Ese mayordomo, husmeando

1.4K 63 7
                                    

Capítulo II: Ese mayordomo, husmeando.

O.o.o.

No estás sola 
No importa lo que te hayan dicho, no estás sola 
Estaré ahí al lado de ti para siempre…

Lies - Evanescence

o.o.o.o.

      En mis oídos entro esa horrible música, golpee la mesa de noche que se encontraba de un lado de la cama, ¿de dónde demonios provenía esa música?  Quité la sábana con la que me cubría y para mi extrañeza era el despertador.

—     5 minutos más… — retorne a taparme con la sábana, todo parecía estar en silencio, hasta que Ruby salto en mi cama y comenzó a ladrar—. Okey, ya voy.

      Parecía la propia espantapájaros siempre que me levantaba. Arrastrando mis pies deambule hasta el baño, me arregle e hice todo lo que hacía, como les dije, para mí toda era una rutina, no cambiaba para nada, mi típico desayuno, mi típico instituto, mi típico uniforme, mi típica vida, mi típico día, lo único en mi aburrida vida que no era típico y rutinario eran mis amigos y mis amigas, siempre tienen algo nuevo con el cual sacarme unas buenas risas y sonrisas, que me alegraban el día.

     Y  yo aquí, en el segundo puesto de la fila que queda justamente en frente del pizarrón acrílico, donde todos los profesores se paraban. Tan solo era una alumna, normal, común y corriente, acumulando notas para ingresar a la prestigiosa Universidad, el cual su vida es una rutina, sin nada interesante, solitaria, soltera… Conclusión, una vida de rutina sin nada interesante, esperando por un milagro.

     La Señorita Thompson, no dejaba de hablar de filosofía y literatura, ¡que aburrido! ¿No pudo buscar otra cosa? Por lo menos, escribíamos menos en sus clases, eran más de intervenir y prestar atención que otra cosa. Con tan solo 15 minutos antes de la salida, pérdida en mis pensamientos, sobre los proyectos que anhelábamos, entable una serie de ensayo para la presentación, justamente al terminar de escribirlo, sonó el timbre indicando la salida.

     Tome mis cosas y salí suspirando.

 ….Viento de verano. Todo lo que pudiera esperarse, “Mientras no hay viento, no hay mal tiempo”…

        Mis pasos se hacían lentos, comparados con el resto de la Institución, parecían miles de animales corriendo al ver un león feroz hambriento, de no ser porque la Institución está bien construida y muy bien mantenida para tener 40 años, estaría hecha pedazos, con el conjunto de alumnos corriendo cuando hay terremoto.

        Me distraje mirando hacia el cielo que estaba totalmente despejado, hacía una brisa que espantaba hasta el más mínimo rastro de calor por unos segundos… las nubes perfectamente blancas. Tan distraída estaba que tropecé con alguien tirándole todo al piso.

               -Lo siento, estaba distraída y no te vi. –no le pude observar bien la cara, pero me di cuenta que era un alumno al cual siempre criticaban y molestaban por tener otra cultura, simplemente lo expulsaban de los demás, yo en cambio, lo trataba de un simple Hola y Adiós- Si quieres te ayu... –no termine de decir mis palabras, cuando él me interrumpió-

               - No tengo tiempo. –Recogió sus cosas velozmente y se alejó por las escaleras contrarias del segundo piso-

     Si que era extraño. Todavía no comprendo porque lo tratan diferente, se decía que pertenecía a una familia que practicaba el vudú y la santería, ritos y canticos extraños, para mí, tan sólo era una persona normal, además de que no era una persona de creerle a los rumores. Como dije ‘solo rumores’.

Subsistir con Sebastian MichaelisTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon