Reset。 ❘ Diabolik Lovers【Terminada】

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–Lo siento, la cocina estaba hecha un desastre, por eso tarde un poc... – Yuuna se detuvo al no ver a nadie en la habitación. – ¿Haruto... kun?

Se dirigió al pasillo y logró escuchar la voz de Haruto gritando. Yuuna soltó el vaso que sostenía y corrió hacia la habitación de donde provenían esos gritos.

–¿¡Haruto-kun!? –

Cuando entró pudo ver como el albino era levantado en el aire del cuello por su padre, y no sólo eso, había otra persona tirada en el suelo y parecía estar inconsciente.

–¿¡PADRE QUÉ HACES!? ¡DETENTE! –

La pelirosa corrió hacia el mayor.

–Yuuna... ¿tú conoces a este mocoso? –

–¡SUELTALO! ¡ES MI AMIGO! –

–No puedes ser amiga de esta basura, ellos dos –señaló al albino en el suelo y posteriormente a Haruto – ¡son los que nos quieren separar de tu madre!

–¿Q-qué? – Yuuna retrocedió. – Ya entiendo... Yukina-san... es tu madre, Haruto-kun

–¡ELLA ES TÚ MADRE, YUUNA! –

–¡MI MADRE MURIÓ AL DARME A LUZ! –contestó la menor con lágrimas en los ojos.

El peli-azul soltó bruscamente a Haruto ocasionando que este cayera al suelo en busca de aire mientras se arrastraba para llegar hacia Subaru.

–¡TU MADRE ES ELLA, ES YUKINA YUUNA! ¿¡CUANTAS VECES TENGO QUE REPETIRLO!? –

–¡ELLA NO ES MI MADRE, ESTÁS LOCO! –

–Mocosa... –

–¡Detente, dejala ir...! ¡Ella ya tiene una familia, olvidate de ella! –

–¡CALLATE! –gritó el mayor.

–¡Padre! ¡No, Yuu! –gritó Yuuna.

–¡HARUTO! –

Todos sabían de dónde venía esa voz y voltearon hacia ella, era Mai. La albina corrió hacia su hermano y su padre.

–¿¡Qué ocurrió!? ¡Papá! –

Yuu desvío su mirada hacia ella. –Él no despertará. –dijo con burla – El único que puede hacer que vuelva en sí soy yo, aunque cómo verás mocosa... no tengo intenciones de hacerlo. Así será mas fácil matarlo.

–¡T-tú! –

–¡Papá! ¡No puedo creer que hagas esto...! –Yuuna comenzó a sollozar.

–¡Dejanos en paz, por favor! –pidió Mai – ¡Devuelveme a mi madre y padre!

–Nunca. – los orbes azules de Yui se clavaron en Mai. – Sólo unas horas más... sólo eso necesito para que su memoria sea borrada por completo y podamos ser una familia los tres, como debió ser desde el principio. Yuuna... ¿Ayudarás a tu padre a acabar con los estorbos?

–¡No! ¡Estás mal, estás loco! –

–Tch... ¡eres una malagradecida! ¡después de todas las cosas que he hecho por ti! Bien, si así lo quieres... – Yuu caminó hacia una mesa dónde había instrumentos de cirugía y tomó un bisturí, para luego salir corriendo a toda velocidad en dirección a Mai con la intención de apuñalarla. Esta cerró los ojos esperando un impacto...

...que nunca llegó.

La albina abrió los ojos lentamente. Todo se había desvanecido y ahora se encontraba en una habitación luminosa. Una vez que sus pupilas se acostumbraron a la luz pudo observar el lugar con más detalle.