CAPÍTULO 24

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Capítulos finales... 3/5

Tras la boda civil, tuvimos una pequeña luna de miel de una semana. Erick me llevo de sorpresa a Las Bahamas y celebramos nuestra boda, no quisimos hacerla más larga por el trabajo y porque nuestra próxima luna de miel duraría un mes y medio.

Ya me encontraba perfecta de salud, había vuelto a mi color de cabello, una nueva yo. El matrimonio se sentía muy bien, era algo diferente. Erick y yo últimamente hacíamos más cosas juntos, hasta me acompañaba al gimnasio. Ya había recuperado mi figura y mi ropa me quedaba justo como antes.

— Gaby – Escuche detrás de mi.

— ¿Catalina? – Pregunte sorprendida – ¿Que haces aquí? ¿Como llegaste a casa?

Deje la computadora y me levante para correr hacia ella. Traía dos maletas y una cara de cansada nada normal.

— Huí de papá, me tiene más que loca – Me abrazo fuertemente – Y aquí estoy.

— ¡¿Estás loca?! – Me alarmé – ¿Saben que estás aquí?

— Mm.. Tal vez sí.

¡La mato! Dios mío, es que la mato. Corrí a buscar mi teléfono y a llamar a mamá, tenía que notificarle antes de meterme en un problema.

— ¿Y como llegaste a casa? ¿Pagaste un taxi?

— Mmm... – Dudó ante su respuesta.

— Habla Catalina, y mejor que sea ya.

— Erick envío alguien por mi...

Lo que faltaba. ¡Lo que faltaba sinceramente! Mi esposo me oculto algo así de grave. Es que lo mato a el y luego a ella. Como mamá no me contestaba ni papá tampoco, subí las maletas de Catalina a una de las habitaciones y deje que acomodara todo, no sé cuánto tiempo estaría aquí.

— ¡Cuñadaaaaa! – Erick se asomó en la puerta de la habitación.

— ¿Cuñada? Tú mejor corre antes de que te mate – Erick me vio confundido.

— ¿Que paso, cariño? – Se acerco a mi para darme un beso y le di un pellizco – ¡Auch! ¿Que hice?

— Sabias que mi hermana venía y no me dijiste nada, además de que sin permiso de mis padres. ¡Me mataran es a mí!

Erick y Catalina se reían, y aumentaba mi rabia. Ellos siguieron hablando mientras intentaba llamar a mis padres, si Cata no aparecía en casa les daría algo.

— Mamá... ¿Podemos hablar o estás en el hospital? – Catalina se tensó toda al escucharme.

— Si pero ya voy a salir. ¿Qué pasa hija?

— Mm.. Mamá... Catalina está aquí. Yo no sabía nada, sólo sé que llego a mi casa con dos maletas porque quiere huir de papá. Pronto la enviare de regreso.

Tras mamá regañarla como nunca nos había regañado, luego termino riendo porque entendía el porque huyó de papá. Vanessa y yo estábamos casadas, no vivíamos con el... Le quedaba Catalina para atormentarla y no dejarla vivir.

Erick nos invito a cenar y llevo a sus dos hermanos, y por lo que mi esposo y yo notamos... Entre Catalina y mi cuñado, había algo extraño. No se dejaron de mirar toda la cena, ella estuvo un poco nerviosa y el a cada rato decía algo con tal y sacarle tema de conversación.

— ¿Crees que a Brian le gusto Catalina?

— Creo que se gustaron – Mencione mientras terminaba de cepillar mis dientes.

— Se verían bien, Catalina tiene un carácter como el tuyo y mi hermano pues... Es bobo, así que ella le pondría carácter. Se ven bien.

— Pero no quiero que se ilusione, nene. Ella vive en Rusia y el aquí, no quiero que sufra por eso.

Erick había entendido y no replicó. Con nosotros fue igual pero ya yo tenía la mayoría de edad como para tomar decisiones. Y también ya vivía aquí. En cambio, Catalina aún depende de mis padres y no tiene 21 años.

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Había pasado la semana llevando a Catalina a conocer más de Miami, e incluso permití que compartiera más tiempo con Brian. Sentía que no debía por cuidarla y no verla sufrir por un amor que tal vez y no se daría, pero Brian básicamente nos rogó a Erick y a mí para que los dejáramos salir juntos. Y no me quedo de otra que aceptar, la cara de Catalina no me permitió decir que no.

Finalmente y junto a mí hermana, me decidí por el vestido que ella y todo mi cortejo usarían. Solo faltaba que mi vestido soñado «así le decía mi madre» estuviera listo con los últimos detalles para poder enviarlo a Rusia antes de que yo me fuera, mamá quería tenerlo allá antes. Aún no se sus costumbres locas pero bueno.

— Nene – Erick volteaba enseguida, amaba que lo llamara así – ¿Ya tú lista de invitados está completa? Tenemos que enviarla mañana para que impriman las tarjetas de invitación.

— Sí, cariño. Revísala si quieres, y luego la envías. ¿Y la tuya?

— Sabes que mamá se encargó de ella – Rodee los ojos – No tuve ni que decirle que recordara a Antonella porque la puso de primera junto a su familia para que yo no la fastidiara con respecto a eso.

Erick cerró la laptop y se acercó a mi, me quito los papeles que tenía encima y se acostó en mis piernas. Según el, podía pasar toda la vida así y jamás levantarse.

— ¿Estás más nerviosa que en la boda civil? – Pregunto mientras acariciaba la línea de mi bronceado.

— Sí, nene. Muy nerviosa – Admití por fin.

— El viernes tenemos la cita para elegir los anillos, y luego de esa tengo que ir con mi padre, mis hermanos y Joe para que nos hagan la prueba de los trajes.

— Yo quiero verte con tu traje, seguro te ves muy sexy...

— No, a mi no me dejas verte con tu vestido blanco – Colocó la cara de malcriado.

Ni dejaba que se lo imaginará, quería darle una gran sorpresa con respecto al vestido. Y con lo que habría debajo del vestido también. Intente dejar todo a su imaginación.

— Recuerda decirle a Gales que prepare tu maleta, luego de que finalice la fiesta el avión estará esperándonos para irnos.

— ¿Y aún no me dirás a donde vamos? – Coloque mi cara de inocente.

— No, es una sorpresa cariño – Me dio un beso y se levanto para seguir trabajando.

Atados al amor • ¡FINALIZADA!Where stories live. Discover now