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–¿E-en serio tienen que irse? –

–Sí, ya no tenemos nada que hacer aquí. –

La peli-coral dejó caer algunas lágrimas. Los Mukami estaban a punto de regresar a su mansión.

–Eva... no te preocupes... estaremos bien... –

–Y los visitaremos de vez en cuando, Cerda. –

–Además, no es cómo si nunca más nos fuéramos a ver M-Neko-chan~ –

–C-chicos... – Yukina sonrió y se talló los ojos con las mangas de su sudadera. – Les llamaré todos los días, ¿si..? –dirigió su mirada hacia los Sakamaki detrás de ella. – ¿Y ustedes?

–¿Qué? ¿Esperaban que Ore-sama les dijera que los extrañaría? Pues no, es más, me alegro de que se vayan. – Ayato se cruzó de brazos.

–Ayato tiene razón. –dijo Kanato – Ustedes sólo eran un estorbo. ¿Verdad Teddy?

–A mí me da igual. –dijo Subaru

–Oigan, ¡son sus hermanos! –

–...adoptados... –respondió Shu

–Está bien, no esperábamos nada de ustedes de todas maneras. –dijo Ruki... aunque por dentro lloraba por el rechazo.

–Llegó su auto. – Reiji señaló hacia el frente y los Mukami voltearon.

–Nos vemos, Yukina. –

–Bye bye, M-Neko-chan~ –

–Adiós... Eva... –

–Adiós, Cerda. – Yuma se acercó al oído de Yukina. –Hazle bromas al señorito por mí.

–Lo haré... –dijo Yukina con confusión. – ¡Los visitaré!

Los Mukami subieron a la limusina y todos se quedaron observando como esta se alejaba cada vez más.

–¡Chicos! ¡Les preparé unos aperitivos para su viaje...! – Yuuri llegó corriendo con unas bolsas en las manos.

–Creo que llegas tarde Maid-chan~ –

–...rayos... –

–Bueno Yuuri, por lo menos lo intentaste... –dijo Yukina – ¿me darías los chocolates?

–Claro, tomalos... –la mayor le extendió una bolsa a Yukina y esta empezó a comer los chocolates dentro. –Bueno... Entonces regresaré adentro.

–Vamos, tienen que admitir que la mansión no será la misma sin ellos –dijo Yukina

–Nah, no lo creo. –dijo Shu

–Pero vaya... Dijiste que no te importaba pero estas aquí y despierto... –dijo Yukina – Y todos los demás también están aquí.

–¡Ore-sama puede estar dónde Ore-sama quiera estar! –

–Es cierto, todos podemos estar adonde queramos. –dijo Reiji

–Aja sí... – Yukina alzó una ceja.

–Eh... Hola... otra vez... – Azusa apareció de la nada. – Lo siento... Olvidé... mi cepillo... de dientes...

–¿¡No podías comprar uno nuevo!? –preguntó Kanato

–No... éste es... especial... –

–Dejame adivinar... –dijo Ayato con sarcasmo. – Tiene forma de cuchillo.

–Komo... lo zupo... –

–¿Es en serio? –

Azusa ingresó dentro de la mansión y al cabo de unos segundos ya estaba de vuelta con su preciado cepillo de dientes.

Reset。 ❘  Diabolik Lovers【Terminada】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora