Ese mayordomo, ojos de serpiente

608 28 6
                                    

Capítulo X: Ese mayordomo, ojos de serpiente

o.o.o.

“La creencia que todo es posible, parte de ti mismo, de tu fuerza de voluntad”

Evans Simmson.

O.o.o.

Las pesadillas poseen distintos propósitos. Algunas pretenden hacerte experimentar tus peores miedos solo por diversión, aprovechándose plenamente de tus debilidades y miedos internos; la otra pretende hacerte rememorar parte de tu pasado; otras se producen para recordarte de que verdaderamente estás vivo, que deberías aceptar tu vida; por otra parte, están las que se fabrican para que valores lo que tienes y saber qué es lo que importa sobre todas las cosas.

En mi caso, fue la primera.

De momento, me interrogaba a mí misma, el ¿por qué? de esa pesadilla, al igual que su propósito.

Si aquella pesadilla pertenecía a mi pasado, un recuerdo o alguna otra cosa, no era así.

La cabeza explotaba en un gran dolor de cabeza al recordar, y terminaba casi en desmayos o ingiriendo pastillas que mi demonio me daba.

Tanto él como Ruby, se preocupaban por mi estado al momento y a los minutos. Prácticamente era un estado de shock o de amnesia momentánea, lo que hacía que por unos minutos olvidara, lo realizado tan solo segundos.

Ruby me tranquilizaba con su compañía, mientras estudiaba para los exámenes. También, cumplía con el papel de guardián, cuando el demonio me molestaba con su presencia. Ella se encargaba de ahuyentarlo.

Sebastian, ayudaba de igual manera. Existían detalles que no entendía en varias materias, éste me enseñaba y me prestaba sus conocimientos, convirtiéndose no solo en mi asistente/mayordomo, sino en mi tutor.

No me acostumbraba al hecho de que Sebastian fuera mi tutor, era algo un poco incómodo, debido a que pasábamos más tiempo en compañía, lo cual no era mi estilo.

Era solitaria.

Mi única compañía era Rose, simplemente la llamaba, ella venía al apartamento y ambas durábamos estudiando toda la noche.

Con la ayuda de Sebastian tendía a acostarme más temprano que otras veces, sin embargo, en algunas materias era imposible que me prestara su ayuda, ya sea porque se trataba de Religión, lo cual me mencionó que contaba con gran información acerca de ello, pero se veía incómodo hablando de ello; o porque eran teóricas/práctica lo cual entendía perfectamente.

“Sólo puedes salir de tu ensimismamiento mirando en tu interior.

Hay personas que viven con un miedo constante a que su corazón deje de latir en cualquier momento, sintiendo cada latido como un número más en la cuenta regresiva, más que como una señal inequívoca de que están vivos. Otros apenas si son conscientes de que un corazón late en su interior, y viven el día a día ajenos a la complejidad de su funcionamiento interno. Es posible que la inquietud de los primeros no afecte en nada el resultado final, pero es evidente que sí afecta su punto de vista. ¿Es mejor preocuparse en exceso que no hacerlo en absoluto?”

Capítulo 4. Epitafio para el corazón.

En la tarde me decidí en quedarme en el apartamento leyendo el libro Ghostgirl: El regreso.

Debo admitir que en sí soy una gran aficionada a la lectura, en especial a textos (o libros) de detectives, ciencia ficción o seres sobrenaturales. Detesto con todo mi ser los libros románticos y de crecimiento personal.

Subsistir con Sebastian MichaelisTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang