Capítulo 14

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—Entonces...

—Entonces... ¿Qué? —cuestionó con tranquilidad, revolviendo los tallarines de su plato.

—Ya sabes.

—¿Qué sé? Ten, si quieres saber algo necesitas preguntar directamente sobre ello. Soy filósofo, no lector de mentes.

—Solo estoy intentando tener una conversación normal contigo —gruñó suavemente antes de llenar su boca con tallarines.

—Definamos normal. Dime, ¿qué es normal para ti, Ten? —cuestionó alzando una de sus cejas mientras miraba al bajito.

—Bueno... —tragó —más bien me refería a que intentó tener una conversación casual contigo, ya sabes, fuera del tema de la filosofía o de la escuela.

—Probablemente el porcentaje de que yo no meta la filosofía en alguna conversación es del 7%. Y claro, para que esto pase la conversación debe durar menos de cinco minutos, lo cual no quieres que ocurra, ¿cierto? —volvió a preguntar mientras le miraba y luego introducía un poco de comida en su boca.

—Ah, te haces el difícil... —exhaló con fastidio antes de hundirse en la silla.

—¿Nunca has oído que las cosas más difíciles de obtener son las que más se disfrutan? —sonrió de medio lado —Apuesto que disfrutarás cuando obtengas lo que quieres de mí —rió con levedad y aquello causó que Ten se apenara un poco.

—¿Qué cosas raras dices? Yo solo quiero que conversemos como los amigos que se supone somos —abultó su labio inferior y después suspiró.

—Pero si estamos conversando ahora mismo, bobo, ¿a caso no lo notas? —exhaló con suavidad —Deja de preocuparte tanto por preparar un escenario o buscar una plática idónea. Las cosas surgirán con naturalidad conforme pase el tiempo, forzar a que algo suceda no deja nada bueno y planearlo no garantiza que salga bien... ¿Sabes? No podemos controlar nada. Nada en esta vida puede ser controlado por nosotros aunque planeemos todo meticulosamente. Al final algo saldrá mal. Somos simples humanos y tendemos a equivocarnos —explicó con cierta indiferencia, revolviendo más y más sus tallarines.

—¿Por qué siempre terminan nuestras conversaciones en una suerte de lección de vida para mí?

—Bueno, si quieres verlo así... Aunque realmente solo estoy diciendo lo que pienso. Liberta de expresión.

—No, es más bien persuasión y opinión pública... —dijo con gracia.

—No soy una de tus asignaturas —enserió su rostro unos segundos, Ten bajó la mirada, pero después Johnny solo rió —. Bromeo, no me enojaría por una cosa tan tonta.

—Bien, como sea... —exhaló Ten, internamente aliviado de que Johnny presentara es buen humor —Hey, Johnny, ¿puedo preguntarte algo?

—¿No estás preguntándome algo ya? —cuestionó con una sonrisa.

—¡Otra cosa! —chilló Ten. Enseguida John asintió entre risas —¿Por qué estás de tan buen humor? Es decir, para empezar me sorprendió que aceptaras comer fuera de la universidad conmigo, también me sorprendió que quisieras adelantar la comida y sobre todo me sorprende que no estés del todo serio —el tailandés denotaba curiosidad en sus ojos.

—Así que lo has percibido con facilidad. Vaya, entonces no es tan complicado... —recargó su espalda en la silla y exhalando se fue encogiendo de hombros —La verdad es que estoy de buen humor porque obtuve un excelente puntuaje en un trabajo y ello me hace acreedor a que exente la asignatura... Eso solo aligera mi peso en cuento a un examen final, pero es bueno, ya que solo llevamos unas cuantas semanas del semestre —una sonrisa enmarcaba el rostro ajeno, Ten juraba no haber visto sonreír así a John antes.

La Potencialidad [JohnTen]Where stories live. Discover now