo. Qué irónica es la vida, todo me lo da y todo me lo quita.

Una brisa mueve mi cabello y sé que es tu hijo acercándose a mí. El viento que tú dominabas le protege ahora, le rodea y es atraído por su rasengan. Él será el nuevo viento de Konoha, el que los proteja, él será ese chico que deseaste que fuera, será el chico que soñaste conocer y criar, él será como tú, tiene tu corazón y tu carácter. A ti te vi en él, quizá por eso me enamoré una vez más aunque fuera la persona inadecuada.

Su mano va a tocar mi pecho y finalmente... lo hace, pero no siento dolor, tan sólo su palma en mi pecho, empujándolo con fuerza y le miro. Una mancha rubia, eso es lo que veo, una mancha rubia que gimotea frente a mí con la cabeza agachada, con su mano en mi pecho y tratando de contener las lágrimas.

- ¿Por qué has desactivado el Rasengan? – pregunto en un susurro.

- Porque no puedo matarte – me dice entre lágrimas, cogiendo mi muñeca y atrayéndome hacia él hasta unir sus labios con los míos.

Me ha impresionado y no entiendo el motivo... él siempre fue impulsivo. Quizá eso lo sacó de Kushina, porque tú eras valiente pero cauteloso, ingenuo para el amor pero inteligente para el campo de batalla, tú eras el Hokage perfecto y, sin embargo... ese corazón bondadoso... ese... es de los dos. Sé que vuestro hijo llegará a Hokage algún día, será como tú y si él me dejase... yo siempre le protegería, haría lo que no pude hacer contigo. ¡Salvarte!

Diario de Itachi Uchiha (Naruto: Minato-Itachi. Itachi-Naruto)Where stories live. Discover now