Capítulo 8: Me gusta Louis.

13.3K 1.3K 636
                                    

¿Ya les dije que lo siento? ¿No? Pues lo siento. Mi laptop esta rota y probablemente no pueda subir muy pronto... :/

----------------------------------

Dos horas después y mi cabeza aún estaba en las nubes. Sara había estado completamente rara, miraba mucho a Niall, quien parecía estar vigilándola... mi amigo no se había acercado mucho a mi, y cuando lo hacía, no dejaba de mirar a la chica, quien parecía querer esconderse detrás de mi todo el tiempo, refugiarse debajo de mi brazo. No lo comprendía, supongo que no habían logrado reconciliarse o algo por el estilo. Ahora estábamos de nuevo bajo la mirada de Niall, yo recargado en el árbol y Sara dando la espalda al fastidioso chico rubio. Creo que estaba logrando ponerme nervioso a mi también.

-Bueno, Harry... -dijo Sara, sus manos estaban a la altura de su cintura, sus dedos jugaban entre ellos, entrelazándose con nerviosismo. Ella se mordía el labio inferior mientras miraba al suelo y yo no sabía qué era lo que estaba pasando. La miré por un momento y luego alcé la vista un poco, para encontrarme bajo la mirada de Louis desde la terraza... bien, ahora también yo estaba nervioso.- Yo... no te traje un regalo... -mencionó.

Sonreí y negué.

-No necesito un regalo, Sara, no te preocupes. -me apresuré a decir, mientras acomodaba un mechón de su cabello detrás de su oreja. Volteé hacia donde estaba Louis y lo vi cruzarse de brazos y reprimí un bufido.

-Aún así quiero darte algo. -dijo con una sonrisa bastante nerviosa. Fruncí el ceño, sin comprender mucho. Alrededor pude notar como Niall sonreía muy raro y se daba la vuelta al fin. Antes de poder pensarlo siquiera, sentí a Sara tomando el cuello de mi camisa.- Voy a darte algo. -su voz sonaba un poco más decidida, y repentinamente se puso de puntitas. Se acercó a mí y pude sentir su aliento mezclándose con el mío. Supe lo que iba a suceder... No pude evitar levantar la mirada, Louis se dio la vuelta y yo miré a Sara. Sus labios estaban cerca de los míos, muy cerca, casi se rozaban...

-Sara... -dije nervioso, mientras sentía su cálido aliento sobre mis labios y sus alrededores cercanos. Cerré los puños y me hice un poco para atrás, pero a estas alturas ya estaba contra el árbol, deseando que ella parara, pero no siendo suficientemente fuerte para alejarme por mi mismo, no más de lo que ya lo había hecho y que ella no había entendido en nada.

-Dime, Harry. -susurró, sus labios rozando los míos y haciéndome sentir raro. No dije nada más, cerré los ojos y en ese instante sus labios se posaron livianos sobre los míos.

No fue la gran cosa, fue simple y agradable, como ella. No era un "simple" malo, sino todo lo contrario, era algo que... bueno, que me hacía sentir que por primera vez en la vida estaba haciendo algo que estaba bien. No porque sintiera algo fuerte por Sara, sino que... era algo de lo que Niall podría estar orgulloso, algo que si le haría feliz y dejaría de molestar con más cosas.

No hace falta decir que después de eso no volví a ver a Louis, de hecho también había olvidado el regalo que supuestamente me había dejado, fue cuando entré a mi habitación después de todo cuando lo vi: Un plato de cartón con una galleta en forma de corazón con mi nombre, que estaba perfectamente rota. El plato maltratado, el glaseado dañado... y mi bate de béisbol tirado junto a mi cama. Fruncí el ceño y me pregunté por qué me habría regalado algo tan roto como aquello... deje eso de lado en el buró y comencé a buscar mi pijama... estaba a punto de irme a dar un baño cuando la puerta se abrió.

-Harry, Harry, Harry... -la voz emocionada de mi hermana me interrumpió y me hizo voltear a verla y cubrir la galleta que era mi regalo con mi ropa limpia. Por alguna razón no quería que ella la viera.- Tengo algo importante que contarte... serás el primero en saberlo, porque eres mi hermano favorito.

-Soy tu único hermano, Gemma. -rodé los ojos con una sonrisa y me senté en la cama.- Vamos, te escucho. Solo porque sé que en realidad quisiste decir que estás enamorada de mi en secreto. No te culpo, soy irresistible...

-¡Es eso! -Gritó ella sonrojada y emocionada.- Estoy enamorada. -confirmó. Mis ojos se abrieron desmesuradamente y me hice atrás en la cama.

-Bromeaba, somos hermanos. -dije, ella se carcajeó.

-No de ti, imbécil. -se acercó a mí y se sentó. Suspiró y al verla, ella tenía "esa" mirada... Fruncí el ceño y la miré interrogante. Mi hermana había estado enamorada antes, pero jamás me lo había contado a mi primero... debía ser importante enserio.- Estoy enamorada de Louis. -su sonrisa era tan radiante, que solo pude compartirla.- Y ya me voy, porque dejé unos cupcakes en el horno. -dicho esto salió. ¿Cómo demonios es que ella podía ponerse a hornear tan rápido? Siempre lo hacía.

Así que mi hermana estaba enamorada de Louis... ojalá él le correspondiera. Bah, la idea no me gustaba mucho, no entendía bien por qué, pero me hacía sentirme inseguro y en peligro. Dejé de pensar en eso, porque al final no sabía si sí quería que le correspondiera o desear mantenerla alejada de él. Me di un baño y me fui a dormir de inmediato, sintiendo migajas de galleta sobre la piel de mi abdomen... había olvidado sacudir la camiseta, pero antes de poder hacerlo, el sueño me venció.

Dos semanas enteritas escuchando lo maravilloso que Louis era. Siempre tenía regalos para mi hermana, y siempre eran justo lo que ella más quería. ¿Qué si había tenido un regalo para mí? Si, y todos estaban rotos. Había incluso una fotografía mía con Sara rota justo por la mitad, de cuando fuimos a comer helado al parque. Mi hermana no tenía ni idea de que él me daba cosas, y no sospechaba porque Louis ya ni me miraba, solo estaba frente a mi hermana y mirándola a ella todo el tiempo, cosa que me hacía querer gritarle que estaba justo ahí, que me prestara atención o moriría. Pero nunca lo hacía, era demasiado tonto decir algo así, porque... vamos, se supone que ni siquiera éramos amigos o algo por el estilo.

Hoy estaba solo en casa, Gemma estaba en el supermercado y siempre tardaba cerca de un millón de horas. Acostado en la alfombra, veía la fotografía rota y me pregunté si enserio pensaba que yo era muy joven para salir con una chica. Suspiré y me dije a mi mismo que debía olvidarme de eso, que solo estaba molesto quizá porque mi hermana no entendía indirectas o algo. Ni idea, solo armaba suposiciones aunque fueran muy ridículas.

La puerta sonó y con un bufido me levanté a abrir, para ver a Louis detrás de ésta. Él me miró, mucho, cosa que me pareció algo incómodo, pero después me di cuenta de que era yo que le sostenía la mirada y él en realidad estaba esperando algo de mi parte.

-Gemma... Gemma no está. -dije rascando mi nuca.

-¿Tardará mucho, Harry? -preguntó. Sentí innecesario que dijera mi nombre, era el único cerca. Tragué saliva y negué suavemente, ya había pasado cerca de dos horas, supongo que ella estaba cerca.

-Puedes esperar en la sala, estaré... estaré terminando mi tarea arriba. -le dije. Él lo pensó un momento y después asintió.

Estaba metido ya en mi habitación sintiéndome algo mareado, y es que haberme quedado mirando me pareció incómodo. ¿Por qué siempre me descubría mirando algo sobre Louis? Esta vez él no estaba ignorándome, que había sido mi excusa anterior "Estaba acostumbrado a que me mirara a mí, y ahora me ignora, debe ser que espero que me vea." Cerré los ojos exasperado y gruñí por lo bajo. Puse música suave en mis audífonos y un brazo sobre mis ojos, así podía mantenerme relajado.

Estaba a punto de quedarme dormido, lo sabía. A estas alturas no podía moverme bien, ni siquiera. Tanto así, que cuando sentí la respiración de alguien sobre la mía, y unos labios suaves posarse sobre los míos, no fui capaz de alejar a nadie... pero pronto cuando dejé de sentirle, pude apañarme para echar una mirada a la espalda de Louis antes de marcharse de mi habitación, cerrando tras de él.


No le digas a mi hermana - Larry StylinsonWhere stories live. Discover now