Capítulo 1

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La soledad es bastante subjetiva. Un día podrías decir que te gusta la soledad, que te gusta estar solo y disfrutar un poco del silencio, que no necesitas a nadie para sentirte feliz; sin embargo, cuando tienes un problema encima no quieres estar solo y buscas con anhelo alguien que te ayude, que te haga sentir que tienes a alguien que te apoye, alguien que te diga que "no estás solo". Pero es tan subjetiva la soledad que muchas veces podrimos encontrarnos rodeados de personas que de corazón quisieran escucharnos o ayudarnos y aun así... aun así nos sentiríamos solos.

Ten era una de esas personas a las que no les gustaba estar sola, porque casi toda su vida estuvo solo y para él estar solo era un sentimiento demasiado doloroso, hacia a su corazón sufrir; pero, le era muy difícil simpatizar con las personas por más que se esforzara, era malo iniciando conversaciones y le temblaba a veces la voz cuando intentaba seguir los diálogos. Él siempre se intentaba convencer que aquello era simplemente porque el idioma coreano no era su fuerte, que era porque aún no hablaba tan bien aquel idioma como él quisiera.

¿Qué había de malo en él? Siempre se lo cuestionaba, siempre intentaba encontrar una respuesta válida para su pregunta y al final la respuesta siempre era "porque no eres suficientemente bueno". Ten no era lo suficientemente bueno en ningún aspecto, o al menos así lo sentía él; pero, a pesar de ello siempre mantenía una actitud positiva y una sonrisa en su rostro, o al menos eso intentaba la mayor parte del tiempo.

Ten hacia lo mismo cada mañana: despertaba, hacía la cama, se duchaba, se colocaba ropa, arreglaba su aspecto y bajaba para desayunar antes de partir a la universidad. No es que tuviera un delicioso desayuno en familia, apenas y comía un par de tostadas con mermelada y bebía un vaso de leche o un batido, y su familia... bueno, él vivía solo hacia un par de años.

Él había llegado a Corea del Sur para estudiar la universidad, había dejado su hermosa y cálida Tailandia tras haber sido aceptado en una universidad en Seúl para la cual había aplicado (a escondidas de sus padres) y en la cual le habían ofrecido una beca completa por sus buenas calificaciones y sus excelentes resultados en el examen de admisión. No era que odiara su ciudad o su país, o que considerara que no había buenas universidades ahí, era tan solo que él pensaba que un cambio no estaría mal y que tal vez alejándose de Tailandia podría enterrar algunas cosas, alejarse de muchas otras y comenzar otras tantas nuevas en Corea.

Era un estudiante del segundo año de Ciencias de la Comunicación, cuando escogió dicha carrera sus padres se asombraron porque juraban que su hijo querría estudiar baile pues era su gran pasión; sin embargo, Ten veía al baile como su pasión, pero no su mayor aspiración a estudiar, él creía que para ser buen bailarín solo necesitaba tres cosas: pasión por el baile, perseverancia y buena actitud. Así que, Ten estudiaría Ciencias de la Comunicación, pero no dejaría de practicar baile, después de todo aquello era lo que siempre le animaba y le hacía tener una buena actitud.

Ya era la quinta clase y Ten estaba más dormido que despierto; era la clase más aburrida que había tenido en los 2 días que llevaban de clases del nuevo semestre, y no era que la asignatura fuese aburrida si no que el profesor la hacía aburrida con su tono de voz tan plano. Ten estaba ansiando con su alma entera que acabara aquella tortura que lo tenía garabateando en su cuaderno y a algunos compañeros revisando las redes sociales en sus móviles.

Por fin se pasaron los eternos minutos y todos sus compañeros salieron del aula, y mientras se colocaba la mochila al hombro se preguntaba cómo haría para soportar esa clase el resto del semestre. Sin más salió igualmente de aquel lugar y caminó hacia su próxima y última clase que era en el tercer piso, entró con pereza al aula y se sentó en un asiento de las primeras filas; era la primera vez en lo que iba de la semana que tomaría aquella clase, así que estaba expectante sobre "las maravillas" que se podrían aprender en aquella asignatura y al mismo tiempo expectante de que no hubieran 6 o 7 alumnos en la clase.

La Potencialidad [JohnTen]Where stories live. Discover now