Capítulo 5

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—Entonces... ¿Él te pidió que le hicieras un favor?

—Sí, así es...

— ¿Y no te dijo qué clase de favor era?

—Por cuarta vez: no, no me dijo.

— ¿Y aceptaste así como así? ¿Cómo se te pudo ocurrir?

— ¡Que no acepté! Demonios, ni siquiera me dejó hablar... solo me dijo que quería verme hoy a las 14:00 en la biblioteca.

Ten lucia notoriamente estresado, su mano escribía algunas cosas con un lapicero en una de sus libretas y Doyoung continuaba viéndole mientras preguntaba aquello por cuarta vez en el día, lo había hecho en cada una de las clases que llevaban desde que Ten se lo comentó. Aún no llegaba el profesor al aula, así que había un poco de bullicio de los alumnos hablando y riendo.

—Parece que es muy propio de él no dejarte hablar y muy propio de ti no hacer respetar tu palabra. Ah, Ten... esas cosas se preguntan ¿Sabes? —suspiró comenzó a jugar con las perforaciones del oído derecho de su amigo — ¿Qué tal si te pide un favor feo?

— ¿A qué te refieres con eso? —cuestionó sin dejar de escribir en su libreta.

—No lo sé, tal vez... tal vez esconder un cuerpo, robar una tienda o que le ayudes a copiar en un examen.

— ¿Estás loco? —Volteó a mirarle incrédulo —Por supuesto que me negaría en el caso de que fuese algo así... evidentemente no soy tan estúpido para aceptar algo como eso. Además, no creo que sea ese tipo de persona enferma.

— ¿Por qué no? Ya sabes lo que dicen: Caras vemos, mentes locas no sabemos —musitó Doyoung con una sonrisa en los labios, como si aquello que dijo fuera genial.

—Realmente... —Ten solo suspiró y negó con la cabeza —solo deja el tema por la paz.

Enseguida se finalizar su conversación el profesor entró al aula y comenzó a impartir la clase de las 11:00 que transcurría con una lentitud más grande de lo normal, no tenía anda contra la clase o el profesor, era solo que para esa hora pensaba más en comer que en otra cosa y para su desgracia le faltaba esa y otra clase más.

Ten comenzó a tomar apuntes mientras su mente de vez en cuando divagaba en qué favor podría pedirle Johnny a él, es decir ¿En qué podría él ayudar a Johnny? Se veía que era un chico inteligente y aplicado, así que no podía ser algo relacionado a estudiar; también era cierto que él no sabía anda de filosofía, por lo tanto no podría ayudarle en algo referente a sus asignaturas; Johnny también era una persona alta y se veía aún por encima de las cómodas ropas que portaba que algún tipo de ejercicio practicaba, así que no podía ser algo relacionado con fuerza o defenderle de algún brabucón. Ten suspiró descartando todas las posibilidades que habían aparecido en su mente hasta el momento y simplemente se centró en seguir la clase y tomar notas de lo que el profesor decía.

Al término de aquella clase él y Doyoung salieron del aula para ir lo más pronto posible a su siguiente y última clase, caminaron por el pasillo, subieron las escaleras y entraron al tercer salón en línea recta, tomaron sus asientos y cuando Ten comenzaba a sacar los cuadernos vio un pequeño papel deslizarse sobre la mesa.

— ¿Qué con esto, Doyoung? ¿Estamos en escuela básica aún? —cuestionó mientras tomaba el trozo de papel para colocar sus cuadernos y bolígrafos.

—No, pero es genial escribir notas... —una risa se hizo presente y de igual forma comenzó a acomodar sus cuadernos.

Tras dejar todos sobre la mesa de madera desdobló el pequeño trozo de papel para leer lo que tenía escrito, cuando lo hizo sus ojos se ampliaron y de inmediato se giró a ver a su amigo con la car algo pálida.

La Potencialidad [JohnTen]Where stories live. Discover now