CAPÍTULO 3

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Erick

De mi cabeza aún no salía la imagen de ella bailando y riendo con Joe. Ni con el otro chico que ni sé quién era. Pero que ganas tan increíbles tenía de partirle la cara por estar sonriéndole tanto a Gabrielle. No tolero verla en brazos de otro hombre que no sean los míos, no lo soporto, es como si me clavaran un cuchillo justo en el corazón. Sé que si seguía viendo eso, posiblemente me hubiera dado un infarto.

— Te ves pensativo – La dulce voz de Rossie me saco de mis pensamientos.

Mi hermana me había reclamado miles de veces el porque en la fiesta no hice algo por estar con Gabrielle, pero que iba a entender ella si es una niña... Se acostó a mi lado y me abrazo. Ya hizo las pases conmigo. O eso parece.

— A veces eres muy tonto, hermanito. Sabes, estás viejo ya y yo quiero ser tía. ¿Cuando piensas pedirle perdón a Gaby?

Está vez, estalle de la risa. No por sarcasmo, si no porque escuchar eso de su voz tan dulce e inocente, hizo que mi corazón saltara de energía. Luego de mamá, Rossie es lo más importante que yo tengo. Y no digo que mi padre y mis hermanos no lo sean, pero desde pequeño prometí que jamás dejaría que algo les sucediera a ellas dos.

— Mamá dice que yo siempre he sido la razón de tu alegría – Me enseñó su más grande sonrisa.

— Si, así es.

— Y yo no estoy alegre viéndote a ti así. Por eso quiero que arregles todo con Gabrielle, para verte alegre y yo serlo también.

— ¿En que momento creciste tanto, pitufina?

Las palabras de mis hermanas eran las correctas. Y no puedo creer que una niña me dio una lección de vida, es esto increíble. Tenía si quiera que hablar con Gabrielle, algo, pero no podía hacerlo sin antes al menos lograr conversar con Joe.

— Tú te equivocaste cuando desconfiaste de ella, gánate su amor otra vez. ¡Eres Erick Thorne! Todos sabemos que puedes.

Aún no puedo creer que mi hermana menor me ha dado una lección de vida y consejos de amor. En estos momentos ella me hace sentir inútil, muy inútil. A toda prisa busque mi teléfono y le envié un mensaje a Joe. A los minutos, me llamo.

— Dijiste que era urgente. ¿Sucedió algo con tu familia?

— No hermano, quiero hablar contigo.

— ¿Hermano? – Soltó una risa burlón – ¿Recapacitaste? ¿O estás drogado?

— Joe, necesito hablar contigo. ¿Puedes?

— Nos vemos en el restaurante del hotel.

Me bañe y me vestí apresurado, sentía que hablaría más bien con Gabrielle por los nervios. Mi hermana tenía razón en lo que dijo, pero no podía dejar de escuchar a mi mejor amigo. Cuando intentó hablarme, lo bote. Como hice con Gabrielle.

Espere un rato hasta que Joe atravesó la puerta y estaba serio, esperaba no me golpeara otra vez. Se acercó a mi, acomodo su traje y luego se sentó. Pidió las típicas cervezas aunque las de aquí no las conocíamos, pero nuestras reuniones nunca podía faltar una.

— Hermano, sé que me equivoque al desconfiar de ti... Eres mi mejor amigo y nunca has tocado a una mujer con la que yo he estado. Y no sé porque sentí tantos celos al ver esa foto... Creo que porque si tuvieras la oportunidad, Gabrielle no lo pensaría dos veces para irse contigo. No para serle infiel, si no porque tú eres lo opuesto a mi... Le darías lo que yo no. Tranquilidad, amor y sobretodo confianza.

Joe me miro fijamente y luego simplemente comenzó a reír. Me sentí ofendido, pero no entendía el porque su risa. ¿Acaso yo era motivo de burla?

— Erick. ¿Tú al menos te escuchaste? ¿Estás loco? Gabrielle te ama inmensamente, y ella me ve a mi como a un hermano. ¿Como si quiera puedes pensar en que ella estaría conmigo? Somos opuestos, es verdad, pero la enamoraste tal y como eres. ¿Entonces cuál es el miedo y la desconfianza? La perdiste por estúpido, por más y te pidió que la escucharas no lo hiciste.

— ¿No crees que volvamos a estar juntos?

— No lo sé, hermano. Le fallaste y ella realmente está dolida.

Se podría decir que solucione el malentendido con Joe, pero no con Gabrielle. Y no quería saber de mí. Ni en pintura. No contesto ni mis llamadas ni mis mensajes. Y ya mañana me devolvía a Miami.

Casi nos emborrachamos pero no lo logramos, además de que estábamos en otro país y sería un problema si nos agarraban borrachos. Mínimo, nos metían presos y sería peor. Pase una buena tarde con mi mejor amigo y luego, cada quien a su lugar. Aún seguía pensando en ella... Y en cuanto quería verla y abrazarla.

Gabrielle

Tome mi teléfono y el mensaje reciente era de Erick. El corazón se me acelero a mil por hora... Y no sé porque. Era difícil hacerme la dura cuando lo que quería era estar con el. Pero todo lo que dijo no se perdonaba. Y yo no caería lo mismo, no volvería a ser la boba con la que jugaban.

«Es difícil extrañarte tanto. Y si, fui un estúpido al desconfiar de ti, porque me amas y yo te falle. Hice las pases con Joe, y también me hizo dar cuenta de lo inútil que fui. ¿Puedes creer que fue Rossie quien me motivó a hablar con Joe y contigo? Una niña de 15 años me dio una lección de vida. Es increíble. Y también porque ella te ama más que a mi. ¿Podremos hablar? Si quiera como amigos. Cuando quieras, estaré para ti. Con mucho amor, Erick el idiota.

Ese mensaje me hizo reír. Tan bella mi Rossie, siempre me había defendido ante su hermano. Pero todo lo de ella es querer ver a su hermano feliz aunque sea el quien se equivoco. Espere a que Joe llegará para que me contara todo.

— ¡Cuéntalo todo! – Antonella se había encargado de preparar cotufas y servir helado con Nutella para lo que nos contaría Joe.

Todos escuchaban atentamente y mientras más decía, menos creía. No podía creerlo... ¿Desconfiaba de nosotros por eso? Aunque no era tanto desconfianza, era miedo. Pero eso no cambiaba lo que había dicho. Y nadie botaba a quien decía amar de su lado por tener miedo. Más bien, lo protegías más para que nunca te dejará.

— ¿Que piensas, Gaby? – Louis fijo sus ojos en mí.

— Nada. Si fuera miedo, no tenía porque haber dicho todo eso. Pasamos mucho tiempo separados y en ningún momento fue capaz de buscarme.

— ¿Crees que vuelvan?

— No – Dije firmemente y sin dudar.

Los tres me miraron sorprendidos. Y es que mi manera de pensar no cambiaría, por más y le hubiera dicho eso a Joe. Si que lo extrañaba, y quería verlo y abrazarlo, pero eso no significaba que volveríamos o que correría a sus brazos. Mis sentimientos por el no se habían esfumado, no era de la noche a la mañana que todo se terminaba, el sentimiento seguía allí. Intacto, y sentía que cada día crecía más. Cada foto, cada llamada, cada mensaje... Todo lo guardaba. El significaba algo para mí, pero eso no quería decir que a la primera que me dijera algo bonito, estaríamos juntos.

•••

No desesperen! Subiré los capítulos seguidos, pero tienen que tenerme un poquito de paciencia si 😭 entre las clases y el trabajo se me dificulta pero no les quedare mal!

Muchísimas gracias por sus comentarios, me motivan a seguir escribiendo cualquier duda o pregunta pueden dejarla en los comentarios o a los mensajes!

Atados al amor • ¡FINALIZADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora