Attack On Mutants

XVIII

La formación estaba hecha, el entrenamiento completado. Los dos días habían pasado y los soldados estaban ansiosos por comenzar la primera batalla luego de conocer el punto débil de ellos. Los soldados elegidos para portar las cuchillas se encontraban al frente de la formación, mientras que los otros tres portadores de estas, estaban en el pódium ya que Erwin daría el modo de formación, grupos y estilo de batalla que tendrían.

- El día ha llegado, así como nuestro primer paso a la victoria, hoy la raza humana finalmente dará el golpe fuerte hacia los zekes. En esta oportunidad la brigada se dividirá en dos equipos, uno estará liderado por la teniente Hanji, el otro liderado por Levi y mi persona. Hanji estará con tres soldados portadores de cuchillas y treinta más armados. El resto se irá con nosotros. –Levi en ese instante gira la mirada hacia su camarada arqueando una ceja. Pensaba que irían todos juntos a cumplir los objetivos. –La misión a cargo de Hanji se las hará saber por su cuenta... Hanji. –La mujer de lentes se acercó al frente de la plataforma con aquel brío característico de ella, pero al mismo tiempo, centrada en su misión-

- Los soldados armados que irán conmigo ya saben quiénes son, personalmente hablé con cada uno de ellos el día de ayer, ahora... los soldados con cuchillas que me acompañarán son... Eren Jaeger, Annie Leonhart y Reiner Braun. Nuestra misión es dirigirnos a la antigua clínica militar y buscar en el laboratorio un test especial que requiere la jefa de laboratorio, por tanto, ustedes están encargados de protegerme mientras la busco, y al tenerla, encargados de proteger el test hasta que regresemos a la base. No nos compete la captura de zekes por el momento.

Diciendo aquellas palabras, la castaña volvió a su lugar inicial dando de nuevo el lugar al comandante Smith para seguir con su discurso.

- Ya el resto sabe cuál es nuestra misión, la captura masiva de zekes y transportarlos hasta la base. Si se presenta algún peligro, no duden en matarles, tenemos que evitar las bajas nuestras. La formación en esta oportunidad será distinta a lo habitual. Formaremos cuatro tropas, cuatro líneas que estarán vigilando cada punto cardinal. En cada tropa habrán dos hombres portadores de sables. Excepto uno que tendrá tres. Es importante aclarar que si se presenta algún peligro, la formación se romperá hasta retomar el control.

Habiendo finalizado su discurso, comenzó a ordenar a los soldados según las tropas en las que se encontraría cada uno. Al culminar con aquella pequeña tarea, los soldados comenzaron a encaminarse al ascensor que daba la salida de aquella base subterránea, algunos sentían miedo, otros una adrenalina que superaba las expectativas que esperaban, pero había llegado el momento.

El grupo de Hanji se encontraba en el centro de la formación incial, todos esperaban llegar y que las compuertas se abrieran para dar inicio a la nueva expedición.

El ascensor se detuvo, y con ello la angustia de algunos soldados floreció a la vista de muchos, sus piernas y brazos temblaban ante la situación en la que se encontraban. La vibración que provocaba la puerta se sintió sobre los pies de cada uno de los presentes, la expedición había dado inicio, Erwin con voz de mandó vociferó su típico "¡Adelante!" al tiempo que los soldados salían con rapidez de la entrada a la base.

Todo estaba en calma. El sol de la tarde brillaba con fuerza, el calor era un poco insoportable debido a la armadura. Hanji corrió hasta Erwin indicando que era el momento de separarse de ellos.

- Cuidate... –Le susurró Erwin antes de marcharse la castaña-

- ¡Siempre lo hago! –Le dijo con aquel tono alegre que siempre cargaba- ¡Vámonos chicos! –Pronunció con una voz medio alta mientras les llamaba con la mano en alto-